Después de la resaca
Pasados los «fastos» conmemorativos del 23-F se han podido resaltar, por propia euforia expositiva, la cantidad de sandeces por centímetro cuadrado que han puesto de manifiesto los especuladores de la historia que tenemos en nuestra casa. Nadie sabe nada que tenga un mínimo viso de realidad, pero todos acudimos a la opinión para transformarla en palabra de dios (lo escribiré con minúscula para alejarla en lo posible del terreno de la blasfemia).
Han sido viejos resabios propagandísticos mezclados con sueños húmedos y levantiscos, tópicos surgidos de la nada periodística y ninguna o escasa aproximación a los hechos -que todavía no se conocen- y que produjeron -y producen- buenos resultados para el vivir bien de las clases política y mediática españolas, convertidas, desde aquella lejana fecha, en seguro vitalicio para una nueva profesión y en casta genética y de tribu como las que se dan en el mundo hindú. «Leche y habas, Luisito»
Aquel día estalló una bomba intensa y abrumadoramente anunciada. No era el malestar general por el derrotero que iba siguiendo la Corona, ni tampoco el malestar militar por los frecuentes capotazos taurinos de Suárez, ni tan siquiera, fijémonos, por los evidentes atisbos de ruptura en la sociedad y en las instituciones. No. La única e intolerable realidad era que se asesinaba mediante el tiro en la nuca a la vuelta de la esquina a más de cien españoles inocentes por año, se dejaba lisiados de por vida a otros tantos y se mandaba al exilio interior a miles y miles de ellos si querían seguir respirando el aire de España. Lo demás, como decía en Redacción aquel compañero malagueño, chusco y con gracejo, «leche y habas, Luisito».
Lo más significativo de todo este batiburrillo de opiniones, de especulaciones y de chascarrillos sonrojantes es que no sólo fue un golpe, sino multitud de ellos los que se produjeron entonces. Del CESID al Estado Mayor, de los subterráneos de La Moncloa hasta el seguimiento de Gabeiras y de su íntimo El Guti (Gutiérrez Mellado), desde el pobre Quintana Lacaci (después asesinado a la salida de Misa) hasta Juste y su Acorazada, desde la alegría de este último al ver sentado a Luis Torres Rojas en su asiento de Jefe de la División -que un día me reprochó el propio general Torres Rojas como atrevimiento o «juicio de valor», todo dicho desde su cultura privilegiada y su bizarría castrense- hasta la categoría de «burro» que Jiménez Losantos le endosa al único elemento humano con sentido común que resplandeció en este tablero: Antonio Tejero.
El juicio ajustado y fino de un general
El general Alvarado Largo hablaba un día en televisión. Y yo asistí a alguna de sus documentadísimas conferencias en las que destacaba su morfología formativa de hombre de Estado Mayor en todos los terrenos del saber, que para este militar eran numerosos. Asistió a aquella famosa reunión de la calle General Cabrera donde se fraguó, al menos, lo que ocurrió en el Congreso. Y manifestaba con énfasis: «Se hablaba de Tejero como un hombre impulsivo de poca reflexión, con excesiva tendencia a seguir el manual operativo de la Guardia Civil sin otra mira por encima de ésta… Pero después de oírle atentamente me di cuenta de que tenía bastante sentido común, mucho más que otros…»
Cuando se dan estos casos no hay que recurrir a la especulación, ni a los sueños húmedos. ni al género literario y clerical de la aleluya… No. Hay que subirse al carro del sentido común, al análisis sereno de lo que pasaba en España en aquella recién estrenada década de los 80, a la prosa diaria que se vivía en la calle, no en los palacios, y al florecimiento germinal de una serie ilimitada de capullos políticos que día a día se iban llenando de autoridad alquilada, de soberbia y de unos ademanes propios de generales sin mando en ninguna parte.
La única solución que cabía
Si pensamos las cosas con finura, en aquella ocasión sólo había una salida: el golpe militar sin adornos ni florituras colaterales. Cuando después del Bando de Valencia alguien le preguntó al general Miláns, conocida la suspensión de actividad de los partidos políticos, si también esto constaba para Fuerza Nueva, el Capitán General contestó: «¡Hasta para Fuerza Nueva!». Ésa era la postura que cabía, y no la necedad de presentarse ante un señor que había sido llamado para que tuviese a raya a todo un Gobierno y a un poder legislativo mientras llegaba la autoridad militar, «por supuesto», y además en nombre del Rey, y después llegar a un acuerdo con un hemiciclo, bajo la mirada atenta de las armas automáticas, para constituir un Ejecutivo lleno de socialistas, comunistas, independentistas y trogloditas políticos convertidos en liberales por la Reforma de los franquistas de hacía dos días… Esto no era un error, ni siquiera una torpeza: era la gran, única e inapelable «burrada».
Pensar, ni siquiera imaginar, que el general Armada, en colaboración con Sabino -en ese momento el confidente del Rey– y una serie de servicios especiales iban a generar un clima favorable a que el militar de las camelias se proclamase presidente del Gobierno con el consentimiento del monarca y la votación favorable de toda una Cámara secuestrada, no sólo -repito- era de aurora boreal, sino la más insigne de las «burradas» prevista no por el Estado Mayor, sino por el Estorbo Mayor, que dicen los militares de verdad cuando les tocan las narices o ven un desacierto infinito.
Por eso la decisión de Tejero tuvo mayor significado, al dirigir la operación por el lugar para la que había sido prevista, y no otra. Primero porque era la única que cabía dadas las circunstancias especiales de España en ese momento y, segundo, porque era la salida admisible para terminar con el circuito terrorista. O qué se quería, ¿iniciar otra etapa de cal viva, como sucedió más tarde con los socialistas y con otros guardias civiles que perdieron en el empeño su indudable prestigio y el honor?
No, amigo, la única «burrada» fue el 23-F tal como sucedió; y el único que puso cordura fue aquel teniente coronel malagueño que devolvió la operación a donde nunca debió de haber salido. Y que, además, no consiguieron engañarle. Él, al menos, no fue jamás miembro de la república de los «burros».
Cómo se frustró la entrega de América a Inglaterra
Pablo Victoria Ex Senador y Congresista de la República de Colombia.
El vicepresidente de Colombia Francisco de Paula Santander, a diferencia de Simón Bolívar, su presidente, tenía profunda desconfianza de los ingleses y, particularmente, de lo contradictorio que resultaba esta república independiente con el nuevo vasallaje hacia Inglaterra a quien el Libertador había ofrecido Panamá y Nicaragua como colonias inglesas, y Venezuela, Colombia y Ecuador (la Gran Colombia) como protectorados de su Majestad Británica y, eventualmente, el Perú y Bolivia que habrían de formar parte de la Confederación de los Andes… De allí a la posesión inglesa de todos los territorios que fueron de España no habría más que otro paso. No cabe duda de que tales designios habían llegado a oídos de todos aquellos que se convirtieron en sus enemigos políticos, incluyendo los Estados Unidos, que se opusieron en el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826 a coincidir con semejante esperpento: repúblicas confederadas independientes y, simultáneamente, ¡vasallas de Inglaterra! Es decir, la invitación que Santander le cursara a los Estados Unidos, displicentes con el proyecto, frustró en buena medida los designios bolivarianos de cambiar nuestra lengua, nuestra cultura y nuestra religión, pese a que, junto con Bolivia, hubieran llegado tarde a la reunión para no quedar mal del todo. Jamás los Estados Unidos, que ya se proyectaban como fuerza continental, habrían admitido, entre otras, una potencia rival de pueblos hispanoamericanos reunidos en una gran confederación de repúblicas del lado de Inglaterra que pudiesen hacerle sombra. Gran Bretaña envió un observador a ese congreso, en tanto Brasil, Argentina y Chile no mostraron interés alguno en conformarlo. Pese a los reparos, en cambio, asistieron las llamadas Provincias Unidas de Centro América.
Menos mal que hubo de ser la propia Inglaterra la que no abrigara unas ambiciones que desbordaran cualquier sana imaginación. Por ello, no nos causa la menor extrañeza la animadversión de Bolívar hacia Santander, pues casi simultáneamente con el Congreso de Panamá, Bolívar quiso montar a la Confederación de los Andes un nuevo Estado llamado Bolivia (como no podía ser de otra forma) que incorporara a Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú con la nueva república émula de su nombre. Este fue el otro origen del fracaso de dicho Congreso, puesto que no se contó con la presencia de los notables de las repúblicas ausentes. Y esta otra confederación devino en otro rotundo fracaso con la tal constitución de la presidencia vitalicia que, jurada en diciembre de 1826, no iba a durar sino hasta enero de 1827, cincuenta lánguidos días. Por esto comenzaron a circular coplillas que desafiaban el prestigio del Libertador, como la que sigue:
El Fusilico
Cuando de España las trabas
en Ayacucho rompimos,
otra cosa más no hicimos
que cambiar mocos por babas:
Nuestras provincias esclavas
quedaron de otra nación.
Mudamos de condición,
pero solo fue pasando
del poder de Don Fernando
al poder de Don Simón
(José Joaquin de Larriva)
Ni siquiera a sus propios cercanos colaboradores seducían los planes vitalicios, como a Gamarra, La Fuente y Andrés de Santa Cruz, quienes creían que después de la batalla de Ayacucho había llegado el turno para que los gobiernos locales respondieran más a la inmensa diversidad de pueblos y regiones que lo que podía una dictadura centralizada. Así que no bien salió Bolívar del Perú, sus adversarios se encargaron de dar rápida muerte al grandioso plan dictatorial. Este fue el principio de la desintegración de la Gran Colombia y el pesimismo que desde entonces se apoderó del Libertador.
Tales eran, pues, los imperios con los que soñaba Bolívar en la febrilidad contradictoria de su mente, pero con monarca ajeno, o quizás con él mismo como tal, apoyado por Inglaterra. Por ello, el ministro Hurtado, de Colombia, obrando por instrucciones de Santander, no presentó al ministro Canning de Inglaterra la propuesta completa de Bolívar, pues la que finalmente presentó, cuando lo hizo, fue recibida con franca indiferencia: Canning temía el rechazo de las otras naciones y, en particular, el de los Estados Unidos, «…a menos que algunos otros sucesos imprevistos la obliguen a otra cosa…», según escribió Santander a Bolívar.
Y así fue como se frustró el traspaso bolivariano de las tierras de España a su eterna enemiga, Inglaterra, porque, según él, «bajo la sombra de la Gran Bretaña [es donde] podemos crecer, hacernos hombres, instruirnos y fortalecernos para presentarnos entre las naciones en el grado de civilización y de poder que son necesarios a un gran pueblo…», de lo que se deduce que para el Libertador, nosotros no éramos siquiera hombres, sino poco más que animales bajo el glorioso cetro de nuestra madre España. No fueron pocos los libertadores que, junto con Bolívar, andaban buscando madrastra.
Franco y la unidad
Pedro González -Bueno Benítez
Una mayoría de españoles y el extranjero en general, creen que la democracia que ha regido España desde la promulgación de la Constitución en 1978, ha sido un régimen de gobierno semejante al de los países de nuestro entorno; y yo diría que en gran medida están en lo cierto, pues hemos gozado plenamente en esas décadas de lo que ese sistema lleva implícito: corrupción, pornografía, revueltas, fuerte endeudamiento, paro, libertinaje … y la estéril lucha de partidos. España ha alcanzado plenamente lo que fue la aspiración de la ambiciosa nueva clase política del siglo pasado y, salvando juramento, la del Rey Don Juan Carlos, así como la de otros (?) lograda con, parece ser, “un enorme esfuerzo”. ¡Ya estamos homologados como país europeo!, ¡nuestra monarquía es como la holandesa o la danesa!, y … España a punto de morir.
Pero el hábito no hace al monje. España tiene unas señas de identidad manifiestamente diferenciadas de los países de nuestro entorno, ¡España es diferente! La Historia, como libro abierto, nos confirma que España únicamente se encuentra a sí misma y alcanza sus momentos de esplendor cuando en ella reina la unidad, una unión lograda en la comunión de los españoles con unos principios, valores y creencias que le son propios, y que no son otros que los que han forjado al pueblo español a lo largo de siglos. Dicho de otro modo, una unión no de consensos si no de convicciones, parafraseando a Macarena Olona.
Así mismo, la nación española cuenta además con otro hecho diferencial, como es la existencia de un enemigo a nivel internacional, nacido con la Leyenda Negra; el que, utilizando la mentira como arma contra el poderío español, con distintos ropajes, pero con la misma munición, sigue vivo en nuestros días, y en consecuencia hay que seguir considerándolo en todo momento.
Y … España está a punto de morir.
En trance similar a la que hoy vive España, nace Franco; incluso en circunstancias bastante peores, pues su decadencia (vista con indiferencia, cuando no con satisfacción, por el resto del mundo), se prolongó mucho más tiempo que la que hoy sufrimos, a lo que hay que añadir un manifiesto menor nivel de España en todos los órdenes y, sobre todo el derrotismo reinante, al no parecer existía salida al manifiesto desastre nacional. Y el joven Franco, en esas circunstancias, cree en España, tiene fe en España, probando que en él no cabe ni la desmoralización, ni el derrotismo. Franco es el prototipo del español inasequible al desaliento, siendo esta la primera lección que da a los españoles que aman a España; lección de enorme importancia en los momentos que vivimos.
Que Franco es un ejemplo único en todos los sentidos, es un hecho reconocido y prueba de ello es el que se haya escrito más de él que de cualquier otro personaje del pasado siglo. Pero en esa inmensa bibliografía que se ha estudiado su figura como militar, como estadista, como católico, como patriota, etc., entiendo no se ha valorado suficientemente algo que tuvo presente a lo largo de toda su vida y que defendió e impuso, por saber de su trascendental importancia para España: LA UNIDAD.
En efecto, Franco ya en su infancia se hace defensor de la unidad familiar; como cadete, repudia la “novatada”, pues rompe la unidad de lo que entiende es el conjunto de estudiantes de una academia militar; la Legión -de la que fue alma-, respira por todos sus poros el concepto de unidad; como Caudillo al ser elegido Jefe de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, requiere la jefatura del Estado, es decir la unidad del mando; en el umbral de su muerte, -en un último acto de servicio-, ruega de forma especial a Don Juan Carlos velar por la unidad de España; en su testamento consta la siguiente petición: “Por el amor que siento por nuestra patria os pido que perseveréis en la unidad y en la paz … “; habla en numerosas ocasiones de la unidad de los hombres y las tierras de España, incluso llega a decir que prefiere una España roja a una España rota.
Pero nada mejor para conocer en qué fundamenta Franco las razones y trascendencia que para España tiene su Unidad, como leer lo que escucharon los españoles en el que yo diría preconstitucional discurso, por él pronunciado y trasmitido por la radio nacional, el 18 de abril de 1937, con motivo de la proclamación del Decreto de Unificación, cuyo texto íntegro se publicó en el Boletín del Movimiento, Año I, Núm 1, el 5 de Mayo de 1937, y en el que adelantó al pueblo español las bases fundacionales de lo que iba a ser el Movimiento Nacional, origen del Nuevo Estado:
“Con la conciencia clara y el sentimiento firme de mi mision ante España, en estos momentos, de acuerdo con la voluntad de los combatientes españoles pido a todos una sola cosa: “Unificación”.
Unificación para terminar la guerra. Para acometer la gran tarea de La Paz , cristalizando en el Estado nuevo el pensamiento y el estilo de nuestra Revolución Nacional.
Esta unificación que yo exijo en nombre de España y en el sagrado nombre de los caídos por ella, no quiere decir “conglomerado” de fuerzas, ni “concentraciones” gubernamentales, ni uniones más o menos patrióticas y sagradas. Nada de inorgánico fugaz, ni pasajero, es lo que yo pido.
Pido unificación en la marcha hacia un objetivo común. Tanto en lo interno como en lo externo. Tanto en la fe y en la doctrina, como en sus formas de manifestarse ante el mundo y ante nosotros mismos.
Para esta unificación sacra e imprescindible -ineludible-, que está en el corazón de todos y que ahoga esas minúsculas diferencias personales que el enemigo alienta con su habitual perfidia, me bastaría con invocar la urgencia de aquellas dos grandes tareas como acabo de hacerlo.
Pero es que también existen razones profundas e históricas para ello, en la marcha de nuestro movimiento nacional.
En este instante -en que Dios ha confiado la vida de nuestra Patria a nuestras manos para regirla- nosotros recogemos una larga cadena de esfuerzos, de sangre derramada y de sacrificios, que necesitamos incorporar para que sean fecundos y para que no puedan perderse en esterilidades cantonales o en rebeldías egoístas y soberbias, que nos llevarían a un terrible desastre, digno sólo de malditos traidores y que cubrirían de infamia a quienes lo provocaran.”
Una, grande y Libre, es el lema que Franco hace figurar en el escudo de España, y en ese orden, pues es consciente de que la unidad de España, es condición necesaria para ser grande y libre. Estudioso de la Historia, supo ver que la grandeza e independencia del Imperio Español, radicó en constituirse como una unidad, al ser la Nueva España parte integrante de la España centenaria, y que su caída se produce por su rotura, motivada por españoles traidores y por el enemigo internacional.
Y es así que, junto al inmenso legado de Franco, patente a lo largo y a lo ancho de la geografía española, y consistente como realidad cierta, en la ingente obra que hizo de España la 9ª potencia industrial, existe el legado que proviene de su gobernanza, gobernanza que dio lugar a lo que el mundo calificó como el milagro español y que no casualmente, se inicia y termina con un llamamiento a la Unidad de España.
Conocedores los enemigos de España, de que la figura de Franco, su ejemplo y su legado, son pilares para su defensa, -y que estos siguen gravitando sobre ese pueblo español, que bajo ningún concepto la dejará morir-, libran desde hace cuatro décadas una batalla, consistente en atacar y difamar ferozmente a Franco, con el objetivo de borrarle de la Historia. Es así como Franco, a los casi cuarenta años de su muerte, sigue siendo el enemigo a derribar por los que quieren la rotura y destrucción de España. Todos los españoles, sin excepción, conocen la magnitud de esta batalla contra Franco, muchos los que reconocen la vileza, injusticia y mentira que encierra y muy pocos los que además de conocer todo eso, son conscientes de la trascendencia de esta batalla, vital para la supervivencia de España. Dicho de otra forma, la victoria sobre la anti-España pasa por la aceptación de la enseñanza que nos ofrece la Historia, lo que supone la unión de los españoles en comunión de creencias, principios y valores sustánciales a la España tradicional, olvidando los pactos o coaliciones consensuadas entre partidos, tal y como Franco lo anunció en detalle y lo ejecutó con precisión, a lo largo de su mandato.
Mientras sigamos en lucha de partidos, de derechas, de izquierdas, de centro, … los enemigos de España tienen ganada la partida.
Españoles, sabemos que la unión generosa y desinteresada es el camino de salvación y de gloria, que España está en tus manos, y que… España está a punto de morir.
¡Dios salve a España!
www.latribunadelahistoria.es
Al que quiera ver
Jaime Alonso
Abogado
La historia es el camino que recorre un pueblo en el tiempo, uniendo su destino en los limites de un territorio, una lengua, unas creencias (cultura) y la defensa de todo ello frente a los enemigos exteriores o interiores. Cuando se habla del “fin de la historia” no se están refiriendo a un futuro caótico; sino a un futuro sin raíces, sin denominación de origen, sin un pasado compartido y, por consiguiente, aleccionador. Nos advierten, estos acertados agoreros, de que la historia, en el futuro, será inventada y a la carta, según lo que convenga a la directriz global. Así cesará la vinculación a nuestros ancestros y vagaremos sin mochila y sin rumbo, ni asidero posible.
¡Que ingenuos! ¡Que torpes! ¡Que necios! ¡Que ignorantes! ¡Que malvados! los que diseñaron, a la muerte de Franco, las autonomías, como formula descentralizadora de la administración pública española, buscando una mayor eficacia, proximidad con el administrado, eficiencia en los recursos o sensibilidad histórica son, con la fuerza de los hechos y el tiempo transcurrido, el paradigma de alguno de esos cinco epítetos, sino de todos. Ellos sentaron las bases, conscientes o no, del intento de destrucción de la Nación mas antigua de Europa, base y estandarte de la civilización europea. Resulta sencillo adivinar las razones que impulsaron ese “proyecto suicida”, en el fondo, no en las formas, de la llamada “transición política de la dictadura a la democracia”.
Los tintes empleados para enmascarar la realidad, aparecen, cada día, con mayor nitidez y crudeza. Desde aquel ditirambo de la transición, iniciado por algún deudo de que: “Franco era el problema”; hasta las actuales leyes memorialistas donde todas las trompetas del Jericó mediático, político, económico, social e histórico, tocan a rebato sobre el pasado como exordio de futuro. Ya está comprobándose lo contrario: “Franco fue, es y será la solución a todos los problemas ocasionados por la quiebra de la democracia o la desintegración de la nación”.
De ahí el odio iconoclasta hacía su figura y memoria del actual Gobierno, llamado, sin mucho ingenio retrospectivo, “frente popular”; conjunción perversa de la izquierda radical, terroristas y separatistas en busca de excluir del poder toda idea contraria a sus designios; controlar y pudrir todas las instituciones; y usurpar, en su provecho, todo el proyecto totalizador y degradante que sus ideas comportan, sobradamente experimentadas desde el siglo XIX hasta mediados del XX en España.
Con Franco ya hubo que enfrentarse al separatismo que había crecido como la yedra en el edificio patrio, alimentada por el odio, el etnicismo y la corrupción de unos; y la inhibición, tolerancia y cobardía de los otros. España mantuvo en todo el siglo XIX permanentes enfrentamientos civiles, guerras cantonales y dinásticas que sembraron de discordia nuestra tierra, contribuyendo al advenimiento de la I y II Republica. Ortega no sabiendo como enfrentar políticamente el problema separatista, propuso el que “había que sobrellevarlo. Ramiro de Maeztu sostuvo en ese momento histórico que: “España es una encina medio sofocada por la yedra. La yedra es tan frondosa, y se ve a la encina tan arrugada y encogida, que a ratos parece que el ser de España está en la trepadora, y no en el árbol. Pero la yedra no se puede sostener sobre si misma”.
Franco, revirtió radicalmente el signo de los tiempos, atacando el problema en su raíz: la enseñanza, la historia y la lengua. Sin quitar un ápice de la singularidad cultural que aportaron en la historia las distintas regiones hispanas como plural mosaico de unidad, convivencia y grandeza; impidió, desde la raíz, la manipulación política que transforma los hechos diferenciadores en antagónicos; imposibilitó que la lengua vernácula y materna fuera excluyente de la obligatoria y común de todos los españoles; anuló la recreación de una historia distinta, parcial e inventada, que se enfrentara a la historia común, veraz y contrastada; y suprimió la creación y mantenimiento de una administración paralela, fagocitando los recursos generales; sin control y abusiva en competencias y funciones.
El Estado era unitario y la enseñanza única, pública y respetuosa con las iniciativas paternas, en todo el territorio español. La descentralización administrativa no admitía la dispersión, duplicidad o enfrentamientos. La unidad rechazaba la uniformidad impuesta, buscando la pluralidad enriquecedora. Aquello funcionó y Cataluña y Vascongadas fueron el motor del desarrollo industrial español y de su mayor renta “per cápita”. Se educaba en la ciencia del saber y también en la del modo de ser; buscando el conocimiento se adquiría el respeto, tanto a las personas como a sus ideas y símbolos que nos representan.
Otro superior acierto de Franco fue preservar a España, mientras se reconstruía y ejerció su “mandato comisorio”, de la vieja partidocracia que, desde la Guerra de la Independencia, fue una de las causas de nuestra imparable decadencia, ruina económica, desvertebración política, corrupción institucional y mayoritarias masas obreras y campesinas de analfabetismo y exclusión social.
Hasta su llegada, durante casi dos siglos, fueron ensayados con idéntico resultado todas las formas de gobierno, todos los sistemas parlamentarios. Gobiernos conservadores seguían a gobiernos liberales; gobiernos de izquierda, siempre mal llamados, progresistas, sucedían a gobiernos de derechas; pronunciamientos militares de uno u otro signo; una primera restauración (1874) borbónica, la de Alfonso XII Y XIII, sin contar las de Fernando VII; dos republicas, la primera federal, luego cantonal para terminar en tres guerras civiles simultaneas (Cuba, Carlista y Cantonal), con la destrucción de vidas y hacienda que ello comporta; la segunda proclamada “de trabajadores de todas clases. Desde 1812 hasta 1931, ocho constituciones distintas pretendieron encajar el traje político en el cuerpo social de España, con escasa fortuna, por su ajenidad a la idiosincrasia patria; el escaso respeto en su cumplimiento por quienes las promulgaron; la corrupción generada por las castas gobernantes y el nulo propósito de orientar la política a la consecución del bien común, en lugar de dirigirla al clientelismo militante, o al adoctrinado votante.
También acertó Franco, en retrasar la implantación subsidiada de la vieja política liberal triunfadora en la II Guerra Mundial, lo que posibilitó nuestro eficaz, sostenido y general desarrollo económico, lo que se ha dado en llamar “Estado del Bienestar”. Nadie desconocía que el sistema de democracia orgánica implantado no iba a ser homologado a su fallecimiento y al no existir un partido único, la transición se suscribía a sus previsiones sucesorias y a un pueblo desarrollado, reconciliado con su pasado, estable por su clase media e integrado en su entorno geopolítico europeo. Gracias a esa previsión han tenido que pasar otros cuarenta y cinco años desde su fallecimiento para que los viejos demonios familiares vuelvan a aparecer en toda su extensión y crudeza.
Con estas breves reflexiones sólo aspiro a que no vuelvan a hacerse presentes las palabras de D. Manuel Ruiz Zorrilla, dirigidas a sus compatriotas parlamentarios al advenimiento de la 1ª República: “Protesto y protestaré, aunque me quede solo, contra aquellos diputados que habiendo venido al Congreso como monárquicos constitucionales se creen autorizados a tomar una determinación que de la noche a la mañana pueda hacer pasar a la nación de monárquica a republicana”. Tampoco que se cumpla el dictado del diputado D. Emilio Castelar, tan buen orador como incoherente político: “Señores, con Fernando VII murió la monarquía tradicional; con la fuga de Isabel II, la monarquía parlamentaria; con la renuncia de don Amadeo de Saboya, la monarquía democrática; nadie ha acabado con ella, ha muerto por sí misma; nadie trae la República, la traen todas las circunstancias, la trae una conjuración de la sociedad, de la naturaleza y de la Historia. Señores, saludémosla como el sol que se levanta por su propia fuerza en el cielo de nuestra Patria”. ¡Y vino el desastre y sigue vivo!
Rendición Incondicional
José Luís Jerez
Abogado y escritor
El mundo se encamina, a marchas forzadas y velocidad de vértigo, hacia la implantación del Nuevo Orden Mundial (NOM) -¿judío?-; esa es la gran incógnita que vamos a tratar de descifrar, tomando como referencia algunos de los signos externos que se aprecian en nuestro entorno, los objetivos que se pretenden y la pasividad de una humanidad zombi.
El Nuevo Orden Mundial es una obra aciaga de ingeniería política, social y económica, a nivel planetario, impulsada por opacas élites, de ámbito supranacional, estrechamente cohesionadas, con una doble meta, ansiada por su frenética e ilimitada codicia: por una parte, la pasividad y la servidumbre pastueña, completamente controlada y estrechamente vigilada, de la inmensa mayoría de los seres humanos que pueblan la faz de la tierra y, por otra, la implantación de un gobierno invisible mundial, de un poder absoluto y omnímodo, todopoderoso, calculador, agazapado en la sombra, remate y vértice de la plutocracia terráquea. Semejante proyecto ya estaba diseñado en las actas que integran el texto del célebre libro de “Los Protocolos de los Sabios de Sión”.
Para lograr los propósitos de dominio completo y control absoluto de los ingenuos y amilanados hombres de a pie, la primera medida es restringir, o anular, determinados derechos esenciales y convencerles, simultáneamente, con trucos de magia y prestidigitación propagandística, con lavados incesantes de cerebro colectivos, por medio de las redes sociales, radio, prensa y televisión, que son terminales o tentáculos de sus instrumentos de poder, que dichas privaciones de libertad, impuestas por la amenaza de sanciones inasumibles, en caso de incumplimiento, o por la criminalización de su mero ejercicio, es lo normal y rutinario, cuando, en realidad, es una auténtica monstruosidad intimidatoria y aterradora.
Está claro que el NOM aboga por la consolidación de Estados policiales, donde se suspenden, con el empleo de la coacción y de la fuerza, en definitiva, de la sin razón, todas las garantías constitucionales posibles de los ciudadanos, para su neutralización y sometimiento irremisible.
Estamos asistiendo, sin rechistar, a encierros forzosos en los domicilios particulares; a severas restricciones de movilidad, férreamente perimetradas, de viviendas, barrios, términos municipales, comunidades autónomas, espacios nacionales e incluso internacionales, con cierres de fronteras y cancelaciones del libre tránsito. Se trata de acostumbrar a las masas que esa es la “nueva normalidad” a la que se deben habituar, “normalizando” con ello aspectos inasumibles, por la coerción que tamaña violencia supone, al arrogarse los gobiernos, sumisos al Nuevo Orden Mundial, superpoderes de intromisión en la hasta ahora pacífica vida cotidiana de las personas.
Para ejercer el control, sobre el pensamiento y la expresión en la intercomunicación social, se establece una estricta vigilancia cibernética de conversaciones, un espionaje sistemático y concienzudo de las conferencias telefónicas, e-mails, mensajes, videos, fotografías, etc., eliminando la confidencialidad y la inviolabilidad del secreto de las comunicaciones, amparadas y teóricamente protegidas por las leyes, que se vulneran y conculcan, con total impunidad, por los anónimos manipuladores, los “grandes hermanos”, del monopolio de las multinacionales que detentan las grandes compañías que posibilitan las conexiones, quienes marcan, unilateralmente, la rigidez del pensamiento único, donde la disidencia está penalizada y el aislamiento asegurado, en caso de discrepar de sus postulados, dejando a los usuarios como náufragos en el abismo de la soledad y la impotencia. La censura inasumible de todos los medios cibernéticos, de las plataformas, de internet, beneficia en exclusiva, a los poderes misteriosos y perjudica seriamente a las víctimas que la padecen sin alternativas, por ser dóciles dependientes de sus censores y vigilantes perennes. Si alguien se atreve a denunciar tan anómala situación, se arriesga a ser bloqueado, a sufrir el apagón informativo, por los desconocidos inspectores de su pensamiento, conciencia y voluntad, quienes, con sus tecnologías, desarrolladas para intervenir en el control individual y social, a través de dichas herramientas tecnológicas, se apropian del conocimiento íntimo y privativo de las personas incautas de su privacidad.
Las redes sociales están controladas por ciertos personajes bien conocidos: Mark Zuckerber, de Facebook INC, presidente de Whatsapp e Instagram; Larry Page y Sergey Brin, director y presidente de “Alphabet INC”, propietaria de Google y Youtube; Leslig Berland, jefe de marketing de Twitter; Micheal Lybnton, presidente de Snapchat; Steven Newhouse, presidente de Reddit; David Kadir, fundador de Tumdir; Emmett Shedr, presidente ejecutivo de Twitch o Jason Citron, cofundador y presidente ejecutivo de Discord… Todos ellos tienen en común la pertenencia a una misma camada, a una misma etiqueta, a una misma creencia, a un mismo tronco, que no es difícil de adivinar, que es también compartida por William Henry Gates, más conocido por Bill Gates, el fundador de Microsoft, con una pesada mochila a sus costas.
Reducido el hombre a “detritus humano”, cautivo e impotente, que contempla como se destruyen, por la elite de los “globalistas” iconoclastas, a la que está vinculado el Club Bilderberg, las estructuras e instituciones sociales tradicionales -familia, religión, patria, valores dignificantes-, para sustituirlas por nuevos paradigmas tiránicos, ejercidos, con frialdad de páramo, por el poder oculto y tecnocrático, que degradan al hombre, súbdito o ciudadano de ayer, a la categoría de peón y esclavo, sometidos al control total y centralizado, de los designios del Nuevo Orden Mundial.
La agenda del Nuevo Orden es implacable y su hoja de ruta rígida e indeleble. Apunta al debilitamiento de los Estados nacionales, para dar paso a su depredación supranacional e universalista y fomenta, entre otras estrategias, la potenciación, ayuda y estímulo a los nacionalismos disolventes, para debilitar la fortaleza de las naciones. En relación a la política demográfica, apuesta por la minoración de la población mundial y establece planes, programas y desarrollos, de toda clase de iniciativas, para menguar los nacimientos y acelerar las defunciones, a fin de lograr, de una manera drástica, sus reducciones genocidas de acoplamiento y cálculo de los futuros siervos a su servicio. Caminamos, pues, hacia la despoblación del planeta, por intereses bastardos.
Se afana el NOM en crear sociedades insolidarias, individualistas, alejadas del afecto humano, robotizadas y conectadas a instrumentos tecnológicos, como aparatos de relación entre los seres humanos, encerrados en burbujas cibernéticas y con la nariz pegada a las pantallas de los ordenadores, cambiando la naturaleza por el mito de la caverna de las realidades virtuales.
La trampa está en crear una dependencia ineludible, de individuos debilitados y autistas, básica y casi exclusivamente, por medio de los procesos tecnológicos, de bases de datos, ordenadores, teléfonos móviles, plataformas digitales y redes sociales inalámbricas y adictivas, que atrapan al cepo de la inteligencia artificial, de conexión de todos los aparatos a la red 5-G o de la prisión digital, de la que es prácticamente imposible evadirse en los tiempos modernos.
Las personas deben separarse, aislarse, encerrarse en sí mismas, tratar a sus semejantes a través de videoconferencias, pero sin contactos físicos ni afectos. Hay que desarticular y desacreditar los núcleos familiares, los vínculos tradicionales, acabar con el apego a los lugares de origen y desfigurar, hasta llegar a perderse, la arraigada cultura local, anular la nostalgia y el cariño, perder cualquier seña de identidad, que refuerce la socialización. La separación alcanzará también en los lugares de trabajo, fomentando el teletrabajo, para que no se consoliden vínculos de afecto, ni siquiera, entre compañeros de labor.
Y aduciendo razones sanitarias, con mayor o menor criterios científicos, muchas veces cuestionados, se restringen los contactos interpersonales, se establecen cuarentenas, aislamientos forzosos y un sinfín de medidas de control que se convierten en demenciales, en multitud de ocasiones, se obliga al uso de mascarillas generalizadas, sin analizar los efectos secundarios del uso de las mismas, se monitorizan las temperaturas corporales y, sobre todo, se prohíben, con severidad y amenazas terribles, las reuniones familiares, alentando la “distancia social”, para crear un clima de aislamiento social y de enfrentamiento de todos contra todos, en la aplicación del antiguo criterio de la alocución latina del “homo hominis lupus”, en lugar de considerar al prójimo nuestro hermano.
Por cierto, y a modo de inciso, los propietarios de los grandes laboratorios farmacéuticos, fabricantes de las vacunas contra la actual pandemia del Covid-19, todos están hermanados, casualmente, en la consanguineidad de antiguas y milenarias tribus, como Albert Bourla, director general de Pfizer, por citar sólo la empresa pionera de estas campañas.
La legislación, al socaire de los postulados del NOM, sigue la pauta de moldear el criterio en aspectos abominables y se preocupa por cuestiones marginales, introduciendo primero la controversia y luego el castigo de quien discrepe de las banalidades y sandeces morbosas y atrabiliarias de los nuevos articulados, preocupados, entre otras materias, por la degeneración sexual, en los planes de enseñanza, más hedonista y aberrante que reproductora; la introducción de ideologías de género en las escuelas, que tiende a la destrucción de los fundamentos de la familia tradicional y al control demográfico, mediante la “perspectiva de género”, que no es otra cosa que la “lucha entre los sexos”; el debate soez y “contra natura” de la propia identidad sexual, la legalización y fomento del aborto, con leyes protectoras de las hecatombes colectivas, las exaltación de los invertidos de toda laya, que forman poderosos “lobbys”, perfectamente orquestados por una charanga estrafalaria, la reconversión de los “trans”, el blanqueo de las patologías de carácter sexual, las taras mentales en esta materia, la inversión de las pruebas, contra todo pronóstico jurídico, de presunción de inocencia, las leyes de “género”, los “empoderamientos” y “emponzoñamientos” por decreto, el enfrentamiento por sistema y el libertinaje, como depravación elevada a modelo de referencia…Esto parece ser lo único que importa, la “asexualización” de la población, las dudas de pertenencia natural, el sexo virtual, la pornografía, la pedofilia, cuando estas materias han sido consideradas, tradicionalmente, subproductos residuales y marginales, del submundo y considerados, desde antaño, por las religiones monoteístas predominantes en la cultura occidental, como los peores villanos y malvados de la especie. Es el fermento de la denominada “ideología de odio”, desatada contra los que muestran su desacuerdo contra los abusos y falsos orgullos.
El NOM quiere interferir en todos los ángulos, por recónditos que sean, de posible libertad e independencia de los individuos y por ello trata de eliminar hasta la circulación del dinero en efectivo y convertir las transacciones dinerarias en un mero apunte contable, a través del corralito bancario, todos los movimientos de disposición que pretenda realizar cualquier persona con sus propios fondos o con su patrimonio particular. Ello creará un clima de terror y desnudez al ser humano, que le abocará al sometimiento, a su entrega, en cuerpo y alma, al sistema, por una cuestión de miedo y pura supervivencia.
El NOM basa su labor corrosiva en un permanente estado de agresión y de enfrentamientos intestinos que debilitan y atemorizan a los hombres indefensos, quienes adoptan, consciente o inconscientemente, una actitud sumisa por el odio al prójimo larvado en sus mensajes autodestructivos, que divide y segrega en una metástasis social, de bandas aparentemente irreconciliables, de la ofensa y hostigamiento, contra instituciones consagradas y tradicionales, de guerras viles superadas, de disturbios raciales, de “brechas de género” irreconciliables, para crear un desasosiego continuo y en espiral.
Otra de las armas utilizadas por el NOM son las grandes migraciones, con movimientos estratégicos y planificados, para crear una sociedad debilitada e integrada por una amalgama de seres sin arraigos culturales, ni sociales, en un mundo “globalizado” de seres que van a la deriva, porque así lo han dispuesto, para sus planes futuros, los que se benefician hoy del trafico de sus futuros esclavos.
Los señuelos utilizados por los defensores de la cultura del dinero, de la civilización de la intolerancia y el dogmatismo, son, para fingir sus verdaderas intenciones, el argumentario cansino, repetido una y mil veces, como una letanía monocorde, de los “derechos humanos”, la polisémica “democracia”, la “comprensión”, la “tolerancia”, la “solidaridad”, la “igualdad”, la “fraternidad”, la “libertad”, etc., palabras fetiches, sonoras, falaces y engañosas, que suenan a huecas, podridas y manidas, cuando se emplean por mera inercia y rutina, para embaucar y servir de antídoto o engañabobos a los crédulos desprevenidos.
Este cuadro atroz, descrito con crudeza e hiperrealismo, que cualquiera puede constatar y comprobar, con tan sólo abrir los ojos y mirar a su alrededor, siempre que no se haga trampas en el solitario, escinde a la humanidad en dos categorías bien diferenciadas y antagónicas: los “elegidos”, a quien una voz autorizada bautizó para siempre como “los hijos del diablo”, minoritarios e insignificantes en número proporcional con respecto a los habitantes terrenales, pero que constituyen, infelizmente, el sádico poder mundial entre bastidores, los que auténticamente deciden lo que ocurre en el mundo, las grandes fortunas de la riqueza del planeta, que forman el dominio plutocrático invisible, pero real, de los magnates de las finanzas (George Soros, Rothschild, Rockefellert, Morgan, Kissinger, Dupont…), el comercio, los transportes y comunicaciones, las agencias y medios de información (la cadena CNN, está controlada, por ejemplo, por Ted Turner) y las empresas tecnológicas, que gobiernan el mundo al acaparar, con lujuriosa avaricia, el predominio, en los que se concentra, la producción y distribución de los bienes y servicios, las grandes corporaciones supra estatales y, frente a los opulentos, al otro lado de la balanza, la enorme masa de la “servidumbre”, de los desamparados, la inmensa mayoría silenciosa y cobarde, los cautivos y esclavos de los “elegidos” y del sistema del NOM, los híbridos sin personalidad definida, dóciles y sumisos, sin coraje ni carácter, a quienes les espera un porvenir dependiente de implorantes limosnas, subvenciones o racionamientos, demandadas por todos los parias de la Tierra y escasamente recibidas, con cicatería genética, de los detentadores del poder supremo, como migajas de su opulencia.
Ante esta disyuntiva sólo cabe, por lo decisivo que resulta para el porvenir, dos actitudes frente al NOM: o la rendición incondicional o la lucha a muerte. Ustedes decidirán entre reptar o alzar el vuelo.
El antecedente terrorista del maquis en España
José Luís Orella
Historiador y Profesor Universitario
El término maquis procede del nombre de la foresta en Francia, de donde sería adoptado por la guerrilla contraria al Estado erigido por el general Franco a partir de 1939. Inicialmente estuvo formado por combatientes republicanos que no se exiliaron o que, al salir de prisión, el rechazo social empujo algunos al monte. En el noroeste se organizaron en torno a la Federación de Guerrillas de León-Galicia, y del Comité de Guerrillas antifascistas (Asturias), que reunían a comunistas, socialistas y anarquistas. Las agrupaciones guerrilleras tendrán presencia en los núcleos montañosos del Bierzo, Maestrazgo, sistema central y serranías de Cádiz y Málaga. Sin embargo, el aumento de destacamentos de la Guardia Civil enviados contra ellos y el descenso del apoyo social hará declinar a los guerrilleros que irán entregándose o pasando la frontera al extranjero. La represión será fuerte al final de la guerra, el teniente coronel Manuel Gómez Cantos, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Caceres, fusilará el 8 de diciembre de 1940 en Logrosán a 28 personas, queriendo repetirlo en Castilblanco, donde la oposición del párroco, don Ambrosio Eransus Iribarren, antiguo capellán de requetés con grado de comandante, evito una nueva masacre.
No obstante, la Segunda Guerra Mundial con la glorificación de la resistencia propiciará una visión positiva sobre la insurrección armada de tipo guerrillero. La invasión de la URSS por los nazis alemanes causará la declaración de guerra de todos los comunistas del mundo. 10.000 españoles formarán en la resistencia francesa a las órdenes del Partido Comunista Francés. La liberación de Francia favorecerá que el PCE decida poner en marcha la Operación Reconquista de España, a través de la Unión Nacional, una plataforma controlada por ellos, que procedería en octubre de 1944 a invadir España desde el Pirineo, tomando el Valle de Arán, cuyo hecho provocaría una insurrección popular que derrocaría al gobierno nacional. Por supuesto aquello no se dio y la operación fue un fracaso. El jefe del Estado Mayor del Ejército, general García Valiño encomendó a los generales Moscardó y Yagüe el rechazo a Francia de las formaciones guerrilleras. Los 8.000 comunistas que cruzaron la frontera fueron expulsados, perdiendo 129 muertos y causando 32 a los militares. El coronel Vicente López Tovar ordenó la retirada de sus efectivos al país galo. Sin embargo, López Tovar como Jesús Monzón, quien se encontraba dirigiendo en el interior de España el maquis, fueron acusados de traidores por Santiago Carrillo, quien aprovechó la ocasión para desautorizarles y hacer una purga entre sus partidarios dentro del PCE. Santiago Carrillo se adueñó del PCE y mando asesinar a los lugartenientes de Monzón, al mando del maquis, Gabriel León Trilla, que fue asesinado en Madrid el 6 de septiembre de 1945; Alberto Pérez Ayala también en Madrid el 15 de octubre de 1945; y Pere Canals nada más llegar a Francia.
Jesús Monzón se refugió en Barcelona, donde cayó preso, al ser delatado por miembros del PSUC. En aquellos días acababan de asesinar a Camilo Morales Cortés, jefe local del movimiento de Reus. Será condenado a 30 años de cárcel, pero indultado en 1959, se exilió en México, de donde vendrá a España, durante el periodo del desarrollo, como profesor de mercadotecnia en el IESE.
Las operaciones del maquis comunista, se realizaron a través de las «agrupaciones guerrilleras»: la Agrupación Guerrillera de Asturias, Agrupación guerrillera de Levante y Aragón, Ejército Guerrillero de Galicia, Agrupación Guerrillera Asturias-Santander y Ejército Guerrillero de Centro. No obstante, a partir de 1948 Stalin dio orden de suspender sus operaciones junto a la guerrilla griega. Aunque esta última no acató la orden. Las guerrillas fueron feneciendo por el distanciamiento de Francia como base de aprovisionamiento, la ausencia de apoyo de la población española y el afianzamiento del régimen a partir de 1953 con el fin del aislamiento internacional. Las partidas van desapareciendo y el cerco se va estrechando, la supervivencia en el monte se hace duro, manteniéndose a través del secuestro, y el robo, que les ahuyenta el apoyo local. Los asesinatos de párrocos, guardias civiles, cargos municipales y ganaderos que se niegan a dejarse robar, los va convirtiendo en viles bandidos.
Uno de los casos más sangrientos será en 1946 en Gúdar, cuando por la detención y posterior suicidio de la mujer del guerrillero Florenci Guillén “el Pinchol”, quien había participado en el asesinato de seis personas, la partida guerrillera de “el Pinchol” asesinó en el pueblo a seis guardias civiles, a la esposa e hija de uno de los números y a ocho civiles, dos matrimonios y tres hijos de ambos, de siete, nueve y doce años de edad, más una anciana de sesenta y cuatro. En el mismo año hicieron descarrillar el tren de Guamer a Mora la Nueva, ocasionando cuarenta muertos y más de cien heridos.
Secundino Serrano en su obra «Maquis. La historia de la guerrilla antifranquista» habla de la terrible paradoja de los héroes en Francia transformados en bandoleros en España. El mejor historiador del fenómeno maquis, el clásico «El Maquis en España» de Francisco Aguado Sánchez, nos dice como de 1944 a 1952 el maquis asesinó a 953 y cometieron 845 secuestros, sabotajes y 5.963 atracos. Según datos del Ministerio de Interior, los 1.826 enfrentamientos entre los maquis y las fuerzas del orden provocaron 12 fallecidos del Cuerpo General de Policía, 11 de la Policía Armada, 27 del Ejército y 260 de la Guardia Civil. A su vez el maquis tuvo 2.173 muertos y otros 3.387 detenidos. Entre el armamento intervenido estaban 24 ametralladoras, 3.525 armas largas (fusiles, rifles y escopetas), 516 subfusiles, 3.075 armas cortas (pistolas y revólveres) y 7.804 artefactos explosivos. A estos hay que añadir los 953 civiles asesinados por el maquis, la mitad de sus 834 secuestros acabaron con el asesinato del retenido y 103 en sus atracos. Las fuerzas del orden detuvieron a 17.861 cómplices y enlaces del maquis, según Luis Suárez en su obra «Franco. Los años decisivos. 1931-1945. Barcelona, Ariel. p. 268». En total el maquis acabó con la vida de 1.260 personas.
Los últimos maquis serán el anarquista Francisco Sabater Llopart, “Quico”, quien murió en la noche de de enero de 1960 en Palol de Revardit (Gerona), después de matar al teniente de la GC Francisco de Fuentes; el también anarquista Ramon Vila Capdevila “Caracremada”, que murió el 7 de agosto de 1963 en una emboscada en Rajadell (Barcelona), y el comunista José Castro Veiga “O Piloto”, quien murió tiroteado el 10 de marzo de 1965, en la parroquia chantadina de San Fiz (Lugo), después de robar 15.000 pesetas a un vecino de Lamagrande. Será quien pase a la posteridad como el último bandolero del campo español, cuando entró en el como un maquis comunista.
Una represión con dos caras
Ángel David Martín Rubio Sacerdote, Historiador y Profesor Universitario
La abundante producción historiográfica en torno a la violencia en la España de los años treinta y cuarenta del pasado siglo nos permite precisar cómo durante ese periodo, las pérdidas humanas provocadas como consecuencia directa o indirecta de las operaciones militares de la Guerra Civil, no fueron las únicas. La honda brecha que se manifestó entre los españoles tuvo su incidencia en el elevado número de asesinatos y ejecuciones en cada una de las retaguardias, actuaciones represivas que se prolongaron durante los primeros años de la posguerra.
Ahora bien, no es solamente que las bajas a consecuencia de la represión se sitúen en el contexto más amplio de un enfrentamiento militar, sino que el recurso a la violencia es indicio de un conflicto de más largo alcance. Con la implantación de la República en 1931, inicia su fase culminante un proceso revolucionario cuyos orígenes remotos pueden ponerse en el inicio de la edad contemporánea. El panorama no es exclusivo de España. Sin ir más lejos, Francia conoció el empleo masivo del terror como instrumento revolucionario y se había recurrido a la violencia para dar por zanjados episodios como la Comuna. Y encontramos semejanzas con el caso español en sucesivas guerras civiles revolucionarias del siglo XX: Rusia y países limítrofes, Finlandia, Hungría, Yugoslavia y Grecia. También encontramos una represión mucho más sangrienta que la española en el entorno de la Segunda Guerra Mundial y la inmediata posguerra con un importante peso de las ejecuciones no judiciales.
Volviendo a España, desde 1931 las diversas facciones izquierdistas cultivaron sistemáticamente la violencia convencidos de que les abriría el camino al triunfo definitivo, sin renunciar siquiera a la guerra civil como declararon sin tapujos sus dirigentes. Así, para Largo Caballero, «Estamos en plena guerra civil. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aún los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee, no una bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución socialista» (“El Socialista”, Madrid, 9-noviembre-1933).
De la “lucha de clases” al “genocidio”: la izquierda nos explica la represión
A raíz del libro publicado por Ramón Salas Larrazábal en 1977 con el título “Pérdidas de la Guerra”, son numerosas las publicaciones que se han centrado en la represión durante la Guerra Civil Española y la posguerra.
En un primer momento, la historiografía militante de izquierdas se acogía a formas más o menos depauperadas del materialismo histórico. Al tiempo, se retomaba un argumento ya utilizado por la propaganda en los años de la guerra: la existencia de una diferencia notable entre lo ocurrido en las dos retaguardias, radicada en el carácter sistemático y ordenado desde arriba de la represión en zona nacional mientras que los republicanos habrían sufrido, todo lo más, el desbordamiento de una violencia espontánea y de carácter popular, fruto de la agresión previamente sufrida.
En realidad, la responsabilidad de la violencia en la retaguardia frentepopulista residió de manera directa en los poderes públicos que monopolizaron el poder. Es decir, el terror izquierdista se organizó desde el principio en su doble vertiente: la policial (puesta al servicio del Gobierno, los partidos y los sindicatos) y la militar (ejecutada en un primer momento por las milicias y, posteriormente, desde el propio Ejército Popular). El funcionamiento de las checas y otros organismos semejantes resulta imposible de interpretar si se olvida la existencia en paralelo de un Gobierno y de un proceso revolucionario, así como la pugna entre los protagonistas de éste para determinar cuál de las fuerzas implicadas lograría imponer su hegemonía al resto. Esta última circunstancia determina también un rasgo característico del terror en esta zona (sin parangón en la retaguardia nacional) que es la violencia sufrida por los propios miembros de las organizaciones izquierdistas. Los comunistas van a asesinar a numerosos anarquistas, miembros del POUM y socialistas menos radicalizados y van a sufrir, a su vez, represalias desde estas facciones. Cuestiones como la persecución religiosa iniciada por la República en 1931 y que supuso un porcentaje importante de las víctimas, merecería tratamiento aparte. Para todo lo dicho, remitimos al trabajo de José Javier Esparza, probablemente la mejor síntesis acerca de la represión en la retaguardia frentepopulista (“El terror rojo en España”, Barcelona: Áltera, 2007) y a la investigación de Manuel Aguilera Povedano sobre la violencia en el seno de las diversas facciones izquierdistas (“Compañeros y camaradas. Las luchas entre antifascistas en la Guerra Civil española”, Madrid: Actas, 2012).
Las cifras de víctimas: un falso debate
Los estudios más serios acerca de la cuestión que venimos abordando permiten establecer que las víctimas de la guerra se sitúan en torno a las 630.000, incluyendo las causadas por enfermedad, combates y ejecuciones. La sobremortalidad por enfermedad se establece con facilidad (unas 330.000 bajas) y corresponderían a muertes violentas el resto. Los caídos en acción de guerra han sido generalmente estimados en torno a los 160.000 y la represión habría costado unas 140.000 vidas entre los dos bandos y la posguerra. Es significativa la elevada proporción que representan las muertes violentas al margen de las operaciones militares: aproximadamente un 50% del total. Unas sesenta mil fueron las víctimas en la retaguardia frentepopulista mientras que el número de ejecutados por los sublevados y en la posguerra se situaría en el entorno de los ochenta mil. En el primer caso era menor el número de población considerado potencialmente hostil al quedar provincias enteras fuera del control de los frentepopulistas, por lo tanto, la represión en zona republicana causó menos víctimas en números absolutos pero la cifra resulta, proporcionalmente, mayor que la de la represión en zona nacional y posguerra.
Los revisionistas vinculados a la memoria histórica pretenden elevar la cifra de los represaliados por los alzados hasta valores que se sitúan muy por encima de los cien mil ejecutados. Para ello se prescinde de los datos aportados por las estadísticas demográficas y se utilizan estimaciones, misteriosos informes basados en recuerdos más o menos elaborados o se atribuyen a la represión causada por los sublevados numerosas víctimas que en realidad se deben a acción de guerra e incluso se trata de asesinados por los republicanos.
Las represalias que tuvieron lugar en la zona frentepopulista costaron la vida a miles de personas y conocieron un grado de crueldad difícilmente parangonable. No hay razón alguna para sostener, como se ha pretendido, que el terror en el campo republicano fuera infinitamente menos importante que el del campo nacional. Eso sí, los varios miles de personas fusiladas aquí como consecuencia de la aplicación de los bandos de guerra y de los procesos judiciales de naturaleza militar, así como manifestaciones de una represión irregular que se mantuvo en la posguerra son lo suficientemente expresivas para plantear con toda seriedad la cuestión. Más allá de las cifras, interesa subrayar ahora que la represión en zona nacional, y de manera particular en la posguerra, fue de manera predominante el resultado de una exigencia de responsabilidades por comportamientos durante el período de control revolucionario de los que se derivaban consecuencias penales, es decir, que se juzgaba por delitos concretos. Es cierto que no solo se consideraban los crímenes de guerra sino también la participación en las instituciones políticas y militares del bando revolucionario. Esto obliga a distinguir cuidadosamente entre los posibles inocentes, víctimas acaso de falsas delaciones, de los responsables de crímenes sin que quepa una posible equiparación.
El proceso es reversible
En una reciente revisión del panorama historiográfico acerca de la Guerra Civil española, el historiador Arnaud Imatz acaba concluyendo que gracias al trabajo de una minoría de historiadores independientes, la visión maniquea y falsamente progresista de la Segunda República y la Guerra Civil impuesta por la izquierda ha recibido un golpe mortal. La visión parcial, sin duda, sigue siendo predominante en los ámbitos estatales y en la propaganda, pero en muchos medios de comunicación y en sectores cada vez mayores de la opinión pública, la percepción de la historia española del siglo XX es muy diferente de los mitos sostenidos por la izquierda.
Es necesario ahora que el pasado de los españoles y su conocimiento histórico, vuelvan a formar parte del entramado de virtudes y valores aceptados y cordialmente vividos que nos unen como comunidad política. Sobre estos principios deben fundamentarse los llamados “usos públicos de la Historia”, y nunca desde la ignorancia o la falsificación del pasado, promovidos por el afán de hegemonía de un proyecto totalitario.
“En el Rosario está cifrada la salvación de tu Patria”
¡REZA POR ESPAÑA!
Por sus frutos los conoceréis
- Jesús Calvo
Sacerdote
La hipócrita propaganda de “la salvación de la democracia” por el ex rey Juan Carlos I, emitida el pasado 23-F en TVE, ha sido el teatro oficial del sistema liberal, mantenedor de puestos burocráticos de los dictadores del parasitismo, que engulle las reservas económicas de nuestra empobrecida y fragmentada Patria.
Han dado una lejana historia de la realidad de aquellos momentos recién estrenada la democracia, ensangrentada por el terrorismo diario contra las fuerzas del orden, especialmente la Guardia Civil, y el desorden generalizado, tanto callejero como en la moral pública.
Ocultaron el trasfondo que motivó aquel pronunciamiento militar (mal llamado golpe de estado), cuando solo se trataba de instaurar provisionalmente un gobierno militar para atajar aquella situación de anarquía en la que nos sumió la ausencia del providencial Caudillo de España, y la urgencia de eliminar tan gravísima sangría cívico-militar nacional del terrorismo revanchista, ausente de toda autoridad justiciera.
Los militares comprometidos, informado el Rey, entraron en el Congreso el 23-F. advirtiendo que iban en nombre del Rey (cosa que ocultaron en ese reportaje).
El Rey iba a poner de presidente del Gobierno a su amigo, el General Armada, luego… ¿quién daba el golpe, sin haber hecho referéndum nacional? Miláns del Bosch también era monárquico, no así Tejero.
Y cuando el patriota e incorruptible Tejero Molina (Teniente Coronel de la Guardia Civil), vio que en la lista de nuevos ministros iban a nombrarse a socialistas y comunistas, además de Fraga, en una ensalada de sujetos diversos, para dar gusto a la oficialidad democrática, era una tradición a lo acordado, negó rotundamente esa toma de posesión inmediata, dando un contragolpe, evitando todo acto de fuerza, con posible sangre innecesaria.
También rechazó la cuantioso suma de millones que se le ofrecieron en forma de soborno, para acceder al plan del Rey.
Solo un caballero español, amante de Dios, la Patria y la Justicia, podía actuar así con sumo honor y responsable del estado real de su agredido y cobarde gobierno…
¿Por qué no se dijo todo esto en esas programaciones televisadas…? ¿Y por qué el Rey tardó tantas horas en responder ante lo que pasaba en el Congreso? ¿Por qué no se hizo ya en su día un seguimiento paso por paso de los hechos de 1981 cuando vivían todos los personajes del pronunciamiento?
¿Y por qué entre los periodistas intervinientes no llamaron a don Luis F. Villamea, testigo de todo y director de Fuerza Nueva, así como al mejor documento viviente de don Antonio Tejero? ¿De qué tenían miedo esos traidores, cobardes y pasotas mandatarios?
El supuesto triunfo de la democracia lo que nos ha traído ha sido esta ciénaga de vergüenzas físicas y morales, arruinando a la nación, que de la octava potencia económica mundial a la que nos elevó el nacional catolicismo de Franco, ha quedado en la 14ª potencia, y seguimos retrocediendo, habiendo perdido el prestigio que en el mundo tuvo, traicionada por el perjuro del Rey (y el silencio cobarde de la jerarquía eclesiástica), auto destructora de su inmediato futuro en el holocausto del aborto, destrucción de la familia, corrupciones de partidos, políticos golpistas, destructor de identidades nacionales y a la dictadura mundial del judaísmo masónico.
Hasta el colmo de la anarquía práctica de vandálicas guerrillas urbanas, fruto del manejismo, la frustración, la incultura, el odio a las grandezas históricas patrias y como la Providencia pone a cada cuan en su sitio, el “emérito” huido de la Justicia como un vulgar delincuente, y don Antonio Tejero enaltecido con una apología de casi 600 páginas, titulada “DON ANTONIO TEJERO, UN HOMBRE DE HONOR”, publicada por la editorial SND.
Ahí están los frutos. Toda causa tiene sus efectos.
No tardando, tendremos que culpar a Tejero de no haber dado por su cuenta un golpe seco de Estado, y de no haber metido en la cárcel al Borbón con su mágica y “salvada democracia”. Pobre España, atracada por Judas, Pedros y Pilatos: Traidores, cobardes y pasotas.
Ya lo dijo Franco: “No se os puede dejar solos”.
GOBIERNO DE CONCENTRACIÓN DEL 23F
En Febrero de 1981 estos mimos políticos se manifestaron en contra del “Golpe”.
“Era el Rey y los partidos políticos los que habían organizado un golpe en el que nosotros éramos los malos y ellos los salvadores de la patria. Por ello tienen que tener guardada la parte oficial hasta que mueran los cabecillas, que tuvieron la desvergüenza de manifestarse al día siguiente”.
- Antonio Tejero Molina
Afán nº 25
Febrero de 2021
El Ángel de la Victoria, (pen)último asalto en Tenerife por eliminar a Franco del espacio público
La Junta Republicana de Canarias pide la retirada del conjunto de Ávalos, cuyo valor artístico defiende la Fundación Franco apoyada en informes de expertos
Andrés Bartolomé en la Razón el 04-03-2021
Tras la retirada del monumento a Franco en Melilla, el objetivo a erradicar se ha centrado en un conjunto escultórico ubicado en Santa Cruz de Tenerife. Sus detractores se basan en que la eliminación responde al mandato de la Ley de Memoria Histórica (LMH), y sus defensores alegan respecto al primero que se trata de una estatua que recuerda a Franco como comandante de la Legión -antes de la Guerra Civil- y en el caso del segundo, que es una obra artística que escapa al objeto de la ley, además de que el “Generalísimo” no está identificado como tal.
Situado en una de las principales calles de la ciudad, este último conjunto es comúnmente conocido como “monumento a Franco”, y está formado por una de las esculturas más llamativas de Santa Cruz de Tenerife, obra de Juan de Ávalos, el autor que dio forma al conjunto del Valle de los Caídos. Su nombre oficial es “El Ángel de la Victoria” o “El Monumento del Ángel”.
La Real Academia de Bellas Artes solicitó al Cabildo en 2019 que declarase el monumento Bien de Interés Cultural (BIC), pero se rechazó alegando que hay un procedimiento judicial en marcha en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
A la expectativa
El Ayuntamiento se mantiene mientras tanto a la expectativa de lo que pueda suceder, sin “interés” ni “prisa” por “proteger” el conjunto, “algo que nunca se ha planteado”, según la Consejería de Patrimonio Histórico del Cabildo. Por su parte, José Carlos Acha, concejal de Cultura del consistorio, habla de “una obra de arte” que “en todo caso hay que resignificar en algo que permita entender qué sucedió y ponerlo en contexto”.
En opinión de Arturo Armada, patrono en la isla de la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) desde 2005, “no hay nada que identifique con Franco al conjunto”, que forman “un ángel ascendente con un guerrero encima”, y, afirma, “nunca ha habido una placa” que identifique “el monumento más fotografiado en Santa Cruz”.
Defensa de la obra de Ávalos
La Fundación Franco basa la defensa de la obra de Ávalos en los dictámenes que han emitido entidades como la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel, la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel o la Fundación Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP), así como un documento de la Universidad San Pablo-CEU.
El informe jurídico establece que el conjunto escultórico está protegido por la propia Ley de Memoria Histórica en su punto 15.2, que afirma que la norma no es aplicable “cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley”. Según los expertos consultados, “es el caso”, ya que “poseer una obra de la categoría artística de la de Juan de Ávalos honra sin duda el patrimonio artístico de Santa Cruz de Tenerife”. De Ávalos se recuerda además su condición de Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1974) y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes (1880) y Gran Cruz de la Orden de Isabel La Católica.
Para la Fundación CICOP, “este conjunto arquitectónico constituye uno de los ejemplos en donde el pasado convive con el presente y el futuro”.
Obra emblemática
Arturo Armada no percibe animadversión entre los ciudadanos hacia la emblemática obra. “La gente lo tiene asimilado completamente”, dice. “Esto no tiene nada que ver con Melilla, que es una barbaridad, pero aquí no lo identifican con nada, es un conjunto escultórico que nadie se propone quitar, salvo los que se mueven con ese odio que uno no se explica…”.
Ese rechazo viene expresado en la recogida de 21.000 firmas que la Junta Republicana de Canarias dice haber recogido para apoyar su solicitud de que se retire el monumento y toda la simbología de exaltación del franquismo en la ciudad, y en una nota de prensa donde se calificaba a Franco de “genocida”.
“Esas firmas… Para que tengan un valor tienen que ir acompañadas de documentos, y dudo que hayan seguido esos cánones”, critica el patrono de la Fundación Franco. “Lo que sí hay son cientos de miles de personas que se adhirieron por suscripción popular a la construcción del conjunto en 1966”, apoyos “de todos los pueblos de la provincia”, desde donde contribuyeron “con una peseta, cinco, diez… Eso sí es un plebiscito de la voluntad del pueblo”.
Símbolo del triunfo de la paz
El informe de la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel señala que la obra fue levantada “en símbolo del triunfo de la paz entre españoles y no respondiendo a un motivo de exaltación de ninguno de los tipos” a los que hace referencia la LMH.
Sobre su autor, se recuerda que Juan de Ávalos fue “un escultor depurado por Franco por ser activo militante socialista y republicano, con carnet número 7 del PSOE de Mérida”.
Los expertos abogan por alcanzar, por medio de una resignificación, una solución que permita al monumento, en palabras del propio CICOP, “adquirir el rol que le corresponde y que su conservación trabaje para el futuro y no el pasado, ya superado por la mayoría de la sociedad”.
Su recomendación es “colocar una placa para que el monumento pudiera contextualizarse” y permitiera “no solo admirar el valor de la obra sino entender su verdadero significado”. Proponen como ejemplos del texto para esa placa dos inscripciones: “Monumento a la victoria de la Paz” o “Monumento a la victoria de la Paz erigido por suscripción popular”.
Preguntado acerca de un desenlace, Arturo Armada se muestra escéptico: “En estos tiempos convulsos puede pasar cualquier cosa, pero si el buen criterio y la capacidad de razonar triunfan, debería dejarse la obra como está”.
ENFRENTANDO A LA SERPIENTE (por Rostroazul)
Nos cuenta el libro del génesis (que trata de explicar los orígenes del problema humano) que los hombres, que habían sido creados en un estado magnífico y vivían en un paraíso donde no conocían el hambre, ni la necesidad, ni la enfermedad, ni la muerte; fueron tentados por la serpiente bajo el engaño de usar su libertad para ser absolutamente dueños de su destino sin necesidad del Creador. Sucedió, según nos relata el episodio bíblico, que el hombre cayó en la tentación propuesta por la serpiente, de querer vivir según su propio orden moral y descubierta su trama fue expulsado del paraíso, entrando en un destierro donde se nos señalan como desventajas principales, el ganar el pan con el sudor de la propia frente. El parir con dolor, y tener que sufrir la enfermedad y la muerte.
Una vez en el destierro, el hombre se olvidó del creador y viviendo bajo los postulados de su propia conciencia, formó sociedades donde se adoraban a deidades, que representaban la muerte, la fecundidad, los fenómenos naturales o los astros…y por supuesto fruto de su ruptura con la moral del paraíso, en aquellas sociedades pretéritas, se daban situaciones de indigencia y orfandad antropológica. Principalmente la antropofagia o canibalismo; la esclavitud…el ofrecimiento de sacrificios humanos …. las prácticas homosexuales…. El suicidio…. y todas estas conductas, que expoliaban al ser humano haciéndolo profundamente infeliz, tenían su base en la misteriosa serpiente.
Los tratados de angelología cristiana nos dieron cuenta, que la serpiente no era sino un poderoso ser creado (un ángel caído), que habiendo perdido su sitio en el cielo, vivía por y para arruinar los planes del creador sobre el género humano, impidiendo que este obrara el bien y sufriera un altísimo costo, privado de alcanzar la gloria divina.
Hasta que un día Dios, intervino en la historia para tratar de revertir la situación de aquellas criaturas desterradas, que andaban en las tinieblas de este mundo, y lo hizo sacando un pueblo nuevo de la nada, de un precursor (Abraham) con una moral nueva con su código de conducta. Este pueblo se caracterizó por recibir de Dios directamente las nuevas normas morales a seguir (los mandamientos), que implicaban una total ruptura con las seguidas por otros pueblos, pero que básicamente propugnaban el amor y la adoración al único Dios, el respeto por el semejante; la sustitución de los sacrificios humanos por los de animales; el enaltecimiento de las familias y patriarcas y una estricta moral sexual……también el respeto por el individuo y la propiedad. Se llamó a esto la primera alianza.
El pueblo elegido fue advertido por los profetas de que en su seno aparecería un “salvador” que redimiría al hombre posibilitándole la reconciliación con Dios y su regreso final a la casa del padre.
Al cumplirse la profecía de la venida de El salvador al mundo y al inicio de su vida pública, se produjo un hecho inaudito, recogido en los textos evangélicos como “las tentaciones”. El Salvador y la Serpiente se vieron las caras en este mundo. Fue en el desierto del Jordan. En su entrevista, la serpiente le dejó muy claro al Salvador, que ella mandaba en la tierra. Básicamente que, si se plegaba a sus designios, lo trataría como a buen chico; Si lo adoraba y hacía que las piedras fueran pan entonces habría premio, pero que sino…. le iría muy mal porque el poder de este mundo se confabularía contra él. El salvador rechazó las propuestas de la serpiente y le explicó que tenía una misión que cumplir: Salvar al mundo …de la serpiente.
El Salvador se enfrentó contra los perversos designios del mundo que habían arraigado en el propio pueblo de Israel a través de la cultura griega y fue ejecutado por las fuerzas malignas, pero resucitado en su gloria, infundió a sus discípulos la misión de cambiar el mundo al amparo de su iglesia. A esto se le llamó la segunda alianza. Pero ojo su evangelio fue un desafío al hombre …. sin conversión no habrá salvación. Sin arrepentimiento el pecado original se impone y la redención no surge efecto.
Veinte siglos después, los logros y la expansión de la nueva moral cristiana se convirtieron en un relativo éxito, siendo difundida la fe por todo el mundo. Desapareciendo en general el politeísmo, la esclavitud, el aborto, …… estando mal vistas las relaciones homosexuales o el suicidio…. siendo impensable la eutanasia y la eugenesia…. era residual y restringida la pornografía considerada letal para los niños …. no se concebía la pederastia…. Y así un largo etc. Se puede decir, que occidente colonizó el mundo esparciendo el cristianismo y sus valores por todas las fronteras, cumpliéndose el designio evangélico de predicar a todas las naciones en un fuerte impulso misionero.
Sucedió a principios del siglo XX, que la nación mas grande de la tierra (Rusia) se convirtió a los postulados de la Serpiente a través de una nueva ideología, el comunismo, que profería como esencia espiritual a inculcar a los hombres, el odio a su gran rival Dios. El comunismo engendraba todos los valores de la Serpiente negando la redención y convirtiendo al hombre a una nueva esclavitud …la del Estado. En su nombre se propugnó el ateísmo como valor esencial, y el aborto y el divorcio institucional como ejes liberadores de la persona…. se abolió la propiedad, se persiguió al cristianismo y en general a la religión como enemigo directo…… Se limitaron derechos esenciales como la libertad de movimientos…. se ejecutó o reeducó a los disidentes. El comunismo personifica el triunfo de la Serpiente un asalto al poder para esclavizar y mitigar con furia el hecho de que el hombre pueda aprovechar la oportunidad de su redención. Es la inquisición al revés más oprobiosa de la tierra.
El asunto no pasó inadvertido en el cielo, pues el mismo año de la victoria comunista en Rusia (1917) en el otro extremo de Europa la Virgen María se apareció en Portugal (Fátima) y advirtió que la situación era grave, y que se requería del Papa católico la consagración de Rusia a su inmaculado corazón en unión con todos los obispos del mundo, sino de otra manera Rusia extendería sus errores por el mundo……inexplicablemente la sugerencia de la Virgen apoyada por un milagro público visto por mas de 50.000 personas no fue cumplida por la iglesia por temor a mas represalias del gigante Europeo y ….. Rusia extendió el comunismo por el mundo alcanzando a la nación más habitada del planeta. De esta manera la nación mas grande y la más habitada del planeta se hizo comunistas.
El comunismo se fijó en España como país idóneo para su implantación en nuestra tierra ocasionando la mayor persecución religiosa desde Diocleciano, con el asesinato de mas de siete mil religiosos…. por el hecho de serlo (capitulo ausente de la memoria histórica). La serpiente fue momentáneamente derrotada en cruenta guerra civil ganada por los buenos, de ahí el odio histérico de sus esbirros por todo lo que recuerde a su fallido proyecto.
En los momentos actuales la Serpiente, que ha visto la imposibilidad de derrotar militar y económicamente a occidente ha mutado para implantar sus ideas del plano económico al plano moral directamente…. Se trata de una jugada maestra …se trata de hacer pensar al hombre que en su desobediencia al creador obtendrá el éxtasis de su libertad plena emancipado de perjuicios. Resumiendo, volvemos al inicio de este trabajo antropológico…. Se difunde que nos sintamos orgullosos del pecado original…. para de esta manera hacer inútil la obra salvadora del enviado de Dios.
El Vehículo es la exaltación en occidente, que no en Rusia ni en China de una ideología proclamada satánica por la vaticana congregación para la doctrina de la fe. La LGTBI, que bajo la burda astucia de que somos iguales (los hombres y mujeres no somos iguales) se disuelve el género fomentando todo lo reprobado por el creador, la homosexualidad, la inversión sexual, la transexualidad, la pederastia cada vez mas reconocida y toda la basura que pueda destruir la institución natural de la familia…. y como te opongas … serás depurado por los tribunales públicos de la nueva inquisición.
En este escatológico capitulo de la historia de la humanidad nos encontramos a inicios de 2021. No es una batalla de derechas e izquierdas. Tampoco es una batalla social. Esta en juego los cimientos de la civilización …los matrimonios …. las familias…los clanes…los lugares donde el hombre encuentra cobijo en su infancia y en su vejez. Para los primeros abortos, para los últimos eutanasia, para los del medio disgregación…. para los que se opongan…la hoguera.
Revelaciones Privadas, Fátima y el Fin de los Tiempos. II
José María Manrique
La verdad os hará libres (Jn 8, 32).
La verdad padece, pero no perece (Santa Teresa).
Foto de LIFE de 3 de enero de 1949 que demuestra el
universal interés por los Mensajes de Fátima: D. José Alves Correia da Silva, Obispo de Leiría (Fátima) entre 1920 y 1957 y depositario del “Tercer Secreto”, el cual está en el sobre que aparece delante y en el que escribió: “Este sobre y su contenido será confiado a su Eminencia el Cardenal Don Manuel (Gonçalvez Cerejeira), Patriarca de Lisboa, después de mi muerte. Leiría, 8 de diciembre de 1945, José, Obispo de Leiría. El mismo fue enviado al Vaticano en 1957./Octubre de 1949: Franco en Fátima.
Recientemente Monseñor Athanasius Schneider ha impartido una muy recomendable conferencia titulada Fátima y los últimos tiempos, por medio de internet (ejercitoremanente.com/2021/03/05) y en español. En ella destaca que, fundamentalmente, Nuestra Señora vino a Fátima a pedir que se hiciera penitencia y reparación por los pecados y así evitar el castigo divino en este Mundo y en el Infierno.
Coincide en ello con lo supuestamente manifestado por Sor Lucía al Padre Fuentes, postulador de las causas de Jacinta y Francisco, en diciembre de 1957: “Los dos medios para salvar al Mundo son la oración (especialmente el rosario) y el sacrificio”.
Eso es lo medular, siendo lo demás advertencias para recalcarlo. Pero unos y otras se ha buscado ignorarlas, por lo que, como veremos, la tercera parte del “Secreto de Fátima” ha sido largo tiempo ocultada y, aterrador es decirlo, desvelada parcial y engañosamente según los hechos, indicios y revelaciones posteriores. Entre ellas, las más explícitas son las comunicadas irlandesa “Maria Divine Mercy” (MDM, Mary Carberry de soltera, Mary McGovern; no reconocida y muy perseguida), que la web Ejército Remanente acompaña a las palabras de Schneider; como ejemplo de su probable veracidad, me consta que Mary comunicó la forzada renuncia de Benedicto XVI en febrero de 2013, tiempo antes de producirse (junio 2011).
Veamos ahora esos hechos e indicios.
Las Jerarquías Eclesiásticas (Pío XI y Pío XII).
Recordemos que en 1926 y 1929 las apariciones reiteraron la Consagración de Rusia por el Papa en unión con todos los Obispos del Mundo, que en 1930 el Obispo de Leiría (José Alves Correia da Silva) reconoció al fin las apariciones; y que el Papa Pío XI (1922-1939) supo de las peticiones en aquel 1930. Que Sor Lucía escribió sus Memorias en 1934, 1937 y 1941 (las dos últimas); solo en la 4ª se incluyó, al final de los dos primeros secretos, la frase: “en Portugal se conservará siempre la doctrina de la Fe, etc; esto no se lo digáis a nadie; a Francisco, si podéis decírselo”. También en ella puso que había escrito todo “a excepción de aquella parte del secreto que actualmente no tengo permiso de revelar…”. Para muchos, ya desde 1941, las palabras de la Santísima Virgen interrumpidas con el etcétera deberían continuar en lo que se denominó “Tercer Secreto”.
Pero, al parecer, Pío XI, que recibía las peticiones trasmitidas por Lucía a través de sus directores espirituales, nunca quiso oír habla der Fátima (según escribió Marco Tosatti, en el Il segreto non svelato, a quien se lo dijo el secretario papal Carlo Conalonieri, luego cardenal). Concretamente, Lucía dijo al 3 de febrero de 1946 al sacerdote montfortiano holandés Hubert Jongen: “El padre José Bernardo Gonçalves (mi confesor) … informó a Su Gracia el obispo de Leiría sobre todo y logró que el pedido llegara al conocimiento de S. S. Pío XI”. Mientras, la más feroz persecución religiosa se había enseñoreado de Rusia, Méjico y España, y la anunciada guerra mundial estaba en ciernes.
Pío XII (1939-1958), que había sido consagrado obispo el mismo día de la 1ª aparición en Portugal, gustaba definirse como el Papa de Fátima, sin duda por estar mal informado, tampoco hizo nada antes del estallido de la guerra. Lucía, aconsejada por sus confesores, obtuvo autorización del Cielo para que se obviara la políticamente temida, y por algunos diplomáticos y “teólogos” vaticanos desaconsejada, “consagración de Rusia”, y lo que podía suponer de crítica al régimen de la URSS, y se hiciera una consagración del Mundo con especial mención de Rusia, lo cual transmitió, con bastantes alteraciones, el Obispo Correia da Silva. Aquella “consagración de la Iglesia y el Mundo al Inmaculado Corazón de María” se hizo el 31 de octubre de 1942. Lucía manifestó que fue un acto incompleto respecto a la voluntad divina, por lo que quedaba pendiente, hasta que se atendiera completamente la petición de la Virgen, la conversión de Rusia y la paz verdadera, con la consecuente anunciada derivada de que Rusia seguiría “esparciendo sus errores por el Mundo, (y) promoviendo guerras y persecuciones”.
El 4 de mayo de 1943, Sor Lucía escribió: «Nuestro Señor “promete el pronto final de la guerra, habida cuenta del acto que se ha dignado hacer Su Santidad. Pero, como fue incompleto, la conversión de Rusia será para más tarde”». Así mismo escribió una carta (recogida en el libro El futuro de España en los Documentos de Fátima del P. Martins S.J.) donde transmitió un recado de parte de Nuestro Señor para los Obispos de España: «“El Señor desea que los Obispos de España se reúnan en retiro y determinen una reforma en el pueblo, en el clero y en las órdenes religiosas” … “si los Señores Obispos de España no atienden sus deseos, ella (Rusia, sus ideas) será una vez más el azote con que Dios los castigue».
Ya conocen la respuesta. Y, respecto a las ideas dispersadas por el comunismo ruso, recordemos que fue fruto de “la revolución”, financiada en los países sajones por los plutócratas, que, ya con Marx y Engels en el siglo XIX, siempre ha querido “derribar el trono y el altar”, y también la familia y la moral natural, antes incluso que Gramsci y la Escuela de Frankfurt
El 15 de julio de 1946 Sor Lucía dijo al hispanista William Thomas Walsh (autor de Our Lady of Fátima) que: “Lo que nuestra Señora quiere es que el Papa y todos los obispos del Mundo consagren Rusia a su Inmaculado Corazón en un día especia… ¡No el Mundo!, ¡Rusia!, ¡Rusia”.
A partir de entonces las cosas se oscurecieron aún más. El 13 de mayo de 1948 abandonó España y, con 41 años, ingresó en las Carmelitas de Coimbra con el nombre de Sor Maria Lúcia de Jesus y do Corasão Inmaculado. Como mero apunte, hay que decir que con este nombre, según fuentes de internet, hubo una inscripción el carmelitano Secretriatus Generalis pro Monialibus O.C.D. (Moniales defuntae; Nº. 265) que la dio por muerta el 31 de mayo de 1949, fecha que oficialmente corresponde a sus votos solemenes; este registro se modificó posteriormente a la fecha oficial de defunción (13-II-2005). En todo caso, como se detallará, en Coimbra tuvo prácticamente prohibidas las visitas y el hablar del 3er Secreto, y a partir de entonces las muy llamativas discrepancias físicas que aparecen en las fotografías (no es muy creíble que Sor Lucía se hiciera una ortodoncia completa) han hecho florecer los estudios de su supuesta suplantación por una doble (o varias), bien ya entonces, bien a finales de los años 50.
Pío XII, en vísperas la proclamación del Dogma de la Asunción, el 31 de ocubre de 1950, vio en los jardines vaticanos el “Milagro del Sol”.
Este mismo Papa, consciente de no haber cumplido enteramente el mandato celestial por falta de “comunión” entre los obispos y “teólogos”, el 7 de julio de 1952, mediante la carta apostólica Sacro Vergente Anno dirigida a los pueblos de Rusia, realizó la consagración exclusiva de Rusia. Pero, una vez más, de forma incompleta e imperfecta.
En otoño de 1952 Pío XII envió a Coimbra al jesuita austríaco P. Joseph Schweigl. A su vuelta dijo que el Tercer Secreto completo consistía en dos partes, una se refería al Papa y la otra la continuación de las palabras dichas por la Virgen en el 2º Secreto, concordando con las memorias de Lucía que terminan con: “En Portugal se conservará siempre la doctrina de la Fe, etc”.
El Padre Augustín Fuentes Anguino, mejicano, postulador romano de las causas de beatificación de Francisco y Jacinta, consecuente con esta obligación tuvo una conversación con Sor Lucía el 26 de diciembre de 1957. El 22 de mayo de 1958, ya en a Méjico, dió una conferencia sobre ello y posteriormente la publicó aquel mismo año con el Imprimatur y aprobación del Obispo de Leiría-Fátima, Mons. João Pereira Venâncio (nombrado el 13 de septiembre de 1958), así como el de su Arzobispo, Monseñor Manuel Pío López Estrada (Jalapa-Veracruz, Méjico) y, según el P. Grüner, con el apoyo del Cardenal Arzobispo de Guadalajara. El P. Fuentes testimonió que Lucía le había dicho:
«La Santísima Virgen está muy triste, porque nadie hace caso a su Mensaje, ni los buenos ni los malos. … Pero, créame, Dios va a castigar al mundo, y lo va a castigar de una manera tremenda. El castigo del cielo es inminente … ¿Qué falta, Padre, para 1960; y qué sucederá entonces? Será una cosa muy triste para todos … No puedo detallar más, ya que es aún secreto … “Es la tercera parte del Mensaje de Nuestra Señora, que aún permanece secreto hasta esa fecha de 1960”. … Que “muchas naciones de la tierra desaparecerán sobre la faz de la misma”, que Rusia será el instrumento del castigo del Cielo para todo el mundo, si antes no alcanzábamos la conversión de ese pobrecita Nación … Nunca (Ella) se sonrió con nosotros, y esa tristeza y angustia que notábamos en la Santísima Virgen, a causa de las ofensas a Dios y de los castigos que amenazaban a los pecadores, nos llegaban al alma … No es mi misión indicarle al mundo “los castigos materiales que ciertamente vendrán” sobre la Tierra si el Mundo antes no hace oración y penitencia. No. Mi misión es indicarles el inminente peligro en que estamos de perder para siempre nuestra alma si seguimos aferrados al pecado … No esperemos que venga de Roma una llamada a la penitencia, de parte del Santo Padre, para todo el Mundo; ni esperemos tampoco que venga de parte de los señores Obispos, cada uno en su diócesis; ni siquiera tampoco de parte de las Congregaciones Religiosas. No; ya Nuestro Señor usó muchas veces estos medios, y el Mundo no Le ha hecho caso … La Santísima Virgen no me dijo que nos encontramos en los ultimos tiempos del mundo, pero me lo dió a demostrar por tres motivos: el primero, porque me dijo que el demonio está librando una batalla decisiva con la Virgen y una batalla decisiva, es una batalla final … así que ahora, o somos de Dios, o somos del demonio; no hay término medio. Lo segundo, porque me dijo … que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo; el Santo Rosario y la devoción al Inmaculado Corazón de María; y, al ser los últimos remedios, quiere decir que son los últimos, que ya no va a haber otros. Y tercero, porque siempre, en los planes de la Divina Providencia, cuando Dios va a castigar al mundo, agota antes todos los demás medios … Dos son los medios para salvar al Mundo: la oración y el sacrificio … Y luego, el Santo Rosario … la Santísima Virgen, en estos ultimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario … Esta es la primera parte del Mensaje referente a Nuestra Señora de Fátima; y la segunda parte, que, aunque es más breve, no es menos importante, se refiere al Santo Padre».
Una de las muchas fotos trucada (fotomontajes) que circulan de la visita de Pablo VI a Fátima, que muestra una Lucía distinta a los rasgos de la de antes de entrar en El Carmelo, y con una dentadura de ortodoncia perfecta. Cofre “Barbarigo” del dormitorio de Pío XII conteniendo el Tercer Secreto (foto tomada el 14-V-1957).
Las consecuencias del relato del Padre Fuentes
Pío XII falleció el 9 de octubre de 1958 y fue relevado por Juan XXIII el 25 de aquel mes.
El 2 de julio de 1959 la Curia diocesana de Coimbra publicó, sin firma, una nota de condena clara y rotunda al escrito del P. Fuentes, con una fuerte carga de autoridad y desmentido hacia Sor Lucía. En la misma insertó estas supuestas palabras de la Hermana Lucia: “El padre Fuentes habló conmigo por ser el postulador de Beatificación de los siervos de Dios, Jacinta y Francisca Marto; tratamos únicamente de cosas relacionadas con este asunto, por lo que todo lo demás a que él se refiere no es exacto ni verdadero”.
El P. Fuentes fue depuesto como promotor de la causa de beatificación y se le prohibió hablar de estos temas.
El P. Joaquín María Alonso, durante muchos años archivista oficial de Fátima, inicialmente creyó el desmentido oficial de las declaraciones de Lucía, pero, tras años de estudio, rectificó y dijo:
… «El texto genuino de su conferencia (la del P. Fuentes) a la comunidad religiosa mejicana en diciembre de 1957 responde en lo esencial a lo oído de la hermana Lucía en su visita. Porque, aunque esté mezclado con consideraciones oratorias del predicador, aunque esté arreglado literariamente, esos textos no dicen nada que Lucía no ha dicho en sus numerosos escritos hechos públicos. Tal vez el defecto principal consiste en haber presentado esos textos literalmente en boca de Lucía, y expresarlo formalmente como un “mensaje suyo” al mundo».
El P. Alonso fue autor de 24 tomos sobre las apariciones, con 5.396 documentos, pero solo se publicó una pequeña parte porque en 1975 Mons. do Amaral, el nuevo obispo de Fátima, los vetó y archivó.
En cualquier caso, el Vaticano había ya reclamado en 1957 los escritos relativos al Tercer Mensaje, hasta el punto que la revista Paris-Match publicó, por dos veces (1957 y 1958), la fotografía de un pequeño cofre de madera situado en el dormitorio del Papa, con la inscripción Secretum Sancti Officii, donde se le dijo al periodista que “ahí está el Tercer Secreto de Fátima”.
También impuso a Sor Lucía un draconiano confinamiento solo comparable al de Rudolf Hess: no podría hacer declaraciones ni, prácticamente, relacionarse con el exterior del convento, porque el permiso para cualquier comunicación debía ser otorgado por el mismo Papa ó por el Cardenal Prefecto del Santo Oficio. Y ese permiso se negó incluso a sus anteriores confesores, restringiéndose, prácticamente, a sus ya muy excasos familiares, a través de la reja/celosía conventual y con la preencia de otras dos religiosas. Sor Lucía no volvió a aparecer en público ni hacer declaraciones hasta 1967, y eso, repetimos, muy cambiada físicamente y llamativamente recuperada de su mala salud.
Queda, pues, gran parte de esta historia por contar.
Nuevo Orden
Jesús Villanueva Jiménez
Santiago dirige el índice hacia la tecla intro, duda un instante y al fin le da el toque a modo de picotazo de escorpión. Su comentario, ilustrado con una foto del famoso lienzo El grito, de Edvard Munch, se ha hecho público en Facebook. Se pone el sol. La tarde es gris. El silencio fuera es atronador.
«¿A qué te metes en estos follones?», se dice. Emitiendo un largo suspiro se asoma al exterior y observa el edificio de enfrente. Muchas caras también se asoman tras los vidrios de los anchos ventanales cerrados. Como Santiago, miran a un lado, a otro, al frente y hacia abajo, a la calle desierta. Desierta como todos los primeros viernes, sábados y domingos de cada mes, durante los cuales la población permanece confinada en sus casas, como parte de las prácticas obligadas en la prevención de futuras pandemias. El Gobierno del Nuevo Estado europeo vela por la salud de la ciudadanía, y la ciudadanía lo agradece, genuflexa, obediente, acrítica. La ciudadanía es feliz.
Este domingo 4 de marzo de 2040 se ha celebrado el décimo aniversario de la ejecución de la Agenda 2030. No hubo televisión, radio, medio digital que no dedicara extensos espacios en los que se alabase las virtudes de aquel programa prodigioso que había salvado a la humanidad, al controlar estrictamente los nacimientos; flexibilizar el derecho a morir dignamente, cuando así, a partir de los 16 años, se solicitase por escrito; como a esterilizar a varones y hembras que así lo decidieran, a partir de los 12, con el apoyo del Estado, aún en contra del criterio de los progenitores, que no padres, término obsoleto. Cualquier persona con capacidad de engendrar puede interrumpir el embarazo hasta minutos antes de dar a luz, circunstancia que también contribuye al equilibrio poblacional. Otro éxito ha sido el abrir los ojos a la ciudadanía en cuanto a lo beneficioso para la sociedad de la formación de familias —mejor, grupos de convivencia— multigénero, fluidas, con el natural intercambio de roles: de progenitor varón a progenitor hembra o transgénero y de éste al otro o a la otra, de hijos e hijas a progenitor o progenitora y viceversa. En suma, la fluidez en la diversidad de actuaciones según qué toca ser: si progenitora o hija, progenitor o progenitora, de la familia de arriba o la de abajo. Todo ha contribuido notablemente a la abundancia de mentes abiertas y no encasilladas en lo primitivo. Hubo primero cierta resistencia, no muy beligerante, por parte del Vaticano. Se incrementaron los impuestos a los católicos por practicar su fe y aumentaron los impedimentos a las parroquias donde se oficiaba misa, que si el aforo; que si ofensa a la población musulmana mayoritaria en el barrio. La Iglesia cesó en su crítica.
Sin duda, también ha contribuido a salvar el planeta las medidas tomadas para frenar el terrible calentamiento global, el cambio climático provocado por la mala cabeza de los europeos, principales causantes del evitado desastre. Especialmente la distribución de filetes y hamburguesas de carne sintética, muy sabrosa. Más sabrosa y proteica aún la procedente de enormes granjas de larvas de insectos variopintos. No sólo los vehículos con motor de explosión contaminaban la atmósfera con la emisión desenfrenada de CO2, también lo hacían las vacas, especialmente, con sus abundantes flatulencias y la consiguiente expulsión de metano. Horrible. Acabando con las vacas también se acabó con el sufrimiento de éstas y de sus terneros, separados sin piedad al poco de ver la luz. Desgraciadamente los gallos siguen violando a las gallinas. Marruecos es hoy el principal suministrador de huevos de gallina del Nuevo Estado europeo. Marruecos es el estado africano más rico, no por la venta de huevos, que también, sino por la explotación de los suelos submarinos riquísimos en telurio, cobalto, vanadio, níquel e itrio, en las antiguas aguas del que fue Archipiélago español de las Canarias.
«El nuevo orden mundial nos ha robado la libertad. Sólo los descerebrados son felices», recordó Santiago la primera afirmación de su publicación en Facebook. Pensó en eliminarla. ¿Estaba a tiempo? Por menos le habían suspendido la cuenta durante tres meses. «¡Que les den!», musitó.
A sus cincuenta y ocho años, Santiago, en paro desde los cuarenta, vive de una subvención que le otorga el Nuevo Estado europeo, en un piso de alquiler propiedad de un emporio multinacional que controla el 50% de las viviendas en suelo europeo. Están éstas mejor dotadas y amuebladas que las del otro 50%, propiedad de la República Popular China, que desde hace 10 años es la primera potencia económica y militar del planeta. Sólo el 0’001% de la ciudadanía dispone de inmuebles en propiedad, dirigentes políticos y clanes familiares millonarios que vienen de muy atrás.
«La propiedad privada es un derecho, como lo es el uso del dinero en efectivo. ¡Sin estos no hay libertad!», recuerda Santiago la segunda afirmación de su publicación en Facebook. Suspiró de nuevo, ahora con una punzada de ansiedad en el pecho. La supresión del papel moneda le enervaba. El único dispositivo electrónico de pago se bloquea en cuanto el ciudadano tenga el mínimo desencuentro con la administración del Estado, antes de poder decir esta boca es mía. El fiado está prohibido. El uso de un dispositivo electrónico de pago de un tercero está penado por la ley. Los hábitos y lugares de compra están al pelo registrados, asignados al titular del dispositivo. Una variante debe ser muy bien justificada, y de no serlo el titular es sancionado hasta con penas de cárcel.
Santiago echa de menos a su esposa y a su hija. A su ex esposa. Aún no lo ha asimilado. Pone hielo en un vaso, luego ron hasta la mitad. Da un trago. Se acerca a la ventana y observa de nuevo a los vecinos del edificio de enfrente, que siguen con la nariz pegada al cristal. Desde la 6ª planta tiene una visión amplia. Dirige el mando hacia el televisor.
«En la plaza vacía nada vendía el vendedor/ y aunque nadie compraba, /no se apagaba nunca su voz…», suena una canción de Mocedades, aquel grupo que tanto gustaba a los padres de Santiago. Aún se encuentran en YouTube algunas de sus actuaciones de hace 60 y 70 años. Aquellos conciertos multitudinarios ahora están prohibidos, por resguardar la salud de los ciudadanos.
Ya se ha puesto el sol. Santiago ve luces de azul añil, destellos parpadeantes que se reflejan en el edificio de enfrente. Se llenan los balcones. La gente señala hacia la calle. No hay una ventana ni balcón vacío. Caras de zombis parecen.
Escucha bloquearse la cerradura electrónica de la puerta de la calle. Va en el contrato que es potestad de la Administración hacerlo a distancia, condición sine qua non; o eso o la calle. De inmediato deja de sonar la canción, la pantalla del televisor se oscurece, la lamparilla de la mesa se apaga, la reducida vivienda se queda sin suministro eléctrico. Apenas entra luz del exterior que no sean los destellos azules, ahora más abundantes. Durante los estados de alarma, queda y confinamientos, que son necesarios de vez en cuando para preservar la salud de la ciudadanía, se reduce la intensidad de las farolas urbanas. A Santiago se le doblan las rodillas. La ansiedad apenas le deja respirar. Es entonces cuando se ilumina la pantalla del móvil que descansa sobre la mesita frente al tresillo. Santiago clava los ojos en el mensaje que acaba de recibir. Es de la Dirección Europea de Seguridad, que después de indicar su nombre completo, número de identificación y dirección, dice: «Ha cometido usted un grave delito de alteración del orden público. Manténgase en su domicilio, abandonarlo agravaría el mismo».
«¡Abajo la tiranía del Nuevo Orden Mundial! ¡Viva la libertad!», musita Santiago el último párrafo de su publicación en Facebook. Del pasillo exterior llega el sonido inconfundible de pasos acelerados, muchos pasos a la carrera, ya muy cerca de su puerta.
El derecho a descansar en paz
Pablo Linares Clemente
Presidente de la Asociación para la defensa del Valle de los Caídos
Recientemente hemos conocido que el Gobierno del Reino de España ha suscrito un contrato de 18.000 euros con la Universidad de Barcelona para la recopilación de información sobre las personas que se encuentran enterradas en el Valle de los Caídos cuyos familiares pretender recuperar sus restos de los osarios de la Basílica del Valle de los Caídos. Los medios de comunicación que se han hecho eco de la noticia aseguran que se trata de un “proceso previo a la futura exhumación de los cuerpos”
La polémica suscitada con las intenciones de algunas familias de proceder a la exhumación de los restos cadavéricos de sus familiares fallecidos en la guerra civil española y que presuponen que se encuentran en el Valle de los Caídos viene de lejos. Concretamente de 2016 cuando un juez interino de San Lorenzo de El Escorial emitió un auto (112/2016) en el que:
“se reconoce el derecho a la digna sepultura de D. Manuel Lapeña Altabás y D. Ramiro Lapeña Altabás, una vez se ha determinado que existe una alta probabilidad de que sus restos cadavéricos se encuentran en el Valle”.
No puede existir afirmación más contraria a la verdad y tan temeraria al mismo tiempo por mucho que se trate de un auto judicial.
Los dos hermanos Lapeña Altabás, nacidos en 1892 y 1897 pertenecían en 1936 a la C.N.T. Presuntamente fueron fusilados por tropas nacionales, uno, Manuel en el denominado barranco de “La Bartolina”, a las afueras de Calatayud y Antonio Ramiro junto a las tapias del cementerio municipal de Calatayud. Los dos hermanos murieron a varios kilómetros de distancia uno del otro y con varios meses de diferencia.
Nos situamos ahora a abril de 1959. El día 8 de ese mes fueron inhumados en el osario sito en el tercer piso de la capilla del Santo Sepulcro 9 cajas colectivas, que procedentes de Calatayud, contenían un total de 81 restos cadavéricos NO IDENTIFICADOS. Por esto, la documentación que acompañaba la expedición con las cajas no incluía a los dos hermanos Lapeña, ni a ningún otro.
Volvemos a nuestros días y volvemos al Barranco de la Bartolina. Según publicó la asociación memorialista, “Arico Memoria Aragonesa” en su página web oficial el 2 de agosto de 2009, el número de cuerpos que se podrían encontrar en el Barranco de la Bartolina “podrían llegar hasta los 2700”. Uno de los responsables esta asociación “memorialista”, una de las más subvencionadas de España y ese listón es un listón muy alto, reconoció que, “La gente mayor recuerda que cuando había riadas el agua arrastraba huesos”, aseguró.
La misma asociación, en declaraciones a “El periódico de Aragón” reconocía dos años más tarde, 12 de abril de 2011 que no habían encontrado “ni un solo resto de los aproximadamente 2700 restos que se calcula podían estar enterrados allí” y ponían de manifiesto sus sospechas ante el movimiento de 200.000 metros cúbicos de tierra del Barranco para proceder al sellado del vertedero de Calatayud, “llevándose gran cantidad de los restos, si no todos”
Teniendo en cuenta esto y volviendo a los que nos preocupa -el Valle- no podemos dejar de formular varias preguntas:
-¿Por qué tiene Purificación Lapeña Garrido, peticionaria de la exhumación de los dos hermanos Lapeña (su abuelo y tío abuelo) del Valle de los Caídos la determinante seguridad que los restos de sus dos antepasados se encuentran en el Valle de los Caídos?, donde NO se encuentra de modo alguno acreditada tal presencia. Como ya hemos visto, los dos anarquistas murieron con varios meses de diferencia y a varios kilómetros de distancia uno del otro, y por tanto no compartieron, en ningún momento, lugar de enterramiento. Suponiendo que hipotéticamente aceptáramos lo anterior: Si la peticionaria y ARICO Memoria Aragonesa reconocen que en la zona de la Bartolina pudo haber restos de hasta 2.700 ejecutados, – ¿Por qué no podrían estar entre ellos los de los hermanos Lapeña? ¿Qué hace pensar que no estén entre esos 2.700, y que presuntamente fueron removidos en los movimientos de tierras del lugar en 1999 para el sellado del vertedero, sino precisamente entre los 81 que llegaron al Valle de los Caídos en 1959? Faltando datos concluyentes en un sentido o en otro, ¿no sería más razonable pensar que estén entre los 2.700 de la Bartolina que entre los 81 del Valle?
INVIABILIDAD DE EXHUMACIÓN
Una vez más vamos a ser generosos y vamos a creer, solo por un momento y únicamente para poner al lector en situación, que los dos hermanos llegaron juntos al Valle en 1959 entre los 81 restos procedentes de Calatayud. Las 9 cajas colectivas que contenían los restos de esos 81 “desconocidos” fueron numeradas del 2061 al 2069 en los registros oficiales de columbarios del Valle y fueron depositadas en el osario sito en el tercer piso de la Capilla del Santo Sepulcro, “Cripta Derecha” como se le cita en los libros de registros, el 8 de abril de 1959.
Recordemos que los restos de los caídos que llegaban de todas las provincias de España se iban depositando en los osarios construidos para tal cometido a medida que ingresaban en la Basílica y eran convenientemente contabilizados en los libros de registro. El primer caído que fue inhumado en la basílica fue José Hernández Molina, inscrito con el numero 2, (el 1 se reservó para José Antonio Primo de Rivera). Sus restos procedían del cementerio de la Almudena de Madrid, todavía conocido entonces como “Cementerio del Este”. Su caja fue depositada en el primer piso de la Cripta derecha. Era el 17 de marzo de 1959.
A medida que los osarios iban llenándose de columbarios, estos se cerraban, se sellaban y se pasaba al inmediato superior. De este modo el primer piso se cerró el 26 de marzo conteniendo un total de 4283 caídos en su interior. El mismo día 26 de marzo, siempre de 1959, se procedió a la apertura del segundo piso. El primer columbario que se depositó en este osario fue el perteneciente a Ginés Serrano Martínez, procedente del cementerio de Arganda del Rey, Madrid. Fue el mismo 26 de marzo de 1959. El ultimo columbario que se depositó en este osario fue el numero 1612 que contenía los restos de 12 caídos procedentes de Peñamellera Baja (Oviedo). Fueron 3848 los caídos que recibieron sepultura en este osario desde el 26 al 30 de marzo de 1959.
Se procedió a la apertura del osario perteneciente al tercer piso de la misma Cripta “derecha”. Desde el día de la apertura del osario (30 de marzo) y hasta que fueron depositados en el mismo las 9 cajas colectivas con los restos procedentes de Calatayud (8 de abril), fueron 1329 los restos que se depositaron en el osario que nos ocupa, procedentes en su mayoría de Teruel, Asturias, Granada y Zaragoza capital. Posteriormente, y ya con los 81 de Calatayud en el osario, aún fueron 1780 los restos que tuvieron cabida en el osario y que se iban depositando a modo de “pared de cajas” fila tras fila desde el fondo hasta la entrada del osario. Esto quiere decir, lisa y llanamente, que para acceder a las cajas que contienen los 81 restos habría que profanar los restos de al menos 1780 caídos, sacándolos de su ubicación a saber en que condiciones de seguridad y respeto, máxime cuando nunca se ha podido peritar el estado de integridad de esos columbarios ante lo inaccesible de su ubicación.
Para terminar, recurro al texto del auto del juez de San Lorenzo de El Escorial antes citado en el que se advierte que:
“El derecho reconocido no es ilimitado, ya que la situación en la que parece encontrarse el cementerio del Valle de los Caídos determina que las medidas que deben ser adoptadas sean proporcionales, sin perjuicio de respetar el derecho reconocido a la digna sepultura de los familiares de la solicitante, de forma qué se permita realizar todas las acciones necesarias para la entrega de restos, adecuadas a la referida proporcionalidad. Además, en todo momento debe garantizarse la integridad de los restos cadavéricos tanto en las pruebas, traslados, etc., el respeto a la memoria de los difuntos del propio cementerio, el respeto a la consideración debida a la Basílica donde se encuentran depositados”
Por último, recordar, que la Asociación Para la Defensa del Valle de los Caídos presentó en su día, tanto a Patrimonio Nacional como a la Abadía Benedictina del Valle de los Caídos un numero más que significativo de escritos de familiares de caídos que se encuentran inhumados en este y en la totalidad de osarios del Valle, prohibiendo cualquier actuación, exhumación y desde luego sometimiento a pruebas de identificación forense por ADN a los restos de sus deudos.
La Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos recurrirá a cuantos estamentos judiciales sea necesario, españoles e internacionales, para garantizar el descanso al que, sin duda, tienen derecho los caídos (de uno y otro bando) cuyos familiares representamos y que viven esta situación con especial desasosiego.
Un mártir de la Cruzada Nacional muy poco conocido en Barcelona
Javier Navascués
Periodista
Hay personas, testimonios de fe, que han dejado huella en el pasado, pero cuando haces turismo, esas huellas son invisibles para nosotros. Por ejemplo, bajando por las Ramblas de Barcelona, poco antes de llegar a la plaza de Colón, junto al puerto y las Atarazanas, a mano derecha, se puede ver un edificio moderno que es una iglesia dedicada a Santa Mónica.
José María Batlle, estudiante de humanidades y miembro de la Asociación de Guías y Scouts de Europa quiere compartir con nosotros una de esas historias.
Al comienzo de las populares Ramblas barcelonesas hubo un histórico testimonio de fe, ¿Sobre quien nos quiere hablar?
Quiero hablaros de don Fernando Molins Orra, sacerdote católico que ejerció de párroco en la parroquia de San José-Santa Mónica de las Ramblas entre 1921 y 1936. Destacó durante esta etapa por su inigualable caridad, se convirtió para la gente del barrio en un padre, el padre Fernando y, finalmente, fue martirizado por su fe en Jesucristo la tarde del 19 de julio de 1936.
Un testimonio que pasa desapercibido e invisible no solo a los turistas sino a los propios barceloneses…
En efecto, don Fernando Molins ha permanecido oculto durante décadas. Su recuerdo quedó archivado en algunos documentos oficiales del Estado, de la Diócesis de Barcelona y en el libro de Ramón Rucabado Santa Mónica de la Rambla (1959). Después de este último documento no se volvió a saber nada más.
Los hechos sucedieron en una iglesia antigua, la actual parroquia es de diseño moderno ¿qué podría decir del mismo?
Bajando la Rambla de Santa Mónica, poco antes de llegar a la estatua de Colón a mano derecha, está ubicada la actual parroquia de San José-Santa Mónica. Se trata de una reconstrucción, realizada en los años 80, de estilo moderno. Al pasar por delante hay que poner atención, no es fácil de identificar, porque no es el estilo de iglesia al que estamos acostumbrados. La parroquia está unida al centro de arte Santa Mónica. La iglesia perteneció a los agustinos a principios del siglo XVI, después en el XIX pasó a ser de la diócesis de Barcelona y fue destruida el 19 de julio de 1936. Actualmente está dedicada al culto greco-católico ucraniano.
¿Cómo empezó el interés por la figura de Fernando Molins Orra?
El párroco de Sant Celoni, amigo mío, me habló de él: estaba convencido de que su vida podía ser un gran provecho espiritual para sus feligreses. Don Fernando era natural de este pueblo del Montseny, su recuerdo permanece vivo entre algunos allegados y conocidos suyos. Don Fernando Molins vivió en Sant Celoni 12 años, desde su nacimiento, el 3 de agosto de 1875, hasta que marchó al Seminario de Barcelona en 1887.
¿Qué le atrajo de este sacerdote?
El martirio en sí me impresiona profundamente: se trata de un don de Dios extraordinario, y a la vez sobrecogedor. Al conocer un poco más a don Fernando me cautivó su corazón ardiente y bondadoso que se preocupaba especialmente de los más necesitados: los pobres y los enfermos. Otra cosa que me sorprendió fue descubrir que don Fernando era el capellán de la tropa de scouts y lobatos de Barcelona. Para mí fue un regalo, ya que yo también soy scout y llevo un grupo de lobatos en la parroquia de Santa Maria del Remei.
¿Cómo era el barrio de don Fernando?
El distrito de Atarazanas era un barrio marginal, integrado mayoritariamente por inmigrantes, donde predominaba la clase obrera. El clima de pobreza y de corrupción moral era extremo. Enfermedades infecciosas como la tuberculosis eran muy comunes. Además, era lugar de encuentro de comités revolucionarios y hasta grupos de pistoleros, donde se promovía la doctrina del marxismo.
Y en medio de ese ambiente el padre Fernando ayudó a muchas de estas personas, ¿verdad?
Sin duda, don Fernando siempre extendía su mano pródiga para ayudar al que llamaba a su puerta. Me encanta releer estas líneas que escribió un allegado suyo, y que aparece en el libro de Santa Mónica de las Ramblas de Rucabado: «Fue divulgándose la fama que en el Padre Fernando hallaban acogimiento los humildes, los náufragos morales… Cuando peligraban los hijos, o la miseria incitaba al pecado, o los enfermos quedaban sin asistencia, o las carnes desnudas temblaban de frío y no había ni pan en la casa, la negrura del cielo dejaba siempre un claro a la esperanza. Se consolaban diciendo: “Iremos a ver al Padre Fernando”».
¿Cómo era la actividad de don Fernando?
Era un sacerdote que no paraba quieto, su apostolado era infatigable: celebraba los sacramentos, preparaba cuidadosamente las fiestas litúrgicas, dirigía procesiones eucarísticas o populares, organizaba misiones para niños y ancianos, promovía ejercicios espirituales y peregrinaciones a santuarios marianos, ayudaba a los pobres, visitaba a los enfermos (y alguna vez se los llevaba a Lourdes), consolaba a las viudas… Me contó una sobrina nieta cómo consiguió trabajo a sus padres cuando llegaron a la ciudad de Barcelona. Y así hizo con muchas otras personas.
No tendría casi tiempo para él…
Además, colaboraba con muchas entidades públicas: dirigía la Asociación de Portantes del Palio y el Apostolado del Mar, promovía actividades en el Hospital Sant Joan de Déu; cooperaba con el Instituto Catalán de Sordomudos, el Instituto Pro Obreros sin Trabajo, el Instituto Nipológico de San Francisco Xavier…Estas solo son algunas, he mencionado las que encontré publicadas en la hemeroteca de La Vanguardia.
¿Qué virtud querría destacar de don Fernando?
Su piedad a la Virgen María. Son numerosas las peregrinaciones que organizó para visitar a su madre la Virgen María: Montserrat, la Virgen de la Misericordia (Canet de Mar), la Merced, el Pilar y Lourdes. También es admirable la dedicación y cariño con la que preparaba la fiesta del patrón de su parroquia: San José.
¿Algún momento de su vida que quiera recordar?
Me emociona profundamente el modo en que murió. Algunos vieron a don Fernando, ya muerto, con el brazo desgarrado y la mano ensangrentada, con el crucifijo en la mano. El mismo crucifijo que él daba a besar en sus visitas a enfermos. Ese crucifijo revela el modo admirable como había muerto el buen párroco.
¿Le ha concedido alguna gracia o favor?
La mayor gracia para mí ha sido conocerlo. Normalmente, en el día a día le pido que me ayude en tareas cotidianas: con la universidad, o lo que pueda surgir. Siempre me siento acompañado. Hace poco escribí una sencilla novena y se la mandé a una prima, porque tiene a una amiga con cáncer. Así que esta podría ser una oportunidad para don Fernando para conceder un favor más grande.
¿Cómo va su proceso de canonización y el de su ayudante?
Se trata de un proceso muy lento, detrás del cual hay un equipo de personas muy buenas. Sin duda, hay que agradecer el valioso trabajo que estas personas realizan por amor a los mártires y a la Santa Iglesia, de modo absolutamente gratuito. Por otro lado, está don Javier Nogueras, que era coadjutor de don Fernando Molins Orra, y que murió junto a él, a los pies de la iglesia de San José-Santa Mónica. Espero que el proceso de don Fernando impulse también el de don Javier y el de muchos otros que fueron martirizados.
¿Hay algún día al año donde se conmemora su memoria o se hace algún acto?
Don Fernando no es todavía público ni oficial en la Santa Iglesia. Ni mártir, ni beato, ni siervo de Dios, aunque espero que en unos pocos años podamos verle en los altares. De modo que no hay nada por el momento. Quizás se podría hacer una oración especial el 19 de julio, ya que fue el día de su defunción, o quizás también el 6 de noviembre, día en que se celebran los mártires españoles del siglo XX.
Don Fernando destacó por su vida ejemplar, por su carácter amable y pacífico, por su caridad incansable y su empeño por practicar las obras de misericordia, porque ante las contrariedades supo mantenerse firme en la fe hasta el final, dando un heroico testimonio para la Iglesia. ¿Podría llegar a ser un santo patrono para las Ramblas?
Sería fantástico, don Fernando frecuentaba mucho las Ramblas. Supo llevar la presencia del Señor en medio de sus calles: realizaba múltiples procesiones eucarísticas para llevar el viático a los enfermos y para que la Santa Eucaristía fuera venerada. También sacaba en procesión al Santo Cristo de la Parroquia, y toda esta actividad de piedad fue transformando aquel barrio del distrito de Atarazanas. Así lo describen algunos testimonios de su época.
Parece que fue una vida fecunda…
Así es y todo el mundo lo quería mucho. Además, entre las 898 víctimas del clero secular (o 930 según los cómputos) fue el primer mártir de la ciudad de Barcelona. Hubo otro sacerdote asesinado durante la madrugada, pero vivía en las afueras. Sin embargo, pienso que don Fernando podría ser hoy un patrón especial dentro de la Iglesia, porque se dedicó a los pobres, a los enfermos y, también, a los que no tenían trabajo.
¿Por qué es bueno visitar esta parroquia, fuera de los circuitos turísticos, como una ruta con alma?
Porque a través de ella podemos recordar los sucesos que tuvieron lugar. Su historia sobrecoge y evoca unos hechos heroicos. La valentía del martirio es ejemplo y fuerza para nosotros y hace que nos cuestionemos nuestra fe: ¿qué valor tiene realmente para mí? La parroquia de San José-Santa Mónica tiene que despertar y recuperar este inmenso patrimonio que la Providencia le ha regalado: los mártires que entregaron su sangre por amor a Jesucristo.
Nota: Cuando se utiliza la palabra mártir en esta entrevista siempre es condicionalmente, con sumisión siempre al superior fallo de la Iglesia.
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Don Leocadio
José A. Armada Sarria
General de Estado Mayor
Uno de los mártires claretianos del Santuario del Corazón de María en Madrid fue el Padre Leocadio Lorenzo Ventosa que nació el 9 de diciembre de 1892 en Ventosa de la Cuesta (Valladolid).
Acudió a los seminarios claretianos de Segovia, Cervera y Alagón y cuando fue ordenado sacerdote volvió a Segovia como profesor. Allí empieza su vocación de escritor y periodista. En 1911 ya en la casa del Buen Suceso en Madrid fue redactor jefe y luego director de la revista “Iris de la Paz “.
El Padre Leocadio intervino frecuentemente en Radio España y por su gran valentía fue objetivo de gran parte de los insultos y ataques de la prensa antirreligiosa.
Desde el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936 el ambiente religioso se fue cargando de nubes de tormenta e inquietud. El uno de julio se publicó el último número de la revista “Iris de la Paz”
El estallido del 18 de julio produjo una desatada furia de asalto a las iglesias y persecución de sacerdotes y religiosos. La comunidad claretiana inició su dispersión el día 20 y el Padre Leocadio se refugió en casa de su hermana Cecilia, en la calle del Norte.
El día 25 acudió al número 2 de la calle Marqués de Urquijo para actualizar junto a su superior la lista de direcciones de refugios en los que se repartían los miembros de la comunidad y organizar las ayudas posibles. El asalto de un grupo de milicianos no le dejó escape. Correrá la misma suerte que los demás: esa misma tarde será asesinado tras los barracones militares de Retamares en Carabanchel.
“Queremos un Estado donde:
el Trabajo sea una Norma
la Justicia una Conciencia
y España un Afán”
2 | Luís Fernández-Villamea
Después de la resaca.
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4 | Pablo Victoria
Cómo se frustró la entrega de América a Inglaterra
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7 | Pedro González -Bueno Benítez
Franco y la unidad
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11 | Jaime Alonso
Al que quiera ver
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14 | José Luis Jerez
Rendición Incondicional
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19 | José Luis Orella
El antecedente terrorista del maquis en España
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22
26
30
33 |
P. Ángel David Martín Rubio
Una represión con dos caras
P. Calvo Por sus frutos los conoceréis
El ángel de la Victoria (Pen) último asalto en Tenerife para eliminar a Franco del espacio público
Enfrentado a la Serpiente
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36
42
45 |
José María Manrique
Revelaciones Privadas, Fátima y el Fin de los Tiempos II
Jesús Villanueva Nuevo Orden
Pablo Linares Derecho a descansar en paz
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49 | Javier Navascués
Un Mártir de la Cruzada Nacional muy poco conocido en Barcelona
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54 | José Ángel Armada
Don Leocadio |
Pasados los «fastos» conmemorativos del 23-F se han podido resaltar, por propia euforia expositiva, la cantidad de sandeces por centímetro cuadrado que han puesto de manifiesto los especuladores de la historia que tenemos en nuestra casa. Nadie sabe nada que tenga un mínimo viso de realidad, pero todos acudimos a la opinión para transformarla en palabra de dios (lo escribiré con minúscula para alejarla en lo posible del terreno de la blasfemia).
Han sido viejos resabios propagandísticos mezclados con sueños húmedos y levantiscos, tópicos surgidos de la nada periodística y ninguna o escasa aproximación a los hechos -que todavía no se conocen- y que produjeron -y producen- buenos resultados para el vivir bien de las clases política y mediática españolas, convertidas, desde aquella lejana fecha, en seguro vitalicio para una nueva profesión y en casta genética y de tribu como las que se dan en el mundo hindú. «Leche y habas, Luisito»
Aquel día estalló una bomba intensa y abrumadoramente anunciada. No era el malestar general por el derrotero que iba siguiendo la Corona, ni tampoco el malestar militar por los frecuentes capotazos taurinos de Suárez, ni tan siquiera, fijémonos, por los evidentes atisbos de ruptura en la sociedad y en las instituciones. No. La única e intolerable realidad era que se asesinaba mediante el tiro en la nuca a la vuelta de la esquina a más de cien españoles inocentes por año, se dejaba lisiados de por vida a otros tantos y se mandaba al exilio interior a miles y miles de ellos si querían seguir respirando el aire de España. Lo demás, como decía en Redacción aquel compañero malagueño, chusco y con gracejo, «leche y habas, Luisito».
Lo más significativo de todo este batiburrillo de opiniones, de especulaciones y de chascarrillos sonrojantes es que no sólo fue un golpe, sino multitud de ellos los que se produjeron entonces. Del CESID al Estado Mayor, de los subterráneos de La Moncloa hasta el seguimiento de Gabeiras y de su íntimo El Guti (Gutiérrez Mellado), desde el pobre Quintana Lacaci (después asesinado a la salida de Misa) hasta Juste y su Acorazada, desde la alegría de este último al ver sentado a Luis Torres Rojas en su asiento de Jefe de la División -que un día me reprochó el propio general Torres Rojas como atrevimiento o «juicio de valor», todo dicho desde su cultura privilegiada y su bizarría castrense- hasta la categoría de «burro» que Jiménez Losantos le endosa al único elemento humano con sentido común que resplandeció en este tablero: Antonio Tejero.
El juicio ajustado y fino de un general
El general Alvarado Largo hablaba un día en televisión. Y yo asistí a alguna de sus documentadísimas conferencias en las que destacaba su morfología formativa de hombre de Estado Mayor en todos los terrenos del saber, que para este militar eran numerosos. Asistió a aquella famosa reunión de la calle General Cabrera donde se fraguó, al menos, lo que ocurrió en el Congreso. Y manifestaba con énfasis: «Se hablaba de Tejero como un hombre impulsivo de poca reflexión, con excesiva tendencia a seguir el manual operativo de la Guardia Civil sin otra mira por encima de ésta… Pero después de oírle atentamente me di cuenta de que tenía bastante sentido común, mucho más que otros…»
Cuando se dan estos casos no hay que recurrir a la especulación, ni a los sueños húmedos. ni al género literario y clerical de la aleluya… No. Hay que subirse al carro del sentido común, al análisis sereno de lo que pasaba en España en aquella recién estrenada década de los 80, a la prosa diaria que se vivía en la calle, no en los palacios, y al florecimiento germinal de una serie ilimitada de capullos políticos que día a día se iban llenando de autoridad alquilada, de soberbia y de unos ademanes propios de generales sin mando en ninguna parte.
La única solución que cabía
Si pensamos las cosas con finura, en aquella ocasión sólo había una salida: el golpe militar sin adornos ni florituras colaterales. Cuando después del Bando de Valencia alguien le preguntó al general Miláns, conocida la suspensión de actividad de los partidos políticos, si también esto constaba para Fuerza Nueva, el Capitán General contestó: «¡Hasta para Fuerza Nueva!». Ésa era la postura que cabía, y no la necedad de presentarse ante un señor que había sido llamado para que tuviese a raya a todo un Gobierno y a un poder legislativo mientras llegaba la autoridad militar, «por supuesto», y además en nombre del Rey, y después llegar a un acuerdo con un hemiciclo, bajo la mirada atenta de las armas automáticas, para constituir un Ejecutivo lleno de socialistas, comunistas, independentistas y trogloditas políticos convertidos en liberales por la Reforma de los franquistas de hacía dos días… Esto no era un error, ni siquiera una torpeza: era la gran, única e inapelable «burrada».
Pensar, ni siquiera imaginar, que el general Armada, en colaboración con Sabino -en ese momento el confidente del Rey- y una serie de servicios especiales iban a generar un clima favorable a que el militar de las camelias se proclamase presidente del Gobierno con el consentimiento del monarca y la votación favorable de toda una Cámara secuestrada, no sólo -repito- era de aurora boreal, sino la más insigne de las «burradas» prevista no por el Estado Mayor, sino por el Estorbo Mayor, que dicen los militares de verdad cuando les tocan las narices o ven un desacierto infinito.
Por eso la decisión de Tejero tuvo mayor significado, al dirigir la operación por el lugar para la que había sido prevista, y no otra. Primero porque era la única que cabía dadas las circunstancias especiales de España en ese momento y, segundo, porque era la salida admisible para terminar con el circuito terrorista. O qué se quería, ¿iniciar otra etapa de cal viva, como sucedió más tarde con los socialistas y con otros guardias civiles que perdieron en el empeño su indudable prestigio y el honor? No, amigo, la única «burrada» fue el 23-F tal como sucedió; y el único que puso cordura fue aquel teniente coronel malagueño que devolvió la operación a donde nunca debió de haber salido. Y que, además, no consiguieron engañarle. Él, al menos, no fue jamás miembro de la república de los «burros».
Cómo se frustró la entrega de América a Inglaterra
Pablo Victoria Ex Senador y Congresista de la República de Colombia.
El vicepresidente de Colombia Francisco de Paula Santander, a diferencia de Simón Bolívar, su presidente, tenía profunda desconfianza de los ingleses y, particularmente, de lo contradictorio que resultaba esta república independiente con el nuevo vasallaje hacia Inglaterra a quien el Libertador había ofrecido Panamá y Nicaragua como colonias inglesas, y Venezuela, Colombia y Ecuador (la Gran Colombia) como protectorados de su Majestad Británica y, eventualmente, el Perú y Bolivia que habrían de formar parte de la Confederación de los Andes… De allí a la posesión inglesa de todos los territorios que fueron de España no habría más que otro paso. No cabe duda de que tales designios habían llegado a oídos de todos aquellos que se convirtieron en sus enemigos políticos, incluyendo los Estados Unidos, que se opusieron en el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826 a coincidir con semejante esperpento: repúblicas confederadas independientes y, simultáneamente, ¡vasallas de Inglaterra! Es decir, la invitación que Santander le cursara a los Estados Unidos, displicentes con el proyecto, frustró en buena medida los designios bolivarianos de cambiar nuestra lengua, nuestra cultura y nuestra religión, pese a que, junto con Bolivia, hubieran llegado tarde a la reunión para no quedar mal del todo. Jamás los Estados Unidos, que ya se proyectaban como fuerza continental, habrían admitido, entre otras, una potencia rival de pueblos hispanoamericanos reunidos en una gran confederación de repúblicas del lado de Inglaterra que pudiesen hacerle sombra. Gran Bretaña envió un observador a ese congreso, en tanto Brasil, Argentina y Chile no mostraron interés alguno en conformarlo. Pese a los reparos, en cambio, asistieron las llamadas Provincias Unidas de Centro América.
Menos mal que hubo de ser la propia Inglaterra la que no abrigara unas ambiciones que desbordaran cualquier sana imaginación. Por ello, no nos causa la menor extrañeza la animadversión de Bolívar hacia Santander, pues casi simultáneamente con el Congreso de Panamá, Bolívar quiso montar a la Confederación de los Andes un nuevo Estado llamado Bolivia (como no podía ser de otra forma) que incorporara a Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú con la nueva república émula de su nombre. Este fue el otro origen del fracaso de dicho Congreso, puesto que no se contó con la presencia de los notables de las repúblicas ausentes. Y esta otra confederación devino en otro rotundo fracaso con la tal constitución de la presidencia vitalicia que, jurada en diciembre de 1826, no iba a durar sino hasta enero de 1827, cincuenta lánguidos días. Por esto comenzaron a circular coplillas que desafiaban el prestigio del Libertador, como la que sigue:
El Fusilico
Cuando de España las trabas
en Ayacucho rompimos,
otra cosa más no hicimos
que cambiar mocos por babas:
Nuestras provincias esclavas
quedaron de otra nación.
Mudamos de condición,
pero solo fue pasando
del poder de Don Fernando
al poder de Don Simón
(José Joaquin de Larriva)
Ni siquiera a sus propios cercanos colaboradores seducían los planes vitalicios, como a Gamarra, La Fuente y Andrés de Santa Cruz, quienes creían que después de la batalla de Ayacucho había llegado el turno para que los gobiernos locales respondieran más a la inmensa diversidad de pueblos y regiones que lo que podía una dictadura centralizada. Así que no bien salió Bolívar del Perú, sus adversarios se encargaron de dar rápida muerte al grandioso plan dictatorial. Este fue el principio de la desintegración de la Gran Colombia y el pesimismo que desde entonces se apoderó del Libertador.
Tales eran, pues, los imperios con los que soñaba Bolívar en la febrilidad contradictoria de su mente, pero con monarca ajeno, o quizás con él mismo como tal, apoyado por Inglaterra. Por ello, el ministro Hurtado, de Colombia, obrando por instrucciones de Santander, no presentó al ministro Canning de Inglaterra la propuesta completa de Bolívar, pues la que finalmente presentó, cuando lo hizo, fue recibida con franca indiferencia: Canning temía el rechazo de las otras naciones y, en particular, el de los Estados Unidos, «…a menos que algunos otros sucesos imprevistos la obliguen a otra cosa…», según escribió Santander a Bolívar.
Y así fue como se frustró el traspaso bolivariano de las tierras de España a su eterna enemiga, Inglaterra, porque, según él, «bajo la sombra de la Gran Bretaña [es donde] podemos crecer, hacernos hombres, instruirnos y fortalecernos para presentarnos entre las naciones en el grado de civilización y de poder que son necesarios a un gran pueblo…», de lo que se deduce que para el Libertador, nosotros no éramos siquiera hombres, sino poco más que animales bajo el glorioso cetro de nuestra madre España. No fueron pocos los libertadores que, junto con Bolívar, andaban buscando madrastra.
Franco y la unidad
Pedro González -Bueno Benítez
Una mayoría de españoles y el extranjero en general, creen que la democracia que ha regido España desde la promulgación de la Constitución en 1978, ha sido un régimen de gobierno semejante al de los países de nuestro entorno; y yo diría que en gran medida están en lo cierto, pues hemos gozado plenamente en esas décadas de lo que ese sistema lleva implícito: corrupción, pornografía, revueltas, fuerte endeudamiento, paro, libertinaje … y la estéril lucha de partidos. España ha alcanzado plenamente lo que fue la aspiración de la ambiciosa nueva clase política del siglo pasado y, salvando juramento, la del Rey Don Juan Carlos, así como la de otros (?) lograda con, parece ser, “un enorme esfuerzo”. ¡Ya estamos homologados como país europeo!, ¡nuestra monarquía es como la holandesa o la danesa!, y … España a punto de morir.
Pero el hábito no hace al monje. España tiene unas señas de identidad manifiestamente diferenciadas de los países de nuestro entorno, ¡España es diferente! La Historia, como libro abierto, nos confirma que España únicamente se encuentra a sí misma y alcanza sus momentos de esplendor cuando en ella reina la unidad, una unión lograda en la comunión de los españoles con unos principios, valores y creencias que le son propios, y que no son otros que los que han forjado al pueblo español a lo largo de siglos. Dicho de otro modo, una unión no de consensos si no de convicciones, parafraseando a Macarena Olona.
Así mismo, la nación española cuenta además con otro hecho diferencial, como es la existencia de un enemigo a nivel internacional, nacido con la Leyenda Negra; el que, utilizando la mentira como arma contra el poderío español, con distintos ropajes, pero con la misma munición, sigue vivo en nuestros días, y en consecuencia hay que seguir considerándolo en todo momento.
Y … España está a punto de morir.
En trance similar a la que hoy vive España, nace Franco; incluso en circunstancias bastante peores, pues su decadencia (vista con indiferencia, cuando no con satisfacción, por el resto del mundo), se prolongó mucho más tiempo que la que hoy sufrimos, a lo que hay que añadir un manifiesto menor nivel de España en todos los órdenes y, sobre todo el derrotismo reinante, al no parecer existía salida al manifiesto desastre nacional. Y el joven Franco, en esas circunstancias, cree en España, tiene fe en España, probando que en él no cabe ni la desmoralización, ni el derrotismo. Franco es el prototipo del español inasequible al desaliento, siendo esta la primera lección que da a los españoles que aman a España; lección de enorme importancia en los momentos que vivimos.
Que Franco es un ejemplo único en todos los sentidos, es un hecho reconocido y prueba de ello es el que se haya escrito más de él que de cualquier otro personaje del pasado siglo. Pero en esa inmensa bibliografía que se ha estudiado su figura como militar, como estadista, como católico, como patriota, etc., entiendo no se ha valorado suficientemente algo que tuvo presente a lo largo de toda su vida y que defendió e impuso, por saber de su trascendental importancia para España: LA UNIDAD.
En efecto, Franco ya en su infancia se hace defensor de la unidad familiar; como cadete, repudia la “novatada”, pues rompe la unidad de lo que entiende es el conjunto de estudiantes de una academia militar; la Legión -de la que fue alma-, respira por todos sus poros el concepto de unidad; como Caudillo al ser elegido Jefe de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, requiere la jefatura del Estado, es decir la unidad del mando; en el umbral de su muerte, -en un último acto de servicio-, ruega de forma especial a Don Juan Carlos velar por la unidad de España; en su testamento consta la siguiente petición: “Por el amor que siento por nuestra patria os pido que perseveréis en la unidad y en la paz … “; habla en numerosas ocasiones de la unidad de los hombres y las tierras de España, incluso llega a decir que prefiere una España roja a una España rota.
Pero nada mejor para conocer en qué fundamenta Franco las razones y trascendencia que para España tiene su Unidad, como leer lo que escucharon los españoles en el que yo diría preconstitucional discurso, por él pronunciado y trasmitido por la radio nacional, el 18 de abril de 1937, con motivo de la proclamación del Decreto de Unificación, cuyo texto íntegro se publicó en el Boletín del Movimiento, Año I, Núm 1, el 5 de Mayo de 1937, y en el que adelantó al pueblo español las bases fundacionales de lo que iba a ser el Movimiento Nacional, origen del Nuevo Estado:
“Con la conciencia clara y el sentimiento firme de mi mision ante España, en estos momentos, de acuerdo con la voluntad de los combatientes españoles pido a todos una sola cosa: “Unificación”.
Unificación para terminar la guerra. Para acometer la gran tarea de La Paz , cristalizando en el Estado nuevo el pensamiento y el estilo de nuestra Revolución Nacional.
Esta unificación que yo exijo en nombre de España y en el sagrado nombre de los caídos por ella, no quiere decir “conglomerado” de fuerzas, ni “concentraciones” gubernamentales, ni uniones más o menos patrióticas y sagradas. Nada de inorgánico fugaz, ni pasajero, es lo que yo pido.
Pido unificación en la marcha hacia un objetivo común. Tanto en lo interno como en lo externo. Tanto en la fe y en la doctrina, como en sus formas de manifestarse ante el mundo y ante nosotros mismos.
Para esta unificación sacra e imprescindible -ineludible-, que está en el corazón de todos y que ahoga esas minúsculas diferencias personales que el enemigo alienta con su habitual perfidia, me bastaría con invocar la urgencia de aquellas dos grandes tareas como acabo de hacerlo.
Pero es que también existen razones profundas e históricas para ello, en la marcha de nuestro movimiento nacional.
En este instante -en que Dios ha confiado la vida de nuestra Patria a nuestras manos para regirla- nosotros recogemos una larga cadena de esfuerzos, de sangre derramada y de sacrificios, que necesitamos incorporar para que sean fecundos y para que no puedan perderse en esterilidades cantonales o en rebeldías egoístas y soberbias, que nos llevarían a un terrible desastre, digno sólo de malditos traidores y que cubrirían de infamia a quienes lo provocaran.”
Una, grande y Libre, es el lema que Franco hace figurar en el escudo de España, y en ese orden, pues es consciente de que la unidad de España, es condición necesaria para ser grande y libre. Estudioso de la Historia, supo ver que la grandeza e independencia del Imperio Español, radicó en constituirse como una unidad, al ser la Nueva España parte integrante de la España centenaria, y que su caída se produce por su rotura, motivada por españoles traidores y por el enemigo internacional.
Y es así que, junto al inmenso legado de Franco, patente a lo largo y a lo ancho de la geografía española, y consistente como realidad cierta, en la ingente obra que hizo de España la 9ª potencia industrial, existe el legado que proviene de su gobernanza, gobernanza que dio lugar a lo que el mundo calificó como el milagro español y que no casualmente, se inicia y termina con un llamamiento a la Unidad de España.
Conocedores los enemigos de España, de que la figura de Franco, su ejemplo y su legado, son pilares para su defensa, -y que estos siguen gravitando sobre ese pueblo español, que bajo ningún concepto la dejará morir-, libran desde hace cuatro décadas una batalla, consistente en atacar y difamar ferozmente a Franco, con el objetivo de borrarle de la Historia. Es así como Franco, a los casi cuarenta años de su muerte, sigue siendo el enemigo a derribar por los que quieren la rotura y destrucción de España. Todos los españoles, sin excepción, conocen la magnitud de esta batalla contra Franco, muchos los que reconocen la vileza, injusticia y mentira que encierra y muy pocos los que además de conocer todo eso, son conscientes de la trascendencia de esta batalla, vital para la supervivencia de España. Dicho de otra forma, la victoria sobre la anti-España pasa por la aceptación de la enseñanza que nos ofrece la Historia, lo que supone la unión de los españoles en comunión de creencias, principios y valores sustánciales a la España tradicional, olvidando los pactos o coaliciones consensuadas entre partidos, tal y como Franco lo anunció en detalle y lo ejecutó con precisión, a lo largo de su mandato.
Mientras sigamos en lucha de partidos, de derechas, de izquierdas, de centro, … los enemigos de España tienen ganada la partida.
Españoles, sabemos que la unión generosa y desinteresada es el camino de salvación y de gloria, que España está en tus manos, y que… España está a punto de morir.
¡Dios salve a España!
www.latribunadelahistoria.es
Al que quiera ver
Jaime Alonso
Abogado
La historia es el camino que recorre un pueblo en el tiempo, uniendo su destino en los limites de un territorio, una lengua, unas creencias (cultura) y la defensa de todo ello frente a los enemigos exteriores o interiores. Cuando se habla del “fin de la historia” no se están refiriendo a un futuro caótico; sino a un futuro sin raíces, sin denominación de origen, sin un pasado compartido y, por consiguiente, aleccionador. Nos advierten, estos acertados agoreros, de que la historia, en el futuro, será inventada y a la carta, según lo que convenga a la directriz global. Así cesará la vinculación a nuestros ancestros y vagaremos sin mochila y sin rumbo, ni asidero posible.
¡Que ingenuos! ¡Que torpes! ¡Que necios! ¡Que ignorantes! ¡Que malvados! los que diseñaron, a la muerte de Franco, las autonomías, como formula descentralizadora de la administración pública española, buscando una mayor eficacia, proximidad con el administrado, eficiencia en los recursos o sensibilidad histórica son, con la fuerza de los hechos y el tiempo transcurrido, el paradigma de alguno de esos cinco epítetos, sino de todos. Ellos sentaron las bases, conscientes o no, del intento de destrucción de la Nación mas antigua de Europa, base y estandarte de la civilización europea. Resulta sencillo adivinar las razones que impulsaron ese “proyecto suicida”, en el fondo, no en las formas, de la llamada “transición política de la dictadura a la democracia”.
Los tintes empleados para enmascarar la realidad, aparecen, cada día, con mayor nitidez y crudeza. Desde aquel ditirambo de la transición, iniciado por algún deudo de que: “Franco era el problema”; hasta las actuales leyes memorialistas donde todas las trompetas del Jericó mediático, político, económico, social e histórico, tocan a rebato sobre el pasado como exordio de futuro. Ya está comprobándose lo contrario: “Franco fue, es y será la solución a todos los problemas ocasionados por la quiebra de la democracia o la desintegración de la nación”.
De ahí el odio iconoclasta hacía su figura y memoria del actual Gobierno, llamado, sin mucho ingenio retrospectivo, “frente popular”; conjunción perversa de la izquierda radical, terroristas y separatistas en busca de excluir del poder toda idea contraria a sus designios; controlar y pudrir todas las instituciones; y usurpar, en su provecho, todo el proyecto totalizador y degradante que sus ideas comportan, sobradamente experimentadas desde el siglo XIX hasta mediados del XX en España.
Con Franco ya hubo que enfrentarse al separatismo que había crecido como la yedra en el edificio patrio, alimentada por el odio, el etnicismo y la corrupción de unos; y la inhibición, tolerancia y cobardía de los otros. España mantuvo en todo el siglo XIX permanentes enfrentamientos civiles, guerras cantonales y dinásticas que sembraron de discordia nuestra tierra, contribuyendo al advenimiento de la I y II Republica. Ortega no sabiendo como enfrentar políticamente el problema separatista, propuso el que “había que sobrellevarlo. Ramiro de Maeztu sostuvo en ese momento histórico que: “España es una encina medio sofocada por la yedra. La yedra es tan frondosa, y se ve a la encina tan arrugada y encogida, que a ratos parece que el ser de España está en la trepadora, y no en el árbol. Pero la yedra no se puede sostener sobre si misma”.
Franco, revirtió radicalmente el signo de los tiempos, atacando el problema en su raíz: la enseñanza, la historia y la lengua. Sin quitar un ápice de la singularidad cultural que aportaron en la historia las distintas regiones hispanas como plural mosaico de unidad, convivencia y grandeza; impidió, desde la raíz, la manipulación política que transforma los hechos diferenciadores en antagónicos; imposibilitó que la lengua vernácula y materna fuera excluyente de la obligatoria y común de todos los españoles; anuló la recreación de una historia distinta, parcial e inventada, que se enfrentara a la historia común, veraz y contrastada; y suprimió la creación y mantenimiento de una administración paralela, fagocitando los recursos generales; sin control y abusiva en competencias y funciones.
El Estado era unitario y la enseñanza única, pública y respetuosa con las iniciativas paternas, en todo el territorio español. La descentralización administrativa no admitía la dispersión, duplicidad o enfrentamientos. La unidad rechazaba la uniformidad impuesta, buscando la pluralidad enriquecedora. Aquello funcionó y Cataluña y Vascongadas fueron el motor del desarrollo industrial español y de su mayor renta “per cápita”. Se educaba en la ciencia del saber y también en la del modo de ser; buscando el conocimiento se adquiría el respeto, tanto a las personas como a sus ideas y símbolos que nos representan.
Otro superior acierto de Franco fue preservar a España, mientras se reconstruía y ejerció su “mandato comisorio”, de la vieja partidocracia que, desde la Guerra de la Independencia, fue una de las causas de nuestra imparable decadencia, ruina económica, desvertebración política, corrupción institucional y mayoritarias masas obreras y campesinas de analfabetismo y exclusión social.
Hasta su llegada, durante casi dos siglos, fueron ensayados con idéntico resultado todas las formas de gobierno, todos los sistemas parlamentarios. Gobiernos conservadores seguían a gobiernos liberales; gobiernos de izquierda, siempre mal llamados, progresistas, sucedían a gobiernos de derechas; pronunciamientos militares de uno u otro signo; una primera restauración (1874) borbónica, la de Alfonso XII Y XIII, sin contar las de Fernando VII; dos republicas, la primera federal, luego cantonal para terminar en tres guerras civiles simultaneas (Cuba, Carlista y Cantonal), con la destrucción de vidas y hacienda que ello comporta; la segunda proclamada “de trabajadores de todas clases. Desde 1812 hasta 1931, ocho constituciones distintas pretendieron encajar el traje político en el cuerpo social de España, con escasa fortuna, por su ajenidad a la idiosincrasia patria; el escaso respeto en su cumplimiento por quienes las promulgaron; la corrupción generada por las castas gobernantes y el nulo propósito de orientar la política a la consecución del bien común, en lugar de dirigirla al clientelismo militante, o al adoctrinado votante.
También acertó Franco, en retrasar la implantación subsidiada de la vieja política liberal triunfadora en la II Guerra Mundial, lo que posibilitó nuestro eficaz, sostenido y general desarrollo económico, lo que se ha dado en llamar “Estado del Bienestar”. Nadie desconocía que el sistema de democracia orgánica implantado no iba a ser homologado a su fallecimiento y al no existir un partido único, la transición se suscribía a sus previsiones sucesorias y a un pueblo desarrollado, reconciliado con su pasado, estable por su clase media e integrado en su entorno geopolítico europeo. Gracias a esa previsión han tenido que pasar otros cuarenta y cinco años desde su fallecimiento para que los viejos demonios familiares vuelvan a aparecer en toda su extensión y crudeza.
Con estas breves reflexiones sólo aspiro a que no vuelvan a hacerse presentes las palabras de D. Manuel Ruiz Zorrilla, dirigidas a sus compatriotas parlamentarios al advenimiento de la 1ª República: “Protesto y protestaré, aunque me quede solo, contra aquellos diputados que habiendo venido al Congreso como monárquicos constitucionales se creen autorizados a tomar una determinación que de la noche a la mañana pueda hacer pasar a la nación de monárquica a republicana”. Tampoco que se cumpla el dictado del diputado D. Emilio Castelar, tan buen orador como incoherente político: “Señores, con Fernando VII murió la monarquía tradicional; con la fuga de Isabel II, la monarquía parlamentaria; con la renuncia de don Amadeo de Saboya, la monarquía democrática; nadie ha acabado con ella, ha muerto por sí misma; nadie trae la República, la traen todas las circunstancias, la trae una conjuración de la sociedad, de la naturaleza y de la Historia. Señores, saludémosla como el sol que se levanta por su propia fuerza en el cielo de nuestra Patria”. ¡Y vino el desastre y sigue vivo!
Rendición Incondicional
José Luís Jerez
Abogado y escritor
El mundo se encamina, a marchas forzadas y velocidad de vértigo, hacia la implantación del Nuevo Orden Mundial (NOM) -¿judío?-; esa es la gran incógnita que vamos a tratar de descifrar, tomando como referencia algunos de los signos externos que se aprecian en nuestro entorno, los objetivos que se pretenden y la pasividad de una humanidad zombi.
El Nuevo Orden Mundial es una obra aciaga de ingeniería política, social y económica, a nivel planetario, impulsada por opacas élites, de ámbito supranacional, estrechamente cohesionadas, con una doble meta, ansiada por su frenética e ilimitada codicia: por una parte, la pasividad y la servidumbre pastueña, completamente controlada y estrechamente vigilada, de la inmensa mayoría de los seres humanos que pueblan la faz de la tierra y, por otra, la implantación de un gobierno invisible mundial, de un poder absoluto y omnímodo, todopoderoso, calculador, agazapado en la sombra, remate y vértice de la plutocracia terráquea. Semejante proyecto ya estaba diseñado en las actas que integran el texto del célebre libro de “Los Protocolos de los Sabios de Sión”.
Para lograr los propósitos de dominio completo y control absoluto de los ingenuos y amilanados hombres de a pie, la primera medida es restringir, o anular, determinados derechos esenciales y convencerles, simultáneamente, con trucos de magia y prestidigitación propagandística, con lavados incesantes de cerebro colectivos, por medio de las redes sociales, radio, prensa y televisión, que son terminales o tentáculos de sus instrumentos de poder, que dichas privaciones de libertad, impuestas por la amenaza de sanciones inasumibles, en caso de incumplimiento, o por la criminalización de su mero ejercicio, es lo normal y rutinario, cuando, en realidad, es una auténtica monstruosidad intimidatoria y aterradora.
Está claro que el NOM aboga por la consolidación de Estados policiales, donde se suspenden, con el empleo de la coacción y de la fuerza, en definitiva, de la sin razón, todas las garantías constitucionales posibles de los ciudadanos, para su neutralización y sometimiento irremisible.
Estamos asistiendo, sin rechistar, a encierros forzosos en los domicilios particulares; a severas restricciones de movilidad, férreamente perimetradas, de viviendas, barrios, términos municipales, comunidades autónomas, espacios nacionales e incluso internacionales, con cierres de fronteras y cancelaciones del libre tránsito. Se trata de acostumbrar a las masas que esa es la “nueva normalidad” a la que se deben habituar, “normalizando” con ello aspectos inasumibles, por la coerción que tamaña violencia supone, al arrogarse los gobiernos, sumisos al Nuevo Orden Mundial, superpoderes de intromisión en la hasta ahora pacífica vida cotidiana de las personas.
Para ejercer el control, sobre el pensamiento y la expresión en la intercomunicación social, se establece una estricta vigilancia cibernética de conversaciones, un espionaje sistemático y concienzudo de las conferencias telefónicas, e-mails, mensajes, videos, fotografías, etc., eliminando la confidencialidad y la inviolabilidad del secreto de las comunicaciones, amparadas y teóricamente protegidas por las leyes, que se vulneran y conculcan, con total impunidad, por los anónimos manipuladores, los “grandes hermanos”, del monopolio de las multinacionales que detentan las grandes compañías que posibilitan las conexiones, quienes marcan, unilateralmente, la rigidez del pensamiento único, donde la disidencia está penalizada y el aislamiento asegurado, en caso de discrepar de sus postulados, dejando a los usuarios como náufragos en el abismo de la soledad y la impotencia. La censura inasumible de todos los medios cibernéticos, de las plataformas, de internet, beneficia en exclusiva, a los poderes misteriosos y perjudica seriamente a las víctimas que la padecen sin alternativas, por ser dóciles dependientes de sus censores y vigilantes perennes. Si alguien se atreve a denunciar tan anómala situación, se arriesga a ser bloqueado, a sufrir el apagón informativo, por los desconocidos inspectores de su pensamiento, conciencia y voluntad, quienes, con sus tecnologías, desarrolladas para intervenir en el control individual y social, a través de dichas herramientas tecnológicas, se apropian del conocimiento íntimo y privativo de las personas incautas de su privacidad.
Las redes sociales están controladas por ciertos personajes bien conocidos: Mark Zuckerber, de Facebook INC, presidente de Whatsapp e Instagram; Larry Page y Sergey Brin, director y presidente de “Alphabet INC”, propietaria de Google y Youtube; Leslig Berland, jefe de marketing de Twitter; Micheal Lybnton, presidente de Snapchat; Steven Newhouse, presidente de Reddit; David Kadir, fundador de Tumdir; Emmett Shedr, presidente ejecutivo de Twitch o Jason Citron, cofundador y presidente ejecutivo de Discord… Todos ellos tienen en común la pertenencia a una misma camada, a una misma etiqueta, a una misma creencia, a un mismo tronco, que no es difícil de adivinar, que es también compartida por William Henry Gates, más conocido por Bill Gates, el fundador de Microsoft, con una pesada mochila a sus costas.
Reducido el hombre a “detritus humano”, cautivo e impotente, que contempla como se destruyen, por la elite de los “globalistas” iconoclastas, a la que está vinculado el Club Bilderberg, las estructuras e instituciones sociales tradicionales -familia, religión, patria, valores dignificantes-, para sustituirlas por nuevos paradigmas tiránicos, ejercidos, con frialdad de páramo, por el poder oculto y tecnocrático, que degradan al hombre, súbdito o ciudadano de ayer, a la categoría de peón y esclavo, sometidos al control total y centralizado, de los designios del Nuevo Orden Mundial.
La agenda del Nuevo Orden es implacable y su hoja de ruta rígida e indeleble. Apunta al debilitamiento de los Estados nacionales, para dar paso a su depredación supranacional e universalista y fomenta, entre otras estrategias, la potenciación, ayuda y estímulo a los nacionalismos disolventes, para debilitar la fortaleza de las naciones. En relación a la política demográfica, apuesta por la minoración de la población mundial y establece planes, programas y desarrollos, de toda clase de iniciativas, para menguar los nacimientos y acelerar las defunciones, a fin de lograr, de una manera drástica, sus reducciones genocidas de acoplamiento y cálculo de los futuros siervos a su servicio. Caminamos, pues, hacia la despoblación del planeta, por intereses bastardos.
Se afana el NOM en crear sociedades insolidarias, individualistas, alejadas del afecto humano, robotizadas y conectadas a instrumentos tecnológicos, como aparatos de relación entre los seres humanos, encerrados en burbujas cibernéticas y con la nariz pegada a las pantallas de los ordenadores, cambiando la naturaleza por el mito de la caverna de las realidades virtuales.
La trampa está en crear una dependencia ineludible, de individuos debilitados y autistas, básica y casi exclusivamente, por medio de los procesos tecnológicos, de bases de datos, ordenadores, teléfonos móviles, plataformas digitales y redes sociales inalámbricas y adictivas, que atrapan al cepo de la inteligencia artificial, de conexión de todos los aparatos a la red 5-G o de la prisión digital, de la que es prácticamente imposible evadirse en los tiempos modernos.
Las personas deben separarse, aislarse, encerrarse en sí mismas, tratar a sus semejantes a través de videoconferencias, pero sin contactos físicos ni afectos. Hay que desarticular y desacreditar los núcleos familiares, los vínculos tradicionales, acabar con el apego a los lugares de origen y desfigurar, hasta llegar a perderse, la arraigada cultura local, anular la nostalgia y el cariño, perder cualquier seña de identidad, que refuerce la socialización. La separación alcanzará también en los lugares de trabajo, fomentando el teletrabajo, para que no se consoliden vínculos de afecto, ni siquiera, entre compañeros de labor.
Y aduciendo razones sanitarias, con mayor o menor criterios científicos, muchas veces cuestionados, se restringen los contactos interpersonales, se establecen cuarentenas, aislamientos forzosos y un sinfín de medidas de control que se convierten en demenciales, en multitud de ocasiones, se obliga al uso de mascarillas generalizadas, sin analizar los efectos secundarios del uso de las mismas, se monitorizan las temperaturas corporales y, sobre todo, se prohíben, con severidad y amenazas terribles, las reuniones familiares, alentando la “distancia social”, para crear un clima de aislamiento social y de enfrentamiento de todos contra todos, en la aplicación del antiguo criterio de la alocución latina del “homo hominis lupus”, en lugar de considerar al prójimo nuestro hermano.
Por cierto, y a modo de inciso, los propietarios de los grandes laboratorios farmacéuticos, fabricantes de las vacunas contra la actual pandemia del Covid-19, todos están hermanados, casualmente, en la consanguineidad de antiguas y milenarias tribus, como Albert Bourla, director general de Pfizer, por citar sólo la empresa pionera de estas campañas.
La legislación, al socaire de los postulados del NOM, sigue la pauta de moldear el criterio en aspectos abominables y se preocupa por cuestiones marginales, introduciendo primero la controversia y luego el castigo de quien discrepe de las banalidades y sandeces morbosas y atrabiliarias de los nuevos articulados, preocupados, entre otras materias, por la degeneración sexual, en los planes de enseñanza, más hedonista y aberrante que reproductora; la introducción de ideologías de género en las escuelas, que tiende a la destrucción de los fundamentos de la familia tradicional y al control demográfico, mediante la “perspectiva de género”, que no es otra cosa que la “lucha entre los sexos”; el debate soez y “contra natura” de la propia identidad sexual, la legalización y fomento del aborto, con leyes protectoras de las hecatombes colectivas, las exaltación de los invertidos de toda laya, que forman poderosos “lobbys”, perfectamente orquestados por una charanga estrafalaria, la reconversión de los “trans”, el blanqueo de las patologías de carácter sexual, las taras mentales en esta materia, la inversión de las pruebas, contra todo pronóstico jurídico, de presunción de inocencia, las leyes de “género”, los “empoderamientos” y “emponzoñamientos” por decreto, el enfrentamiento por sistema y el libertinaje, como depravación elevada a modelo de referencia…Esto parece ser lo único que importa, la “asexualización” de la población, las dudas de pertenencia natural, el sexo virtual, la pornografía, la pedofilia, cuando estas materias han sido consideradas, tradicionalmente, subproductos residuales y marginales, del submundo y considerados, desde antaño, por las religiones monoteístas predominantes en la cultura occidental, como los peores villanos y malvados de la especie. Es el fermento de la denominada “ideología de odio”, desatada contra los que muestran su desacuerdo contra los abusos y falsos orgullos.
El NOM quiere interferir en todos los ángulos, por recónditos que sean, de posible libertad e independencia de los individuos y por ello trata de eliminar hasta la circulación del dinero en efectivo y convertir las transacciones dinerarias en un mero apunte contable, a través del corralito bancario, todos los movimientos de disposición que pretenda realizar cualquier persona con sus propios fondos o con su patrimonio particular. Ello creará un clima de terror y desnudez al ser humano, que le abocará al sometimiento, a su entrega, en cuerpo y alma, al sistema, por una cuestión de miedo y pura supervivencia.
El NOM basa su labor corrosiva en un permanente estado de agresión y de enfrentamientos intestinos que debilitan y atemorizan a los hombres indefensos, quienes adoptan, consciente o inconscientemente, una actitud sumisa por el odio al prójimo larvado en sus mensajes autodestructivos, que divide y segrega en una metástasis social, de bandas aparentemente irreconciliables, de la ofensa y hostigamiento, contra instituciones consagradas y tradicionales, de guerras viles superadas, de disturbios raciales, de “brechas de género” irreconciliables, para crear un desasosiego continuo y en espiral.
Otra de las armas utilizadas por el NOM son las grandes migraciones, con movimientos estratégicos y planificados, para crear una sociedad debilitada e integrada por una amalgama de seres sin arraigos culturales, ni sociales, en un mundo “globalizado” de seres que van a la deriva, porque así lo han dispuesto, para sus planes futuros, los que se benefician hoy del trafico de sus futuros esclavos.
Los señuelos utilizados por los defensores de la cultura del dinero, de la civilización de la intolerancia y el dogmatismo, son, para fingir sus verdaderas intenciones, el argumentario cansino, repetido una y mil veces, como una letanía monocorde, de los “derechos humanos”, la polisémica “democracia”, la “comprensión”, la “tolerancia”, la “solidaridad”, la “igualdad”, la “fraternidad”, la “libertad”, etc., palabras fetiches, sonoras, falaces y engañosas, que suenan a huecas, podridas y manidas, cuando se emplean por mera inercia y rutina, para embaucar y servir de antídoto o engañabobos a los crédulos desprevenidos.
Este cuadro atroz, descrito con crudeza e hiperrealismo, que cualquiera puede constatar y comprobar, con tan sólo abrir los ojos y mirar a su alrededor, siempre que no se haga trampas en el solitario, escinde a la humanidad en dos categorías bien diferenciadas y antagónicas: los “elegidos”, a quien una voz autorizada bautizó para siempre como “los hijos del diablo”, minoritarios e insignificantes en número proporcional con respecto a los habitantes terrenales, pero que constituyen, infelizmente, el sádico poder mundial entre bastidores, los que auténticamente deciden lo que ocurre en el mundo, las grandes fortunas de la riqueza del planeta, que forman el dominio plutocrático invisible, pero real, de los magnates de las finanzas (George Soros, Rothschild, Rockefellert, Morgan, Kissinger, Dupont…), el comercio, los transportes y comunicaciones, las agencias y medios de información (la cadena CNN, está controlada, por ejemplo, por Ted Turner) y las empresas tecnológicas, que gobiernan el mundo al acaparar, con lujuriosa avaricia, el predominio, en los que se concentra, la producción y distribución de los bienes y servicios, las grandes corporaciones supra estatales y, frente a los opulentos, al otro lado de la balanza, la enorme masa de la “servidumbre”, de los desamparados, la inmensa mayoría silenciosa y cobarde, los cautivos y esclavos de los “elegidos” y del sistema del NOM, los híbridos sin personalidad definida, dóciles y sumisos, sin coraje ni carácter, a quienes les espera un porvenir dependiente de implorantes limosnas, subvenciones o racionamientos, demandadas por todos los parias de la Tierra y escasamente recibidas, con cicatería genética, de los detentadores del poder supremo, como migajas de su opulencia.
Ante esta disyuntiva sólo cabe, por lo decisivo que resulta para el porvenir, dos actitudes frente al NOM: o la rendición incondicional o la lucha a muerte. Ustedes decidirán entre reptar o alzar el vuelo.
El antecedente terrorista del maquis en España
José Luís Orella
Historiador y Profesor Universitario
El término maquis procede del nombre de la foresta en Francia, de donde sería adoptado por la guerrilla contraria al Estado erigido por el general Franco a partir de 1939. Inicialmente estuvo formado por combatientes republicanos que no se exiliaron o que, al salir de prisión, el rechazo social empujo algunos al monte. En el noroeste se organizaron en torno a la Federación de Guerrillas de León-Galicia, y del Comité de Guerrillas antifascistas (Asturias), que reunían a comunistas, socialistas y anarquistas. Las agrupaciones guerrilleras tendrán presencia en los núcleos montañosos del Bierzo, Maestrazgo, sistema central y serranías de Cádiz y Málaga. Sin embargo, el aumento de destacamentos de la Guardia Civil enviados contra ellos y el descenso del apoyo social hará declinar a los guerrilleros que irán entregándose o pasando la frontera al extranjero. La represión será fuerte al final de la guerra, el teniente coronel Manuel Gómez Cantos, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Caceres, fusilará el 8 de diciembre de 1940 en Logrosán a 28 personas, queriendo repetirlo en Castilblanco, donde la oposición del párroco, don Ambrosio Eransus Iribarren, antiguo capellán de requetés con grado de comandante, evito una nueva masacre.
No obstante, la Segunda Guerra Mundial con la glorificación de la resistencia propiciará una visión positiva sobre la insurrección armada de tipo guerrillero. La invasión de la URSS por los nazis alemanes causará la declaración de guerra de todos los comunistas del mundo. 10.000 españoles formarán en la resistencia francesa a las órdenes del Partido Comunista Francés. La liberación de Francia favorecerá que el PCE decida poner en marcha la Operación Reconquista de España, a través de la Unión Nacional, una plataforma controlada por ellos, que procedería en octubre de 1944 a invadir España desde el Pirineo, tomando el Valle de Arán, cuyo hecho provocaría una insurrección popular que derrocaría al gobierno nacional. Por supuesto aquello no se dio y la operación fue un fracaso. El jefe del Estado Mayor del Ejército, general García Valiño encomendó a los generales Moscardó y Yagüe el rechazo a Francia de las formaciones guerrilleras. Los 8.000 comunistas que cruzaron la frontera fueron expulsados, perdiendo 129 muertos y causando 32 a los militares. El coronel Vicente López Tovar ordenó la retirada de sus efectivos al país galo. Sin embargo, López Tovar como Jesús Monzón, quien se encontraba dirigiendo en el interior de España el maquis, fueron acusados de traidores por Santiago Carrillo, quien aprovechó la ocasión para desautorizarles y hacer una purga entre sus partidarios dentro del PCE. Santiago Carrillo se adueñó del PCE y mando asesinar a los lugartenientes de Monzón, al mando del maquis, Gabriel León Trilla, que fue asesinado en Madrid el 6 de septiembre de 1945; Alberto Pérez Ayala también en Madrid el 15 de octubre de 1945; y Pere Canals nada más llegar a Francia.
Jesús Monzón se refugió en Barcelona, donde cayó preso, al ser delatado por miembros del PSUC. En aquellos días acababan de asesinar a Camilo Morales Cortés, jefe local del movimiento de Reus. Será condenado a 30 años de cárcel, pero indultado en 1959, se exilió en México, de donde vendrá a España, durante el periodo del desarrollo, como profesor de mercadotecnia en el IESE.
Las operaciones del maquis comunista, se realizaron a través de las «agrupaciones guerrilleras»: la Agrupación Guerrillera de Asturias, Agrupación guerrillera de Levante y Aragón, Ejército Guerrillero de Galicia, Agrupación Guerrillera Asturias-Santander y Ejército Guerrillero de Centro. No obstante, a partir de 1948 Stalin dio orden de suspender sus operaciones junto a la guerrilla griega. Aunque esta última no acató la orden. Las guerrillas fueron feneciendo por el distanciamiento de Francia como base de aprovisionamiento, la ausencia de apoyo de la población española y el afianzamiento del régimen a partir de 1953 con el fin del aislamiento internacional. Las partidas van desapareciendo y el cerco se va estrechando, la supervivencia en el monte se hace duro, manteniéndose a través del secuestro, y el robo, que les ahuyenta el apoyo local. Los asesinatos de párrocos, guardias civiles, cargos municipales y ganaderos que se niegan a dejarse robar, los va convirtiendo en viles bandidos.
Uno de los casos más sangrientos será en 1946 en Gúdar, cuando por la detención y posterior suicidio de la mujer del guerrillero Florenci Guillén “el Pinchol”, quien había participado en el asesinato de seis personas, la partida guerrillera de “el Pinchol” asesinó en el pueblo a seis guardias civiles, a la esposa e hija de uno de los números y a ocho civiles, dos matrimonios y tres hijos de ambos, de siete, nueve y doce años de edad, más una anciana de sesenta y cuatro. En el mismo año hicieron descarrillar el tren de Guamer a Mora la Nueva, ocasionando cuarenta muertos y más de cien heridos.
Secundino Serrano en su obra «Maquis. La historia de la guerrilla antifranquista» habla de la terrible paradoja de los héroes en Francia transformados en bandoleros en España. El mejor historiador del fenómeno maquis, el clásico «El Maquis en España» de Francisco Aguado Sánchez, nos dice como de 1944 a 1952 el maquis asesinó a 953 y cometieron 845 secuestros, sabotajes y 5.963 atracos. Según datos del Ministerio de Interior, los 1.826 enfrentamientos entre los maquis y las fuerzas del orden provocaron 12 fallecidos del Cuerpo General de Policía, 11 de la Policía Armada, 27 del Ejército y 260 de la Guardia Civil. A su vez el maquis tuvo 2.173 muertos y otros 3.387 detenidos. Entre el armamento intervenido estaban 24 ametralladoras, 3.525 armas largas (fusiles, rifles y escopetas), 516 subfusiles, 3.075 armas cortas (pistolas y revólveres) y 7.804 artefactos explosivos. A estos hay que añadir los 953 civiles asesinados por el maquis, la mitad de sus 834 secuestros acabaron con el asesinato del retenido y 103 en sus atracos. Las fuerzas del orden detuvieron a 17.861 cómplices y enlaces del maquis, según Luis Suárez en su obra «Franco. Los años decisivos. 1931-1945. Barcelona, Ariel. p. 268». En total el maquis acabó con la vida de 1.260 personas.
Los últimos maquis serán el anarquista Francisco Sabater Llopart, “Quico”, quien murió en la noche de de enero de 1960 en Palol de Revardit (Gerona), después de matar al teniente de la GC Francisco de Fuentes; el también anarquista Ramon Vila Capdevila “Caracremada”, que murió el 7 de agosto de 1963 en una emboscada en Rajadell (Barcelona), y el comunista José Castro Veiga “O Piloto”, quien murió tiroteado el 10 de marzo de 1965, en la parroquia chantadina de San Fiz (Lugo), después de robar 15.000 pesetas a un vecino de Lamagrande. Será quien pase a la posteridad como el último bandolero del campo español, cuando entró en el como un maquis comunista.
Una represión con dos caras
Ángel David Martín Rubio Sacerdote, Historiador y Profesor Universitario
La abundante producción historiográfica en torno a la violencia en la España de los años treinta y cuarenta del pasado siglo nos permite precisar cómo durante ese periodo, las pérdidas humanas provocadas como consecuencia directa o indirecta de las operaciones militares de la Guerra Civil, no fueron las únicas. La honda brecha que se manifestó entre los españoles tuvo su incidencia en el elevado número de asesinatos y ejecuciones en cada una de las retaguardias, actuaciones represivas que se prolongaron durante los primeros años de la posguerra.
Ahora bien, no es solamente que las bajas a consecuencia de la represión se sitúen en el contexto más amplio de un enfrentamiento militar, sino que el recurso a la violencia es indicio de un conflicto de más largo alcance. Con la implantación de la República en 1931, inicia su fase culminante un proceso revolucionario cuyos orígenes remotos pueden ponerse en el inicio de la edad contemporánea. El panorama no es exclusivo de España. Sin ir más lejos, Francia conoció el empleo masivo del terror como instrumento revolucionario y se había recurrido a la violencia para dar por zanjados episodios como la Comuna. Y encontramos semejanzas con el caso español en sucesivas guerras civiles revolucionarias del siglo XX: Rusia y países limítrofes, Finlandia, Hungría, Yugoslavia y Grecia. También encontramos una represión mucho más sangrienta que la española en el entorno de la Segunda Guerra Mundial y la inmediata posguerra con un importante peso de las ejecuciones no judiciales.
Volviendo a España, desde 1931 las diversas facciones izquierdistas cultivaron sistemáticamente la violencia convencidos de que les abriría el camino al triunfo definitivo, sin renunciar siquiera a la guerra civil como declararon sin tapujos sus dirigentes. Así, para Largo Caballero, «Estamos en plena guerra civil. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aún los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee, no una bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución socialista» (“El Socialista”, Madrid, 9-noviembre-1933).
De la “lucha de clases” al “genocidio”: la izquierda nos explica la represión
A raíz del libro publicado por Ramón Salas Larrazábal en 1977 con el título “Pérdidas de la Guerra”, son numerosas las publicaciones que se han centrado en la represión durante la Guerra Civil Española y la posguerra.
En un primer momento, la historiografía militante de izquierdas se acogía a formas más o menos depauperadas del materialismo histórico. Al tiempo, se retomaba un argumento ya utilizado por la propaganda en los años de la guerra: la existencia de una diferencia notable entre lo ocurrido en las dos retaguardias, radicada en el carácter sistemático y ordenado desde arriba de la represión en zona nacional mientras que los republicanos habrían sufrido, todo lo más, el desbordamiento de una violencia espontánea y de carácter popular, fruto de la agresión previamente sufrida.
En realidad, la responsabilidad de la violencia en la retaguardia frentepopulista residió de manera directa en los poderes públicos que monopolizaron el poder. Es decir, el terror izquierdista se organizó desde el principio en su doble vertiente: la policial (puesta al servicio del Gobierno, los partidos y los sindicatos) y la militar (ejecutada en un primer momento por las milicias y, posteriormente, desde el propio Ejército Popular). El funcionamiento de las checas y otros organismos semejantes resulta imposible de interpretar si se olvida la existencia en paralelo de un Gobierno y de un proceso revolucionario, así como la pugna entre los protagonistas de éste para determinar cuál de las fuerzas implicadas lograría imponer su hegemonía al resto. Esta última circunstancia determina también un rasgo característico del terror en esta zona (sin parangón en la retaguardia nacional) que es la violencia sufrida por los propios miembros de las organizaciones izquierdistas. Los comunistas van a asesinar a numerosos anarquistas, miembros del POUM y socialistas menos radicalizados y van a sufrir, a su vez, represalias desde estas facciones. Cuestiones como la persecución religiosa iniciada por la República en 1931 y que supuso un porcentaje importante de las víctimas, merecería tratamiento aparte. Para todo lo dicho, remitimos al trabajo de José Javier Esparza, probablemente la mejor síntesis acerca de la represión en la retaguardia frentepopulista (“El terror rojo en España”, Barcelona: Áltera, 2007) y a la investigación de Manuel Aguilera Povedano sobre la violencia en el seno de las diversas facciones izquierdistas (“Compañeros y camaradas. Las luchas entre antifascistas en la Guerra Civil española”, Madrid: Actas, 2012).
Las cifras de víctimas: un falso debate
Los estudios más serios acerca de la cuestión que venimos abordando permiten establecer que las víctimas de la guerra se sitúan en torno a las 630.000, incluyendo las causadas por enfermedad, combates y ejecuciones. La sobremortalidad por enfermedad se establece con facilidad (unas 330.000 bajas) y corresponderían a muertes violentas el resto. Los caídos en acción de guerra han sido generalmente estimados en torno a los 160.000 y la represión habría costado unas 140.000 vidas entre los dos bandos y la posguerra. Es significativa la elevada proporción que representan las muertes violentas al margen de las operaciones militares: aproximadamente un 50% del total. Unas sesenta mil fueron las víctimas en la retaguardia frentepopulista mientras que el número de ejecutados por los sublevados y en la posguerra se situaría en el entorno de los ochenta mil. En el primer caso era menor el número de población considerado potencialmente hostil al quedar provincias enteras fuera del control de los frentepopulistas, por lo tanto, la represión en zona republicana causó menos víctimas en números absolutos pero la cifra resulta, proporcionalmente, mayor que la de la represión en zona nacional y posguerra.
Los revisionistas vinculados a la memoria histórica pretenden elevar la cifra de los represaliados por los alzados hasta valores que se sitúan muy por encima de los cien mil ejecutados. Para ello se prescinde de los datos aportados por las estadísticas demográficas y se utilizan estimaciones, misteriosos informes basados en recuerdos más o menos elaborados o se atribuyen a la represión causada por los sublevados numerosas víctimas que en realidad se deben a acción de guerra e incluso se trata de asesinados por los republicanos.
Las represalias que tuvieron lugar en la zona frentepopulista costaron la vida a miles de personas y conocieron un grado de crueldad difícilmente parangonable. No hay razón alguna para sostener, como se ha pretendido, que el terror en el campo republicano fuera infinitamente menos importante que el del campo nacional. Eso sí, los varios miles de personas fusiladas aquí como consecuencia de la aplicación de los bandos de guerra y de los procesos judiciales de naturaleza militar, así como manifestaciones de una represión irregular que se mantuvo en la posguerra son lo suficientemente expresivas para plantear con toda seriedad la cuestión. Más allá de las cifras, interesa subrayar ahora que la represión en zona nacional, y de manera particular en la posguerra, fue de manera predominante el resultado de una exigencia de responsabilidades por comportamientos durante el período de control revolucionario de los que se derivaban consecuencias penales, es decir, que se juzgaba por delitos concretos. Es cierto que no solo se consideraban los crímenes de guerra sino también la participación en las instituciones políticas y militares del bando revolucionario. Esto obliga a distinguir cuidadosamente entre los posibles inocentes, víctimas acaso de falsas delaciones, de los responsables de crímenes sin que quepa una posible equiparación.
El proceso es reversible
En una reciente revisión del panorama historiográfico acerca de la Guerra Civil española, el historiador Arnaud Imatz acaba concluyendo que gracias al trabajo de una minoría de historiadores independientes, la visión maniquea y falsamente progresista de la Segunda República y la Guerra Civil impuesta por la izquierda ha recibido un golpe mortal. La visión parcial, sin duda, sigue siendo predominante en los ámbitos estatales y en la propaganda, pero en muchos medios de comunicación y en sectores cada vez mayores de la opinión pública, la percepción de la historia española del siglo XX es muy diferente de los mitos sostenidos por la izquierda.
Es necesario ahora que el pasado de los españoles y su conocimiento histórico, vuelvan a formar parte del entramado de virtudes y valores aceptados y cordialmente vividos que nos unen como comunidad política. Sobre estos principios deben fundamentarse los llamados “usos públicos de la Historia”, y nunca desde la ignorancia o la falsificación del pasado, promovidos por el afán de hegemonía de un proyecto totalitario.
“En el Rosario está cifrada la salvación de tu Patria”
¡REZA POR ESPAÑA!
Por sus frutos los conoceréis
- Jesús Calvo
Sacerdote
La hipócrita propaganda de “la salvación de la democracia” por el ex rey Juan Carlos I, emitida el pasado 23-F en TVE, ha sido el teatro oficial del sistema liberal, mantenedor de puestos burocráticos de los dictadores del parasitismo, que engulle las reservas económicas de nuestra empobrecida y fragmentada Patria.
Han dado una lejana historia de la realidad de aquellos momentos recién estrenada la democracia, ensangrentada por el terrorismo diario contra las fuerzas del orden, especialmente la Guardia Civil, y el desorden generalizado, tanto callejero como en la moral pública.
Ocultaron el trasfondo que motivó aquel pronunciamiento militar (mal llamado golpe de estado), cuando solo se trataba de instaurar provisionalmente un gobierno militar para atajar aquella situación de anarquía en la que nos sumió la ausencia del providencial Caudillo de España, y la urgencia de eliminar tan gravísima sangría cívico-militar nacional del terrorismo revanchista, ausente de toda autoridad justiciera.
Los militares comprometidos, informado el Rey, entraron en el Congreso el 23-F. advirtiendo que iban en nombre del Rey (cosa que ocultaron en ese reportaje).
El Rey iba a poner de presidente del Gobierno a su amigo, el General Armada, luego… ¿quién daba el golpe, sin haber hecho referéndum nacional? Miláns del Bosch también era monárquico, no así Tejero.
Y cuando el patriota e incorruptible Tejero Molina (Teniente Coronel de la Guardia Civil), vio que en la lista de nuevos ministros iban a nombrarse a socialistas y comunistas, además de Fraga, en una ensalada de sujetos diversos, para dar gusto a la oficialidad democrática, era una tradición a lo acordado, negó rotundamente esa toma de posesión inmediata, dando un contragolpe, evitando todo acto de fuerza, con posible sangre innecesaria.
También rechazó la cuantioso suma de millones que se le ofrecieron en forma de soborno, para acceder al plan del Rey.
Solo un caballero español, amante de Dios, la Patria y la Justicia, podía actuar así con sumo honor y responsable del estado real de su agredido y cobarde gobierno…
¿Por qué no se dijo todo esto en esas programaciones televisadas…? ¿Y por qué el Rey tardó tantas horas en responder ante lo que pasaba en el Congreso? ¿Por qué no se hizo ya en su día un seguimiento paso por paso de los hechos de 1981 cuando vivían todos los personajes del pronunciamiento?
¿Y por qué entre los periodistas intervinientes no llamaron a don Luis F. Villamea, testigo de todo y director de Fuerza Nueva, así como al mejor documento viviente de don Antonio Tejero? ¿De qué tenían miedo esos traidores, cobardes y pasotas mandatarios?
El supuesto triunfo de la democracia lo que nos ha traído ha sido esta ciénaga de vergüenzas físicas y morales, arruinando a la nación, que de la octava potencia económica mundial a la que nos elevó el nacional catolicismo de Franco, ha quedado en la 14ª potencia, y seguimos retrocediendo, habiendo perdido el prestigio que en el mundo tuvo, traicionada por el perjuro del Rey (y el silencio cobarde de la jerarquía eclesiástica), auto destructora de su inmediato futuro en el holocausto del aborto, destrucción de la familia, corrupciones de partidos, políticos golpistas, destructor de identidades nacionales y a la dictadura mundial del judaísmo masónico.
Hasta el colmo de la anarquía práctica de vandálicas guerrillas urbanas, fruto del manejismo, la frustración, la incultura, el odio a las grandezas históricas patrias y como la Providencia pone a cada cuan en su sitio, el “emérito” huido de la Justicia como un vulgar delincuente, y don Antonio Tejero enaltecido con una apología de casi 600 páginas, titulada “DON ANTONIO TEJERO, UN HOMBRE DE HONOR”, publicada por la editorial SND.
Ahí están los frutos. Toda causa tiene sus efectos.
No tardando, tendremos que culpar a Tejero de no haber dado por su cuenta un golpe seco de Estado, y de no haber metido en la cárcel al Borbón con su mágica y “salvada democracia”. Pobre España, atracada por Judas, Pedros y Pilatos: Traidores, cobardes y pasotas.
Ya lo dijo Franco: “No se os puede dejar solos”.
GOBIERNO DE CONCENTRACIÓN DEL 23F
En Febrero de 1981 estos mimos políticos se manifestaron en contra del “Golpe”.
“Era el Rey y los partidos políticos los que habían organizado un golpe en el que nosotros éramos los malos y ellos los salvadores de la patria. Por ello tienen que tener guardada la parte oficial hasta que mueran los cabecillas, que tuvieron la desvergüenza de manifestarse al día siguiente”.
- Antonio Tejero Molina
Afán nº 25
Febrero de 2021
El Ángel de la Victoria, (pen)último asalto en Tenerife por eliminar a Franco del espacio público
La Junta Republicana de Canarias pide la retirada del conjunto de Ávalos, cuyo valor artístico defiende la Fundación Franco apoyada en informes de expertos
Andrés Bartolomé en la Razón el 04-03-2021
Tras la retirada del monumento a Franco en Melilla, el objetivo a erradicar se ha centrado en un conjunto escultórico ubicado en Santa Cruz de Tenerife. Sus detractores se basan en que la eliminación responde al mandato de la Ley de Memoria Histórica (LMH), y sus defensores alegan respecto al primero que se trata de una estatua que recuerda a Franco como comandante de la Legión -antes de la Guerra Civil- y en el caso del segundo, que es una obra artística que escapa al objeto de la ley, además de que el “Generalísimo” no está identificado como tal.
Situado en una de las principales calles de la ciudad, este último conjunto es comúnmente conocido como “monumento a Franco”, y está formado por una de las esculturas más llamativas de Santa Cruz de Tenerife, obra de Juan de Ávalos, el autor que dio forma al conjunto del Valle de los Caídos. Su nombre oficial es “El Ángel de la Victoria” o “El Monumento del Ángel”.
La Real Academia de Bellas Artes solicitó al Cabildo en 2019 que declarase el monumento Bien de Interés Cultural (BIC), pero se rechazó alegando que hay un procedimiento judicial en marcha en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
A la expectativa
El Ayuntamiento se mantiene mientras tanto a la expectativa de lo que pueda suceder, sin “interés” ni “prisa” por “proteger” el conjunto, “algo que nunca se ha planteado”, según la Consejería de Patrimonio Histórico del Cabildo. Por su parte, José Carlos Acha, concejal de Cultura del consistorio, habla de “una obra de arte” que “en todo caso hay que resignificar en algo que permita entender qué sucedió y ponerlo en contexto”.
En opinión de Arturo Armada, patrono en la isla de la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) desde 2005, “no hay nada que identifique con Franco al conjunto”, que forman “un ángel ascendente con un guerrero encima”, y, afirma, “nunca ha habido una placa” que identifique “el monumento más fotografiado en Santa Cruz”.
Defensa de la obra de Ávalos
La Fundación Franco basa la defensa de la obra de Ávalos en los dictámenes que han emitido entidades como la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel, la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel o la Fundación Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP), así como un documento de la Universidad San Pablo-CEU.
El informe jurídico establece que el conjunto escultórico está protegido por la propia Ley de Memoria Histórica en su punto 15.2, que afirma que la norma no es aplicable “cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley”. Según los expertos consultados, “es el caso”, ya que “poseer una obra de la categoría artística de la de Juan de Ávalos honra sin duda el patrimonio artístico de Santa Cruz de Tenerife”. De Ávalos se recuerda además su condición de Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1974) y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes (1880) y Gran Cruz de la Orden de Isabel La Católica.
Para la Fundación CICOP, “este conjunto arquitectónico constituye uno de los ejemplos en donde el pasado convive con el presente y el futuro”.
Obra emblemática
Arturo Armada no percibe animadversión entre los ciudadanos hacia la emblemática obra. “La gente lo tiene asimilado completamente”, dice. “Esto no tiene nada que ver con Melilla, que es una barbaridad, pero aquí no lo identifican con nada, es un conjunto escultórico que nadie se propone quitar, salvo los que se mueven con ese odio que uno no se explica…”.
Ese rechazo viene expresado en la recogida de 21.000 firmas que la Junta Republicana de Canarias dice haber recogido para apoyar su solicitud de que se retire el monumento y toda la simbología de exaltación del franquismo en la ciudad, y en una nota de prensa donde se calificaba a Franco de “genocida”.
“Esas firmas… Para que tengan un valor tienen que ir acompañadas de documentos, y dudo que hayan seguido esos cánones”, critica el patrono de la Fundación Franco. “Lo que sí hay son cientos de miles de personas que se adhirieron por suscripción popular a la construcción del conjunto en 1966”, apoyos “de todos los pueblos de la provincia”, desde donde contribuyeron “con una peseta, cinco, diez… Eso sí es un plebiscito de la voluntad del pueblo”.
Símbolo del triunfo de la paz
El informe de la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel señala que la obra fue levantada “en símbolo del triunfo de la paz entre españoles y no respondiendo a un motivo de exaltación de ninguno de los tipos” a los que hace referencia la LMH.
Sobre su autor, se recuerda que Juan de Ávalos fue “un escultor depurado por Franco por ser activo militante socialista y republicano, con carnet número 7 del PSOE de Mérida”.
Los expertos abogan por alcanzar, por medio de una resignificación, una solución que permita al monumento, en palabras del propio CICOP, “adquirir el rol que le corresponde y que su conservación trabaje para el futuro y no el pasado, ya superado por la mayoría de la sociedad”.
Su recomendación es “colocar una placa para que el monumento pudiera contextualizarse” y permitiera “no solo admirar el valor de la obra sino entender su verdadero significado”. Proponen como ejemplos del texto para esa placa dos inscripciones: “Monumento a la victoria de la Paz” o “Monumento a la victoria de la Paz erigido por suscripción popular”.
Preguntado acerca de un desenlace, Arturo Armada se muestra escéptico: “En estos tiempos convulsos puede pasar cualquier cosa, pero si el buen criterio y la capacidad de razonar triunfan, debería dejarse la obra como está”.
ENFRENTANDO A LA SERPIENTE (por Rostroazul)
Nos cuenta el libro del génesis (que trata de explicar los orígenes del problema humano) que los hombres, que habían sido creados en un estado magnífico y vivían en un paraíso donde no conocían el hambre, ni la necesidad, ni la enfermedad, ni la muerte; fueron tentados por la serpiente bajo el engaño de usar su libertad para ser absolutamente dueños de su destino sin necesidad del Creador. Sucedió, según nos relata el episodio bíblico, que el hombre cayó en la tentación propuesta por la serpiente, de querer vivir según su propio orden moral y descubierta su trama fue expulsado del paraíso, entrando en un destierro donde se nos señalan como desventajas principales, el ganar el pan con el sudor de la propia frente. El parir con dolor, y tener que sufrir la enfermedad y la muerte.
Una vez en el destierro, el hombre se olvidó del creador y viviendo bajo los postulados de su propia conciencia, formó sociedades donde se adoraban a deidades, que representaban la muerte, la fecundidad, los fenómenos naturales o los astros…y por supuesto fruto de su ruptura con la moral del paraíso, en aquellas sociedades pretéritas, se daban situaciones de indigencia y orfandad antropológica. Principalmente la antropofagia o canibalismo; la esclavitud…el ofrecimiento de sacrificios humanos …. las prácticas homosexuales…. El suicidio…. y todas estas conductas, que expoliaban al ser humano haciéndolo profundamente infeliz, tenían su base en la misteriosa serpiente.
Los tratados de angelología cristiana nos dieron cuenta, que la serpiente no era sino un poderoso ser creado (un ángel caído), que habiendo perdido su sitio en el cielo, vivía por y para arruinar los planes del creador sobre el género humano, impidiendo que este obrara el bien y sufriera un altísimo costo, privado de alcanzar la gloria divina.
Hasta que un día Dios, intervino en la historia para tratar de revertir la situación de aquellas criaturas desterradas, que andaban en las tinieblas de este mundo, y lo hizo sacando un pueblo nuevo de la nada, de un precursor (Abraham) con una moral nueva con su código de conducta. Este pueblo se caracterizó por recibir de Dios directamente las nuevas normas morales a seguir (los mandamientos), que implicaban una total ruptura con las seguidas por otros pueblos, pero que básicamente propugnaban el amor y la adoración al único Dios, el respeto por el semejante; la sustitución de los sacrificios humanos por los de animales; el enaltecimiento de las familias y patriarcas y una estricta moral sexual……también el respeto por el individuo y la propiedad. Se llamó a esto la primera alianza.
El pueblo elegido fue advertido por los profetas de que en su seno aparecería un “salvador” que redimiría al hombre posibilitándole la reconciliación con Dios y su regreso final a la casa del padre.
Al cumplirse la profecía de la venida de El salvador al mundo y al inicio de su vida pública, se produjo un hecho inaudito, recogido en los textos evangélicos como “las tentaciones”. El Salvador y la Serpiente se vieron las caras en este mundo. Fue en el desierto del Jordan. En su entrevista, la serpiente le dejó muy claro al Salvador, que ella mandaba en la tierra. Básicamente que, si se plegaba a sus designios, lo trataría como a buen chico; Si lo adoraba y hacía que las piedras fueran pan entonces habría premio, pero que sino…. le iría muy mal porque el poder de este mundo se confabularía contra él. El salvador rechazó las propuestas de la serpiente y le explicó que tenía una misión que cumplir: Salvar al mundo …de la serpiente.
El Salvador se enfrentó contra los perversos designios del mundo que habían arraigado en el propio pueblo de Israel a través de la cultura griega y fue ejecutado por las fuerzas malignas, pero resucitado en su gloria, infundió a sus discípulos la misión de cambiar el mundo al amparo de su iglesia. A esto se le llamó la segunda alianza. Pero ojo su evangelio fue un desafío al hombre …. sin conversión no habrá salvación. Sin arrepentimiento el pecado original se impone y la redención no surge efecto.
Veinte siglos después, los logros y la expansión de la nueva moral cristiana se convirtieron en un relativo éxito, siendo difundida la fe por todo el mundo. Desapareciendo en general el politeísmo, la esclavitud, el aborto, …… estando mal vistas las relaciones homosexuales o el suicidio…. siendo impensable la eutanasia y la eugenesia…. era residual y restringida la pornografía considerada letal para los niños …. no se concebía la pederastia…. Y así un largo etc. Se puede decir, que occidente colonizó el mundo esparciendo el cristianismo y sus valores por todas las fronteras, cumpliéndose el designio evangélico de predicar a todas las naciones en un fuerte impulso misionero.
Sucedió a principios del siglo XX, que la nación mas grande de la tierra (Rusia) se convirtió a los postulados de la Serpiente a través de una nueva ideología, el comunismo, que profería como esencia espiritual a inculcar a los hombres, el odio a su gran rival Dios. El comunismo engendraba todos los valores de la Serpiente negando la redención y convirtiendo al hombre a una nueva esclavitud …la del Estado. En su nombre se propugnó el ateísmo como valor esencial, y el aborto y el divorcio institucional como ejes liberadores de la persona…. se abolió la propiedad, se persiguió al cristianismo y en general a la religión como enemigo directo…… Se limitaron derechos esenciales como la libertad de movimientos…. se ejecutó o reeducó a los disidentes. El comunismo personifica el triunfo de la Serpiente un asalto al poder para esclavizar y mitigar con furia el hecho de que el hombre pueda aprovechar la oportunidad de su redención. Es la inquisición al revés más oprobiosa de la tierra.
El asunto no pasó inadvertido en el cielo, pues el mismo año de la victoria comunista en Rusia (1917) en el otro extremo de Europa la Virgen María se apareció en Portugal (Fátima) y advirtió que la situación era grave, y que se requería del Papa católico la consagración de Rusia a su inmaculado corazón en unión con todos los obispos del mundo, sino de otra manera Rusia extendería sus errores por el mundo……inexplicablemente la sugerencia de la Virgen apoyada por un milagro público visto por mas de 50.000 personas no fue cumplida por la iglesia por temor a mas represalias del gigante Europeo y ….. Rusia extendió el comunismo por el mundo alcanzando a la nación más habitada del planeta. De esta manera la nación mas grande y la más habitada del planeta se hizo comunistas.
El comunismo se fijó en España como país idóneo para su implantación en nuestra tierra ocasionando la mayor persecución religiosa desde Diocleciano, con el asesinato de mas de siete mil religiosos…. por el hecho de serlo (capitulo ausente de la memoria histórica). La serpiente fue momentáneamente derrotada en cruenta guerra civil ganada por los buenos, de ahí el odio histérico de sus esbirros por todo lo que recuerde a su fallido proyecto.
En los momentos actuales la Serpiente, que ha visto la imposibilidad de derrotar militar y económicamente a occidente ha mutado para implantar sus ideas del plano económico al plano moral directamente…. Se trata de una jugada maestra …se trata de hacer pensar al hombre que en su desobediencia al creador obtendrá el éxtasis de su libertad plena emancipado de perjuicios. Resumiendo, volvemos al inicio de este trabajo antropológico…. Se difunde que nos sintamos orgullosos del pecado original…. para de esta manera hacer inútil la obra salvadora del enviado de Dios.
El Vehículo es la exaltación en occidente, que no en Rusia ni en China de una ideología proclamada satánica por la vaticana congregación para la doctrina de la fe. La LGTBI, que bajo la burda astucia de que somos iguales (los hombres y mujeres no somos iguales) se disuelve el género fomentando todo lo reprobado por el creador, la homosexualidad, la inversión sexual, la transexualidad, la pederastia cada vez mas reconocida y toda la basura que pueda destruir la institución natural de la familia…. y como te opongas … serás depurado por los tribunales públicos de la nueva inquisición.
En este escatológico capitulo de la historia de la humanidad nos encontramos a inicios de 2021. No es una batalla de derechas e izquierdas. Tampoco es una batalla social. Esta en juego los cimientos de la civilización …los matrimonios …. las familias…los clanes…los lugares donde el hombre encuentra cobijo en su infancia y en su vejez. Para los primeros abortos, para los últimos eutanasia, para los del medio disgregación…. para los que se opongan…la hoguera.
Revelaciones Privadas, Fátima y el Fin de los Tiempos. II
José María Manrique
La verdad os hará libres (Jn 8, 32).
La verdad padece, pero no perece (Santa Teresa).
Foto de LIFE de 3 de enero de 1949 que demuestra el
universal interés por los Mensajes de Fátima: D. José Alves Correia da Silva, Obispo de Leiría (Fátima) entre 1920 y 1957 y depositario del “Tercer Secreto”, el cual está en el sobre que aparece delante y en el que escribió: “Este sobre y su contenido será confiado a su Eminencia el Cardenal Don Manuel (Gonçalvez Cerejeira), Patriarca de Lisboa, después de mi muerte. Leiría, 8 de diciembre de 1945, José, Obispo de Leiría. El mismo fue enviado al Vaticano en 1957./Octubre de 1949: Franco en Fátima.
Recientemente Monseñor Athanasius Schneider ha impartido una muy recomendable conferencia titulada Fátima y los últimos tiempos, por medio de internet (ejercitoremanente.com/2021/03/05) y en español. En ella destaca que, fundamentalmente, Nuestra Señora vino a Fátima a pedir que se hiciera penitencia y reparación por los pecados y así evitar el castigo divino en este Mundo y en el Infierno.
Coincide en ello con lo supuestamente manifestado por Sor Lucía al Padre Fuentes, postulador de las causas de Jacinta y Francisco, en diciembre de 1957: “Los dos medios para salvar al Mundo son la oración (especialmente el rosario) y el sacrificio”.
Eso es lo medular, siendo lo demás advertencias para recalcarlo. Pero unos y otras se ha buscado ignorarlas, por lo que, como veremos, la tercera parte del “Secreto de Fátima” ha sido largo tiempo ocultada y, aterrador es decirlo, desvelada parcial y engañosamente según los hechos, indicios y revelaciones posteriores. Entre ellas, las más explícitas son las comunicadas irlandesa “Maria Divine Mercy” (MDM, Mary Carberry de soltera, Mary McGovern; no reconocida y muy perseguida), que la web Ejército Remanente acompaña a las palabras de Schneider; como ejemplo de su probable veracidad, me consta que Mary comunicó la forzada renuncia de Benedicto XVI en febrero de 2013, tiempo antes de producirse (junio 2011).
Veamos ahora esos hechos e indicios.
Las Jerarquías Eclesiásticas (Pío XI y Pío XII).
Recordemos que en 1926 y 1929 las apariciones reiteraron la Consagración de Rusia por el Papa en unión con todos los Obispos del Mundo, que en 1930 el Obispo de Leiría (José Alves Correia da Silva) reconoció al fin las apariciones; y que el Papa Pío XI (1922-1939) supo de las peticiones en aquel 1930. Que Sor Lucía escribió sus Memorias en 1934, 1937 y 1941 (las dos últimas); solo en la 4ª se incluyó, al final de los dos primeros secretos, la frase: “en Portugal se conservará siempre la doctrina de la Fe, etc; esto no se lo digáis a nadie; a Francisco, si podéis decírselo”. También en ella puso que había escrito todo “a excepción de aquella parte del secreto que actualmente no tengo permiso de revelar…”. Para muchos, ya desde 1941, las palabras de la Santísima Virgen interrumpidas con el etcétera deberían continuar en lo que se denominó “Tercer Secreto”.
Pero, al parecer, Pío XI, que recibía las peticiones trasmitidas por Lucía a través de sus directores espirituales, nunca quiso oír habla der Fátima (según escribió Marco Tosatti, en el Il segreto non svelato, a quien se lo dijo el secretario papal Carlo Conalonieri, luego cardenal). Concretamente, Lucía dijo al 3 de febrero de 1946 al sacerdote montfortiano holandés Hubert Jongen: “El padre José Bernardo Gonçalves (mi confesor) … informó a Su Gracia el obispo de Leiría sobre todo y logró que el pedido llegara al conocimiento de S. S. Pío XI”. Mientras, la más feroz persecución religiosa se había enseñoreado de Rusia, Méjico y España, y la anunciada guerra mundial estaba en ciernes.
Pío XII (1939-1958), que había sido consagrado obispo el mismo día de la 1ª aparición en Portugal, gustaba definirse como el Papa de Fátima, sin duda por estar mal informado, tampoco hizo nada antes del estallido de la guerra. Lucía, aconsejada por sus confesores, obtuvo autorización del Cielo para que se obviara la políticamente temida, y por algunos diplomáticos y “teólogos” vaticanos desaconsejada, “consagración de Rusia”, y lo que podía suponer de crítica al régimen de la URSS, y se hiciera una consagración del Mundo con especial mención de Rusia, lo cual transmitió, con bastantes alteraciones, el Obispo Correia da Silva. Aquella “consagración de la Iglesia y el Mundo al Inmaculado Corazón de María” se hizo el 31 de octubre de 1942. Lucía manifestó que fue un acto incompleto respecto a la voluntad divina, por lo que quedaba pendiente, hasta que se atendiera completamente la petición de la Virgen, la conversión de Rusia y la paz verdadera, con la consecuente anunciada derivada de que Rusia seguiría “esparciendo sus errores por el Mundo, (y) promoviendo guerras y persecuciones”.
El 4 de mayo de 1943, Sor Lucía escribió: «Nuestro Señor “promete el pronto final de la guerra, habida cuenta del acto que se ha dignado hacer Su Santidad. Pero, como fue incompleto, la conversión de Rusia será para más tarde”». Así mismo escribió una carta (recogida en el libro El futuro de España en los Documentos de Fátima del P. Martins S.J.) donde transmitió un recado de parte de Nuestro Señor para los Obispos de España: «“El Señor desea que los Obispos de España se reúnan en retiro y determinen una reforma en el pueblo, en el clero y en las órdenes religiosas” … “si los Señores Obispos de España no atienden sus deseos, ella (Rusia, sus ideas) será una vez más el azote con que Dios los castigue».
Ya conocen la respuesta. Y, respecto a las ideas dispersadas por el comunismo ruso, recordemos que fue fruto de “la revolución”, financiada en los países sajones por los plutócratas, que, ya con Marx y Engels en el siglo XIX, siempre ha querido “derribar el trono y el altar”, y también la familia y la moral natural, antes incluso que Gramsci y la Escuela de Frankfurt
El 15 de julio de 1946 Sor Lucía dijo al hispanista William Thomas Walsh (autor de Our Lady of Fátima) que: “Lo que nuestra Señora quiere es que el Papa y todos los obispos del Mundo consagren Rusia a su Inmaculado Corazón en un día especia… ¡No el Mundo!, ¡Rusia!, ¡Rusia”.
A partir de entonces las cosas se oscurecieron aún más. El 13 de mayo de 1948 abandonó España y, con 41 años, ingresó en las Carmelitas de Coimbra con el nombre de Sor Maria Lúcia de Jesus y do Corasão Inmaculado. Como mero apunte, hay que decir que con este nombre, según fuentes de internet, hubo una inscripción el carmelitano Secretriatus Generalis pro Monialibus O.C.D. (Moniales defuntae; Nº. 265) que la dio por muerta el 31 de mayo de 1949, fecha que oficialmente corresponde a sus votos solemenes; este registro se modificó posteriormente a la fecha oficial de defunción (13-II-2005). En todo caso, como se detallará, en Coimbra tuvo prácticamente prohibidas las visitas y el hablar del 3er Secreto, y a partir de entonces las muy llamativas discrepancias físicas que aparecen en las fotografías (no es muy creíble que Sor Lucía se hiciera una ortodoncia completa) han hecho florecer los estudios de su supuesta suplantación por una doble (o varias), bien ya entonces, bien a finales de los años 50.
Pío XII, en vísperas la proclamación del Dogma de la Asunción, el 31 de ocubre de 1950, vio en los jardines vaticanos el “Milagro del Sol”.
Este mismo Papa, consciente de no haber cumplido enteramente el mandato celestial por falta de “comunión” entre los obispos y “teólogos”, el 7 de julio de 1952, mediante la carta apostólica Sacro Vergente Anno dirigida a los pueblos de Rusia, realizó la consagración exclusiva de Rusia. Pero, una vez más, de forma incompleta e imperfecta.
En otoño de 1952 Pío XII envió a Coimbra al jesuita austríaco P. Joseph Schweigl. A su vuelta dijo que el Tercer Secreto completo consistía en dos partes, una se refería al Papa y la otra la continuación de las palabras dichas por la Virgen en el 2º Secreto, concordando con las memorias de Lucía que terminan con: “En Portugal se conservará siempre la doctrina de la Fe, etc”.
El Padre Augustín Fuentes Anguino, mejicano, postulador romano de las causas de beatificación de Francisco y Jacinta, consecuente con esta obligación tuvo una conversación con Sor Lucía el 26 de diciembre de 1957. El 22 de mayo de 1958, ya en a Méjico, dió una conferencia sobre ello y posteriormente la publicó aquel mismo año con el Imprimatur y aprobación del Obispo de Leiría-Fátima, Mons. João Pereira Venâncio (nombrado el 13 de septiembre de 1958), así como el de su Arzobispo, Monseñor Manuel Pío López Estrada (Jalapa-Veracruz, Méjico) y, según el P. Grüner, con el apoyo del Cardenal Arzobispo de Guadalajara. El P. Fuentes testimonió que Lucía le había dicho:
«La Santísima Virgen está muy triste, porque nadie hace caso a su Mensaje, ni los buenos ni los malos. … Pero, créame, Dios va a castigar al mundo, y lo va a castigar de una manera tremenda. El castigo del cielo es inminente … ¿Qué falta, Padre, para 1960; y qué sucederá entonces? Será una cosa muy triste para todos … No puedo detallar más, ya que es aún secreto … “Es la tercera parte del Mensaje de Nuestra Señora, que aún permanece secreto hasta esa fecha de 1960”. … Que “muchas naciones de la tierra desaparecerán sobre la faz de la misma”, que Rusia será el instrumento del castigo del Cielo para todo el mundo, si antes no alcanzábamos la conversión de ese pobrecita Nación … Nunca (Ella) se sonrió con nosotros, y esa tristeza y angustia que notábamos en la Santísima Virgen, a causa de las ofensas a Dios y de los castigos que amenazaban a los pecadores, nos llegaban al alma … No es mi misión indicarle al mundo “los castigos materiales que ciertamente vendrán” sobre la Tierra si el Mundo antes no hace oración y penitencia. No. Mi misión es indicarles el inminente peligro en que estamos de perder para siempre nuestra alma si seguimos aferrados al pecado … No esperemos que venga de Roma una llamada a la penitencia, de parte del Santo Padre, para todo el Mundo; ni esperemos tampoco que venga de parte de los señores Obispos, cada uno en su diócesis; ni siquiera tampoco de parte de las Congregaciones Religiosas. No; ya Nuestro Señor usó muchas veces estos medios, y el Mundo no Le ha hecho caso … La Santísima Virgen no me dijo que nos encontramos en los ultimos tiempos del mundo, pero me lo dió a demostrar por tres motivos: el primero, porque me dijo que el demonio está librando una batalla decisiva con la Virgen y una batalla decisiva, es una batalla final … así que ahora, o somos de Dios, o somos del demonio; no hay término medio. Lo segundo, porque me dijo … que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo; el Santo Rosario y la devoción al Inmaculado Corazón de María; y, al ser los últimos remedios, quiere decir que son los últimos, que ya no va a haber otros. Y tercero, porque siempre, en los planes de la Divina Providencia, cuando Dios va a castigar al mundo, agota antes todos los demás medios … Dos son los medios para salvar al Mundo: la oración y el sacrificio … Y luego, el Santo Rosario … la Santísima Virgen, en estos ultimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario … Esta es la primera parte del Mensaje referente a Nuestra Señora de Fátima; y la segunda parte, que, aunque es más breve, no es menos importante, se refiere al Santo Padre».
Una de las muchas fotos trucada (fotomontajes) que circulan de la visita de Pablo VI a Fátima, que muestra una Lucía distinta a los rasgos de la de antes de entrar en El Carmelo, y con una dentadura de ortodoncia perfecta. Cofre “Barbarigo” del dormitorio de Pío XII conteniendo el Tercer Secreto (foto tomada el 14-V-1957).
Las consecuencias del relato del Padre Fuentes
Pío XII falleció el 9 de octubre de 1958 y fue relevado por Juan XXIII el 25 de aquel mes.
El 2 de julio de 1959 la Curia diocesana de Coimbra publicó, sin firma, una nota de condena clara y rotunda al escrito del P. Fuentes, con una fuerte carga de autoridad y desmentido hacia Sor Lucía. En la misma insertó estas supuestas palabras de la Hermana Lucia: “El padre Fuentes habló conmigo por ser el postulador de Beatificación de los siervos de Dios, Jacinta y Francisca Marto; tratamos únicamente de cosas relacionadas con este asunto, por lo que todo lo demás a que él se refiere no es exacto ni verdadero”.
El P. Fuentes fue depuesto como promotor de la causa de beatificación y se le prohibió hablar de estos temas.
El P. Joaquín María Alonso, durante muchos años archivista oficial de Fátima, inicialmente creyó el desmentido oficial de las declaraciones de Lucía, pero, tras años de estudio, rectificó y dijo:
… «El texto genuino de su conferencia (la del P. Fuentes) a la comunidad religiosa mejicana en diciembre de 1957 responde en lo esencial a lo oído de la hermana Lucía en su visita. Porque, aunque esté mezclado con consideraciones oratorias del predicador, aunque esté arreglado literariamente, esos textos no dicen nada que Lucía no ha dicho en sus numerosos escritos hechos públicos. Tal vez el defecto principal consiste en haber presentado esos textos literalmente en boca de Lucía, y expresarlo formalmente como un “mensaje suyo” al mundo».
El P. Alonso fue autor de 24 tomos sobre las apariciones, con 5.396 documentos, pero solo se publicó una pequeña parte porque en 1975 Mons. do Amaral, el nuevo obispo de Fátima, los vetó y archivó.
En cualquier caso, el Vaticano había ya reclamado en 1957 los escritos relativos al Tercer Mensaje, hasta el punto que la revista Paris-Match publicó, por dos veces (1957 y 1958), la fotografía de un pequeño cofre de madera situado en el dormitorio del Papa, con la inscripción Secretum Sancti Officii, donde se le dijo al periodista que “ahí está el Tercer Secreto de Fátima”.
También impuso a Sor Lucía un draconiano confinamiento solo comparable al de Rudolf Hess: no podría hacer declaraciones ni, prácticamente, relacionarse con el exterior del convento, porque el permiso para cualquier comunicación debía ser otorgado por el mismo Papa ó por el Cardenal Prefecto del Santo Oficio. Y ese permiso se negó incluso a sus anteriores confesores, restringiéndose, prácticamente, a sus ya muy excasos familiares, a través de la reja/celosía conventual y con la preencia de otras dos religiosas. Sor Lucía no volvió a aparecer en público ni hacer declaraciones hasta 1967, y eso, repetimos, muy cambiada físicamente y llamativamente recuperada de su mala salud.
Queda, pues, gran parte de esta historia por contar.
Nuevo Orden
Jesús Villanueva Jiménez
Santiago dirige el índice hacia la tecla intro, duda un instante y al fin le da el toque a modo de picotazo de escorpión. Su comentario, ilustrado con una foto del famoso lienzo El grito, de Edvard Munch, se ha hecho público en Facebook. Se pone el sol. La tarde es gris. El silencio fuera es atronador.
«¿A qué te metes en estos follones?», se dice. Emitiendo un largo suspiro se asoma al exterior y observa el edificio de enfrente. Muchas caras también se asoman tras los vidrios de los anchos ventanales cerrados. Como Santiago, miran a un lado, a otro, al frente y hacia abajo, a la calle desierta. Desierta como todos los primeros viernes, sábados y domingos de cada mes, durante los cuales la población permanece confinada en sus casas, como parte de las prácticas obligadas en la prevención de futuras pandemias. El Gobierno del Nuevo Estado europeo vela por la salud de la ciudadanía, y la ciudadanía lo agradece, genuflexa, obediente, acrítica. La ciudadanía es feliz.
Este domingo 4 de marzo de 2040 se ha celebrado el décimo aniversario de la ejecución de la Agenda 2030. No hubo televisión, radio, medio digital que no dedicara extensos espacios en los que se alabase las virtudes de aquel programa prodigioso que había salvado a la humanidad, al controlar estrictamente los nacimientos; flexibilizar el derecho a morir dignamente, cuando así, a partir de los 16 años, se solicitase por escrito; como a esterilizar a varones y hembras que así lo decidieran, a partir de los 12, con el apoyo del Estado, aún en contra del criterio de los progenitores, que no padres, término obsoleto. Cualquier persona con capacidad de engendrar puede interrumpir el embarazo hasta minutos antes de dar a luz, circunstancia que también contribuye al equilibrio poblacional. Otro éxito ha sido el abrir los ojos a la ciudadanía en cuanto a lo beneficioso para la sociedad de la formación de familias —mejor, grupos de convivencia— multigénero, fluidas, con el natural intercambio de roles: de progenitor varón a progenitor hembra o transgénero y de éste al otro o a la otra, de hijos e hijas a progenitor o progenitora y viceversa. En suma, la fluidez en la diversidad de actuaciones según qué toca ser: si progenitora o hija, progenitor o progenitora, de la familia de arriba o la de abajo. Todo ha contribuido notablemente a la abundancia de mentes abiertas y no encasilladas en lo primitivo. Hubo primero cierta resistencia, no muy beligerante, por parte del Vaticano. Se incrementaron los impuestos a los católicos por practicar su fe y aumentaron los impedimentos a las parroquias donde se oficiaba misa, que si el aforo; que si ofensa a la población musulmana mayoritaria en el barrio. La Iglesia cesó en su crítica.
Sin duda, también ha contribuido a salvar el planeta las medidas tomadas para frenar el terrible calentamiento global, el cambio climático provocado por la mala cabeza de los europeos, principales causantes del evitado desastre. Especialmente la distribución de filetes y hamburguesas de carne sintética, muy sabrosa. Más sabrosa y proteica aún la procedente de enormes granjas de larvas de insectos variopintos. No sólo los vehículos con motor de explosión contaminaban la atmósfera con la emisión desenfrenada de CO2, también lo hacían las vacas, especialmente, con sus abundantes flatulencias y la consiguiente expulsión de metano. Horrible. Acabando con las vacas también se acabó con el sufrimiento de éstas y de sus terneros, separados sin piedad al poco de ver la luz. Desgraciadamente los gallos siguen violando a las gallinas. Marruecos es hoy el principal suministrador de huevos de gallina del Nuevo Estado europeo. Marruecos es el estado africano más rico, no por la venta de huevos, que también, sino por la explotación de los suelos submarinos riquísimos en telurio, cobalto, vanadio, níquel e itrio, en las antiguas aguas del que fue Archipiélago español de las Canarias.
«El nuevo orden mundial nos ha robado la libertad. Sólo los descerebrados son felices», recordó Santiago la primera afirmación de su publicación en Facebook. Pensó en eliminarla. ¿Estaba a tiempo? Por menos le habían suspendido la cuenta durante tres meses. «¡Que les den!», musitó.
A sus cincuenta y ocho años, Santiago, en paro desde los cuarenta, vive de una subvención que le otorga el Nuevo Estado europeo, en un piso de alquiler propiedad de un emporio multinacional que controla el 50% de las viviendas en suelo europeo. Están éstas mejor dotadas y amuebladas que las del otro 50%, propiedad de la República Popular China, que desde hace 10 años es la primera potencia económica y militar del planeta. Sólo el 0’001% de la ciudadanía dispone de inmuebles en propiedad, dirigentes políticos y clanes familiares millonarios que vienen de muy atrás.
«La propiedad privada es un derecho, como lo es el uso del dinero en efectivo. ¡Sin estos no hay libertad!», recuerda Santiago la segunda afirmación de su publicación en Facebook. Suspiró de nuevo, ahora con una punzada de ansiedad en el pecho. La supresión del papel moneda le enervaba. El único dispositivo electrónico de pago se bloquea en cuanto el ciudadano tenga el mínimo desencuentro con la administración del Estado, antes de poder decir esta boca es mía. El fiado está prohibido. El uso de un dispositivo electrónico de pago de un tercero está penado por la ley. Los hábitos y lugares de compra están al pelo registrados, asignados al titular del dispositivo. Una variante debe ser muy bien justificada, y de no serlo el titular es sancionado hasta con penas de cárcel.
Santiago echa de menos a su esposa y a su hija. A su ex esposa. Aún no lo ha asimilado. Pone hielo en un vaso, luego ron hasta la mitad. Da un trago. Se acerca a la ventana y observa de nuevo a los vecinos del edificio de enfrente, que siguen con la nariz pegada al cristal. Desde la 6ª planta tiene una visión amplia. Dirige el mando hacia el televisor.
«En la plaza vacía nada vendía el vendedor/ y aunque nadie compraba, /no se apagaba nunca su voz…», suena una canción de Mocedades, aquel grupo que tanto gustaba a los padres de Santiago. Aún se encuentran en YouTube algunas de sus actuaciones de hace 60 y 70 años. Aquellos conciertos multitudinarios ahora están prohibidos, por resguardar la salud de los ciudadanos.
Ya se ha puesto el sol. Santiago ve luces de azul añil, destellos parpadeantes que se reflejan en el edificio de enfrente. Se llenan los balcones. La gente señala hacia la calle. No hay una ventana ni balcón vacío. Caras de zombis parecen.
Escucha bloquearse la cerradura electrónica de la puerta de la calle. Va en el contrato que es potestad de la Administración hacerlo a distancia, condición sine qua non; o eso o la calle. De inmediato deja de sonar la canción, la pantalla del televisor se oscurece, la lamparilla de la mesa se apaga, la reducida vivienda se queda sin suministro eléctrico. Apenas entra luz del exterior que no sean los destellos azules, ahora más abundantes. Durante los estados de alarma, queda y confinamientos, que son necesarios de vez en cuando para preservar la salud de la ciudadanía, se reduce la intensidad de las farolas urbanas. A Santiago se le doblan las rodillas. La ansiedad apenas le deja respirar. Es entonces cuando se ilumina la pantalla del móvil que descansa sobre la mesita frente al tresillo. Santiago clava los ojos en el mensaje que acaba de recibir. Es de la Dirección Europea de Seguridad, que después de indicar su nombre completo, número de identificación y dirección, dice: «Ha cometido usted un grave delito de alteración del orden público. Manténgase en su domicilio, abandonarlo agravaría el mismo».
«¡Abajo la tiranía del Nuevo Orden Mundial! ¡Viva la libertad!», musita Santiago el último párrafo de su publicación en Facebook. Del pasillo exterior llega el sonido inconfundible de pasos acelerados, muchos pasos a la carrera, ya muy cerca de su puerta.
El derecho a descansar en paz
Pablo Linares Clemente
Presidente de la Asociación para la defensa del Valle de los Caídos
Recientemente hemos conocido que el Gobierno del Reino de España ha suscrito un contrato de 18.000 euros con la Universidad de Barcelona para la recopilación de información sobre las personas que se encuentran enterradas en el Valle de los Caídos cuyos familiares pretender recuperar sus restos de los osarios de la Basílica del Valle de los Caídos. Los medios de comunicación que se han hecho eco de la noticia aseguran que se trata de un “proceso previo a la futura exhumación de los cuerpos”
La polémica suscitada con las intenciones de algunas familias de proceder a la exhumación de los restos cadavéricos de sus familiares fallecidos en la guerra civil española y que presuponen que se encuentran en el Valle de los Caídos viene de lejos. Concretamente de 2016 cuando un juez interino de San Lorenzo de El Escorial emitió un auto (112/2016) en el que:
“se reconoce el derecho a la digna sepultura de D. Manuel Lapeña Altabás y D. Ramiro Lapeña Altabás, una vez se ha determinado que existe una alta probabilidad de que sus restos cadavéricos se encuentran en el Valle”.
No puede existir afirmación más contraria a la verdad y tan temeraria al mismo tiempo por mucho que se trate de un auto judicial.
Los dos hermanos Lapeña Altabás, nacidos en 1892 y 1897 pertenecían en 1936 a la C.N.T. Presuntamente fueron fusilados por tropas nacionales, uno, Manuel en el denominado barranco de “La Bartolina”, a las afueras de Calatayud y Antonio Ramiro junto a las tapias del cementerio municipal de Calatayud. Los dos hermanos murieron a varios kilómetros de distancia uno del otro y con varios meses de diferencia.
Nos situamos ahora a abril de 1959. El día 8 de ese mes fueron inhumados en el osario sito en el tercer piso de la capilla del Santo Sepulcro 9 cajas colectivas, que procedentes de Calatayud, contenían un total de 81 restos cadavéricos NO IDENTIFICADOS. Por esto, la documentación que acompañaba la expedición con las cajas no incluía a los dos hermanos Lapeña, ni a ningún otro.
Volvemos a nuestros días y volvemos al Barranco de la Bartolina. Según publicó la asociación memorialista, “Arico Memoria Aragonesa” en su página web oficial el 2 de agosto de 2009, el número de cuerpos que se podrían encontrar en el Barranco de la Bartolina “podrían llegar hasta los 2700”. Uno de los responsables esta asociación “memorialista”, una de las más subvencionadas de España y ese listón es un listón muy alto, reconoció que, “La gente mayor recuerda que cuando había riadas el agua arrastraba huesos”, aseguró.
La misma asociación, en declaraciones a “El periódico de Aragón” reconocía dos años más tarde, 12 de abril de 2011 que no habían encontrado “ni un solo resto de los aproximadamente 2700 restos que se calcula podían estar enterrados allí” y ponían de manifiesto sus sospechas ante el movimiento de 200.000 metros cúbicos de tierra del Barranco para proceder al sellado del vertedero de Calatayud, “llevándose gran cantidad de los restos, si no todos”
Teniendo en cuenta esto y volviendo a los que nos preocupa -el Valle- no podemos dejar de formular varias preguntas:
-¿Por qué tiene Purificación Lapeña Garrido, peticionaria de la exhumación de los dos hermanos Lapeña (su abuelo y tío abuelo) del Valle de los Caídos la determinante seguridad que los restos de sus dos antepasados se encuentran en el Valle de los Caídos?, donde NO se encuentra de modo alguno acreditada tal presencia. Como ya hemos visto, los dos anarquistas murieron con varios meses de diferencia y a varios kilómetros de distancia uno del otro, y por tanto no compartieron, en ningún momento, lugar de enterramiento. Suponiendo que hipotéticamente aceptáramos lo anterior: Si la peticionaria y ARICO Memoria Aragonesa reconocen que en la zona de la Bartolina pudo haber restos de hasta 2.700 ejecutados, – ¿Por qué no podrían estar entre ellos los de los hermanos Lapeña? ¿Qué hace pensar que no estén entre esos 2.700, y que presuntamente fueron removidos en los movimientos de tierras del lugar en 1999 para el sellado del vertedero, sino precisamente entre los 81 que llegaron al Valle de los Caídos en 1959? Faltando datos concluyentes en un sentido o en otro, ¿no sería más razonable pensar que estén entre los 2.700 de la Bartolina que entre los 81 del Valle?
INVIABILIDAD DE EXHUMACIÓN
Una vez más vamos a ser generosos y vamos a creer, solo por un momento y únicamente para poner al lector en situación, que los dos hermanos llegaron juntos al Valle en 1959 entre los 81 restos procedentes de Calatayud. Las 9 cajas colectivas que contenían los restos de esos 81 “desconocidos” fueron numeradas del 2061 al 2069 en los registros oficiales de columbarios del Valle y fueron depositadas en el osario sito en el tercer piso de la Capilla del Santo Sepulcro, “Cripta Derecha” como se le cita en los libros de registros, el 8 de abril de 1959.
Recordemos que los restos de los caídos que llegaban de todas las provincias de España se iban depositando en los osarios construidos para tal cometido a medida que ingresaban en la Basílica y eran convenientemente contabilizados en los libros de registro. El primer caído que fue inhumado en la basílica fue José Hernández Molina, inscrito con el numero 2, (el 1 se reservó para José Antonio Primo de Rivera). Sus restos procedían del cementerio de la Almudena de Madrid, todavía conocido entonces como “Cementerio del Este”. Su caja fue depositada en el primer piso de la Cripta derecha. Era el 17 de marzo de 1959.
A medida que los osarios iban llenándose de columbarios, estos se cerraban, se sellaban y se pasaba al inmediato superior. De este modo el primer piso se cerró el 26 de marzo conteniendo un total de 4283 caídos en su interior. El mismo día 26 de marzo, siempre de 1959, se procedió a la apertura del segundo piso. El primer columbario que se depositó en este osario fue el perteneciente a Ginés Serrano Martínez, procedente del cementerio de Arganda del Rey, Madrid. Fue el mismo 26 de marzo de 1959. El ultimo columbario que se depositó en este osario fue el numero 1612 que contenía los restos de 12 caídos procedentes de Peñamellera Baja (Oviedo). Fueron 3848 los caídos que recibieron sepultura en este osario desde el 26 al 30 de marzo de 1959.
Se procedió a la apertura del osario perteneciente al tercer piso de la misma Cripta “derecha”. Desde el día de la apertura del osario (30 de marzo) y hasta que fueron depositados en el mismo las 9 cajas colectivas con los restos procedentes de Calatayud (8 de abril), fueron 1329 los restos que se depositaron en el osario que nos ocupa, procedentes en su mayoría de Teruel, Asturias, Granada y Zaragoza capital. Posteriormente, y ya con los 81 de Calatayud en el osario, aún fueron 1780 los restos que tuvieron cabida en el osario y que se iban depositando a modo de “pared de cajas” fila tras fila desde el fondo hasta la entrada del osario. Esto quiere decir, lisa y llanamente, que para acceder a las cajas que contienen los 81 restos habría que profanar los restos de al menos 1780 caídos, sacándolos de su ubicación a saber en que condiciones de seguridad y respeto, máxime cuando nunca se ha podido peritar el estado de integridad de esos columbarios ante lo inaccesible de su ubicación.
Para terminar, recurro al texto del auto del juez de San Lorenzo de El Escorial antes citado en el que se advierte que:
“El derecho reconocido no es ilimitado, ya que la situación en la que parece encontrarse el cementerio del Valle de los Caídos determina que las medidas que deben ser adoptadas sean proporcionales, sin perjuicio de respetar el derecho reconocido a la digna sepultura de los familiares de la solicitante, de forma qué se permita realizar todas las acciones necesarias para la entrega de restos, adecuadas a la referida proporcionalidad. Además, en todo momento debe garantizarse la integridad de los restos cadavéricos tanto en las pruebas, traslados, etc., el respeto a la memoria de los difuntos del propio cementerio, el respeto a la consideración debida a la Basílica donde se encuentran depositados”
Por último, recordar, que la Asociación Para la Defensa del Valle de los Caídos presentó en su día, tanto a Patrimonio Nacional como a la Abadía Benedictina del Valle de los Caídos un numero más que significativo de escritos de familiares de caídos que se encuentran inhumados en este y en la totalidad de osarios del Valle, prohibiendo cualquier actuación, exhumación y desde luego sometimiento a pruebas de identificación forense por ADN a los restos de sus deudos.
La Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos recurrirá a cuantos estamentos judiciales sea necesario, españoles e internacionales, para garantizar el descanso al que, sin duda, tienen derecho los caídos (de uno y otro bando) cuyos familiares representamos y que viven esta situación con especial desasosiego.
Un mártir de la Cruzada Nacional muy poco conocido en Barcelona
Javier Navascués
Periodista
Hay personas, testimonios de fe, que han dejado huella en el pasado, pero cuando haces turismo, esas huellas son invisibles para nosotros. Por ejemplo, bajando por las Ramblas de Barcelona, poco antes de llegar a la plaza de Colón, junto al puerto y las Atarazanas, a mano derecha, se puede ver un edificio moderno que es una iglesia dedicada a Santa Mónica.
José María Batlle, estudiante de humanidades y miembro de la Asociación de Guías y Scouts de Europa quiere compartir con nosotros una de esas historias.
Al comienzo de las populares Ramblas barcelonesas hubo un histórico testimonio de fe, ¿Sobre quien nos quiere hablar?
Quiero hablaros de don Fernando Molins Orra, sacerdote católico que ejerció de párroco en la parroquia de San José-Santa Mónica de las Ramblas entre 1921 y 1936. Destacó durante esta etapa por su inigualable caridad, se convirtió para la gente del barrio en un padre, el padre Fernando y, finalmente, fue martirizado por su fe en Jesucristo la tarde del 19 de julio de 1936.
Un testimonio que pasa desapercibido e invisible no solo a los turistas sino a los propios barceloneses…
En efecto, don Fernando Molins ha permanecido oculto durante décadas. Su recuerdo quedó archivado en algunos documentos oficiales del Estado, de la Diócesis de Barcelona y en el libro de Ramón Rucabado Santa Mónica de la Rambla (1959). Después de este último documento no se volvió a saber nada más.
Los hechos sucedieron en una iglesia antigua, la actual parroquia es de diseño moderno ¿qué podría decir del mismo?
Bajando la Rambla de Santa Mónica, poco antes de llegar a la estatua de Colón a mano derecha, está ubicada la actual parroquia de San José-Santa Mónica. Se trata de una reconstrucción, realizada en los años 80, de estilo moderno. Al pasar por delante hay que poner atención, no es fácil de identificar, porque no es el estilo de iglesia al que estamos acostumbrados. La parroquia está unida al centro de arte Santa Mónica. La iglesia perteneció a los agustinos a principios del siglo XVI, después en el XIX pasó a ser de la diócesis de Barcelona y fue destruida el 19 de julio de 1936. Actualmente está dedicada al culto greco-católico ucraniano.
¿Cómo empezó el interés por la figura de Fernando Molins Orra?
El párroco de Sant Celoni, amigo mío, me habló de él: estaba convencido de que su vida podía ser un gran provecho espiritual para sus feligreses. Don Fernando era natural de este pueblo del Montseny, su recuerdo permanece vivo entre algunos allegados y conocidos suyos. Don Fernando Molins vivió en Sant Celoni 12 años, desde su nacimiento, el 3 de agosto de 1875, hasta que marchó al Seminario de Barcelona en 1887.
¿Qué le atrajo de este sacerdote?
El martirio en sí me impresiona profundamente: se trata de un don de Dios extraordinario, y a la vez sobrecogedor. Al conocer un poco más a don Fernando me cautivó su corazón ardiente y bondadoso que se preocupaba especialmente de los más necesitados: los pobres y los enfermos. Otra cosa que me sorprendió fue descubrir que don Fernando era el capellán de la tropa de scouts y lobatos de Barcelona. Para mí fue un regalo, ya que yo también soy scout y llevo un grupo de lobatos en la parroquia de Santa Maria del Remei.
¿Cómo era el barrio de don Fernando?
El distrito de Atarazanas era un barrio marginal, integrado mayoritariamente por inmigrantes, donde predominaba la clase obrera. El clima de pobreza y de corrupción moral era extremo. Enfermedades infecciosas como la tuberculosis eran muy comunes. Además, era lugar de encuentro de comités revolucionarios y hasta grupos de pistoleros, donde se promovía la doctrina del marxismo.
Y en medio de ese ambiente el padre Fernando ayudó a muchas de estas personas, ¿verdad?
Sin duda, don Fernando siempre extendía su mano pródiga para ayudar al que llamaba a su puerta. Me encanta releer estas líneas que escribió un allegado suyo, y que aparece en el libro de Santa Mónica de las Ramblas de Rucabado: «Fue divulgándose la fama que en el Padre Fernando hallaban acogimiento los humildes, los náufragos morales… Cuando peligraban los hijos, o la miseria incitaba al pecado, o los enfermos quedaban sin asistencia, o las carnes desnudas temblaban de frío y no había ni pan en la casa, la negrura del cielo dejaba siempre un claro a la esperanza. Se consolaban diciendo: “Iremos a ver al Padre Fernando”».
¿Cómo era la actividad de don Fernando?
Era un sacerdote que no paraba quieto, su apostolado era infatigable: celebraba los sacramentos, preparaba cuidadosamente las fiestas litúrgicas, dirigía procesiones eucarísticas o populares, organizaba misiones para niños y ancianos, promovía ejercicios espirituales y peregrinaciones a santuarios marianos, ayudaba a los pobres, visitaba a los enfermos (y alguna vez se los llevaba a Lourdes), consolaba a las viudas… Me contó una sobrina nieta cómo consiguió trabajo a sus padres cuando llegaron a la ciudad de Barcelona. Y así hizo con muchas otras personas.
No tendría casi tiempo para él…
Además, colaboraba con muchas entidades públicas: dirigía la Asociación de Portantes del Palio y el Apostolado del Mar, promovía actividades en el Hospital Sant Joan de Déu; cooperaba con el Instituto Catalán de Sordomudos, el Instituto Pro Obreros sin Trabajo, el Instituto Nipológico de San Francisco Xavier…Estas solo son algunas, he mencionado las que encontré publicadas en la hemeroteca de La Vanguardia.
¿Qué virtud querría destacar de don Fernando?
Su piedad a la Virgen María. Son numerosas las peregrinaciones que organizó para visitar a su madre la Virgen María: Montserrat, la Virgen de la Misericordia (Canet de Mar), la Merced, el Pilar y Lourdes. También es admirable la dedicación y cariño con la que preparaba la fiesta del patrón de su parroquia: San José.
¿Algún momento de su vida que quiera recordar?
Me emociona profundamente el modo en que murió. Algunos vieron a don Fernando, ya muerto, con el brazo desgarrado y la mano ensangrentada, con el crucifijo en la mano. El mismo crucifijo que él daba a besar en sus visitas a enfermos. Ese crucifijo revela el modo admirable como había muerto el buen párroco.
¿Le ha concedido alguna gracia o favor?
La mayor gracia para mí ha sido conocerlo. Normalmente, en el día a día le pido que me ayude en tareas cotidianas: con la universidad, o lo que pueda surgir. Siempre me siento acompañado. Hace poco escribí una sencilla novena y se la mandé a una prima, porque tiene a una amiga con cáncer. Así que esta podría ser una oportunidad para don Fernando para conceder un favor más grande.
¿Cómo va su proceso de canonización y el de su ayudante?
Se trata de un proceso muy lento, detrás del cual hay un equipo de personas muy buenas. Sin duda, hay que agradecer el valioso trabajo que estas personas realizan por amor a los mártires y a la Santa Iglesia, de modo absolutamente gratuito. Por otro lado, está don Javier Nogueras, que era coadjutor de don Fernando Molins Orra, y que murió junto a él, a los pies de la iglesia de San José-Santa Mónica. Espero que el proceso de don Fernando impulse también el de don Javier y el de muchos otros que fueron martirizados.
¿Hay algún día al año donde se conmemora su memoria o se hace algún acto?
Don Fernando no es todavía público ni oficial en la Santa Iglesia. Ni mártir, ni beato, ni siervo de Dios, aunque espero que en unos pocos años podamos verle en los altares. De modo que no hay nada por el momento. Quizás se podría hacer una oración especial el 19 de julio, ya que fue el día de su defunción, o quizás también el 6 de noviembre, día en que se celebran los mártires españoles del siglo XX.
Don Fernando destacó por su vida ejemplar, por su carácter amable y pacífico, por su caridad incansable y su empeño por practicar las obras de misericordia, porque ante las contrariedades supo mantenerse firme en la fe hasta el final, dando un heroico testimonio para la Iglesia. ¿Podría llegar a ser un santo patrono para las Ramblas?
Sería fantástico, don Fernando frecuentaba mucho las Ramblas. Supo llevar la presencia del Señor en medio de sus calles: realizaba múltiples procesiones eucarísticas para llevar el viático a los enfermos y para que la Santa Eucaristía fuera venerada. También sacaba en procesión al Santo Cristo de la Parroquia, y toda esta actividad de piedad fue transformando aquel barrio del distrito de Atarazanas. Así lo describen algunos testimonios de su época.
Parece que fue una vida fecunda…
Así es y todo el mundo lo quería mucho. Además, entre las 898 víctimas del clero secular (o 930 según los cómputos) fue el primer mártir de la ciudad de Barcelona. Hubo otro sacerdote asesinado durante la madrugada, pero vivía en las afueras. Sin embargo, pienso que don Fernando podría ser hoy un patrón especial dentro de la Iglesia, porque se dedicó a los pobres, a los enfermos y, también, a los que no tenían trabajo.
¿Por qué es bueno visitar esta parroquia, fuera de los circuitos turísticos, como una ruta con alma?
Porque a través de ella podemos recordar los sucesos que tuvieron lugar. Su historia sobrecoge y evoca unos hechos heroicos. La valentía del martirio es ejemplo y fuerza para nosotros y hace que nos cuestionemos nuestra fe: ¿qué valor tiene realmente para mí? La parroquia de San José-Santa Mónica tiene que despertar y recuperar este inmenso patrimonio que la Providencia le ha regalado: los mártires que entregaron su sangre por amor a Jesucristo.
Nota: Cuando se utiliza la palabra mártir en esta entrevista siempre es condicionalmente, con sumisión siempre al superior fallo de la Iglesia.
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Don Leocadio
José A. Armada Sarria
General de Estado Mayor
Uno de los mártires claretianos del Santuario del Corazón de María en Madrid fue el Padre Leocadio Lorenzo Ventosa que nació el 9 de diciembre de 1892 en Ventosa de la Cuesta (Valladolid).
Acudió a los seminarios claretianos de Segovia, Cervera y Alagón y cuando fue ordenado sacerdote volvió a Segovia como profesor. Allí empieza su vocación de escritor y periodista. En 1911 ya en la casa del Buen Suceso en Madrid fue redactor jefe y luego director de la revista “Iris de la Paz “.
El Padre Leocadio intervino frecuentemente en Radio España y por su gran valentía fue objetivo de gran parte de los insultos y ataques de la prensa antirreligiosa.
Desde el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936 el ambiente religioso se fue cargando de nubes de tormenta e inquietud. El uno de julio se publicó el último número de la revista “Iris de la Paz”
El estallido del 18 de julio produjo una desatada furia de asalto a las iglesias y persecución de sacerdotes y religiosos. La comunidad claretiana inició su dispersión el día 20 y el Padre Leocadio se refugió en casa de su hermana Cecilia, en la calle del Norte.
El día 25 acudió al número 2 de la calle Marqués de Urquijo para actualizar junto a su superior la lista de direcciones de refugios en los que se repartían los miembros de la comunidad y organizar las ayudas posibles. El asalto de un grupo de milicianos no le dejó escape. Correrá la misma suerte que los demás: esa misma tarde será asesinado tras los barracones militares de Retamares en Carabanchel.
“Queremos un Estado donde:
el Trabajo sea una Norma
la Justicia una Conciencia
y España un Afán”
2 | Luís Fernández-Villamea
Después de la resaca.
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4 | Pablo Victoria
Cómo se frustró la entrega de América a Inglaterra
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7 | Pedro González -Bueno Benítez
Franco y la unidad
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11 | Jaime Alonso
Al que quiera ver
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14 | José Luis Jerez
Rendición Incondicional
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19 | José Luis Orella
El antecedente terrorista del maquis en España
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22
26
30
33 |
P. Ángel David Martín Rubio
Una represión con dos caras
P. Calvo Por sus frutos los conoceréis
El ángel de la Victoria (Pen) último asalto en Tenerife para eliminar a Franco del espacio público
Enfrentado a la Serpiente
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36
42
45 |
José María Manrique
Revelaciones Privadas, Fátima y el Fin de los Tiempos II
Jesús Villanueva Nuevo Orden
Pablo Linares Derecho a descansar en paz
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49 | Javier Navascués
Un Mártir de la Cruzada Nacional muy poco conocido en Barcelona
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54 | José Ángel Armada
Don Leocadio |
Pasados los «fastos» conmemorativos del 23-F se han podido resaltar, por propia euforia expositiva, la cantidad de sandeces por centímetro cuadrado que han puesto de manifiesto los especuladores de la historia que tenemos en nuestra casa. Nadie sabe nada que tenga un mínimo viso de realidad, pero todos acudimos a la opinión para transformarla en palabra de dios (lo escribiré con minúscula para alejarla en lo posible del terreno de la blasfemia).
Han sido viejos resabios propagandísticos mezclados con sueños húmedos y levantiscos, tópicos surgidos de la nada periodística y ninguna o escasa aproximación a los hechos -que todavía no se conocen- y que produjeron -y producen- buenos resultados para el vivir bien de las clases política y mediática españolas, convertidas, desde aquella lejana fecha, en seguro vitalicio para una nueva profesión y en casta genética y de tribu como las que se dan en el mundo hindú. «Leche y habas, Luisito»
Aquel día estalló una bomba intensa y abrumadoramente anunciada. No era el malestar general por el derrotero que iba siguiendo la Corona, ni tampoco el malestar militar por los frecuentes capotazos taurinos de Suárez, ni tan siquiera, fijémonos, por los evidentes atisbos de ruptura en la sociedad y en las instituciones. No. La única e intolerable realidad era que se asesinaba mediante el tiro en la nuca a la vuelta de la esquina a más de cien españoles inocentes por año, se dejaba lisiados de por vida a otros tantos y se mandaba al exilio interior a miles y miles de ellos si querían seguir respirando el aire de España. Lo demás, como decía en Redacción aquel compañero malagueño, chusco y con gracejo, «leche y habas, Luisito».
Lo más significativo de todo este batiburrillo de opiniones, de especulaciones y de chascarrillos sonrojantes es que no sólo fue un golpe, sino multitud de ellos los que se produjeron entonces. Del CESID al Estado Mayor, de los subterráneos de La Moncloa hasta el seguimiento de Gabeiras y de su íntimo El Guti (Gutiérrez Mellado), desde el pobre Quintana Lacaci (después asesinado a la salida de Misa) hasta Juste y su Acorazada, desde la alegría de este último al ver sentado a Luis Torres Rojas en su asiento de Jefe de la División -que un día me reprochó el propio general Torres Rojas como atrevimiento o «juicio de valor», todo dicho desde su cultura privilegiada y su bizarría castrense- hasta la categoría de «burro» que Jiménez Losantos le endosa al único elemento humano con sentido común que resplandeció en este tablero: Antonio Tejero.
El juicio ajustado y fino de un general
El general Alvarado Largo hablaba un día en televisión. Y yo asistí a alguna de sus documentadísimas conferencias en las que destacaba su morfología formativa de hombre de Estado Mayor en todos los terrenos del saber, que para este militar eran numerosos. Asistió a aquella famosa reunión de la calle General Cabrera donde se fraguó, al menos, lo que ocurrió en el Congreso. Y manifestaba con énfasis: «Se hablaba de Tejero como un hombre impulsivo de poca reflexión, con excesiva tendencia a seguir el manual operativo de la Guardia Civil sin otra mira por encima de ésta… Pero después de oírle atentamente me di cuenta de que tenía bastante sentido común, mucho más que otros…»
Cuando se dan estos casos no hay que recurrir a la especulación, ni a los sueños húmedos. ni al género literario y clerical de la aleluya… No. Hay que subirse al carro del sentido común, al análisis sereno de lo que pasaba en España en aquella recién estrenada década de los 80, a la prosa diaria que se vivía en la calle, no en los palacios, y al florecimiento germinal de una serie ilimitada de capullos políticos que día a día se iban llenando de autoridad alquilada, de soberbia y de unos ademanes propios de generales sin mando en ninguna parte.
La única solución que cabía
Si pensamos las cosas con finura, en aquella ocasión sólo había una salida: el golpe militar sin adornos ni florituras colaterales. Cuando después del Bando de Valencia alguien le preguntó al general Miláns, conocida la suspensión de actividad de los partidos políticos, si también esto constaba para Fuerza Nueva, el Capitán General contestó: «¡Hasta para Fuerza Nueva!». Ésa era la postura que cabía, y no la necedad de presentarse ante un señor que había sido llamado para que tuviese a raya a todo un Gobierno y a un poder legislativo mientras llegaba la autoridad militar, «por supuesto», y además en nombre del Rey, y después llegar a un acuerdo con un hemiciclo, bajo la mirada atenta de las armas automáticas, para constituir un Ejecutivo lleno de socialistas, comunistas, independentistas y trogloditas políticos convertidos en liberales por la Reforma de los franquistas de hacía dos días… Esto no era un error, ni siquiera una torpeza: era la gran, única e inapelable «burrada».
Pensar, ni siquiera imaginar, que el general Armada, en colaboración con Sabino -en ese momento el confidente del Rey- y una serie de servicios especiales iban a generar un clima favorable a que el militar de las camelias se proclamase presidente del Gobierno con el consentimiento del monarca y la votación favorable de toda una Cámara secuestrada, no sólo -repito- era de aurora boreal, sino la más insigne de las «burradas» prevista no por el Estado Mayor, sino por el Estorbo Mayor, que dicen los militares de verdad cuando les tocan las narices o ven un desacierto infinito.
Por eso la decisión de Tejero tuvo mayor significado, al dirigir la operación por el lugar para la que había sido prevista, y no otra. Primero porque era la única que cabía dadas las circunstancias especiales de España en ese momento y, segundo, porque era la salida admisible para terminar con el circuito terrorista. O qué se quería, ¿iniciar otra etapa de cal viva, como sucedió más tarde con los socialistas y con otros guardias civiles que perdieron en el empeño su indudable prestigio y el honor? No, amigo, la única «burrada» fue el 23-F tal como sucedió; y el único que puso cordura fue aquel teniente coronel malagueño que devolvió la operación a donde nunca debió de haber salido. Y que, además, no consiguieron engañarle. Él, al menos, no fue jamás miembro de la república de los «burros».
Cómo se frustró la entrega de América a Inglaterra
Pablo Victoria Ex Senador y Congresista de la República de Colombia.
El vicepresidente de Colombia Francisco de Paula Santander, a diferencia de Simón Bolívar, su presidente, tenía profunda desconfianza de los ingleses y, particularmente, de lo contradictorio que resultaba esta república independiente con el nuevo vasallaje hacia Inglaterra a quien el Libertador había ofrecido Panamá y Nicaragua como colonias inglesas, y Venezuela, Colombia y Ecuador (la Gran Colombia) como protectorados de su Majestad Británica y, eventualmente, el Perú y Bolivia que habrían de formar parte de la Confederación de los Andes… De allí a la posesión inglesa de todos los territorios que fueron de España no habría más que otro paso. No cabe duda de que tales designios habían llegado a oídos de todos aquellos que se convirtieron en sus enemigos políticos, incluyendo los Estados Unidos, que se opusieron en el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826 a coincidir con semejante esperpento: repúblicas confederadas independientes y, simultáneamente, ¡vasallas de Inglaterra! Es decir, la invitación que Santander le cursara a los Estados Unidos, displicentes con el proyecto, frustró en buena medida los designios bolivarianos de cambiar nuestra lengua, nuestra cultura y nuestra religión, pese a que, junto con Bolivia, hubieran llegado tarde a la reunión para no quedar mal del todo. Jamás los Estados Unidos, que ya se proyectaban como fuerza continental, habrían admitido, entre otras, una potencia rival de pueblos hispanoamericanos reunidos en una gran confederación de repúblicas del lado de Inglaterra que pudiesen hacerle sombra. Gran Bretaña envió un observador a ese congreso, en tanto Brasil, Argentina y Chile no mostraron interés alguno en conformarlo. Pese a los reparos, en cambio, asistieron las llamadas Provincias Unidas de Centro América.
Menos mal que hubo de ser la propia Inglaterra la que no abrigara unas ambiciones que desbordaran cualquier sana imaginación. Por ello, no nos causa la menor extrañeza la animadversión de Bolívar hacia Santander, pues casi simultáneamente con el Congreso de Panamá, Bolívar quiso montar a la Confederación de los Andes un nuevo Estado llamado Bolivia (como no podía ser de otra forma) que incorporara a Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú con la nueva república émula de su nombre. Este fue el otro origen del fracaso de dicho Congreso, puesto que no se contó con la presencia de los notables de las repúblicas ausentes. Y esta otra confederación devino en otro rotundo fracaso con la tal constitución de la presidencia vitalicia que, jurada en diciembre de 1826, no iba a durar sino hasta enero de 1827, cincuenta lánguidos días. Por esto comenzaron a circular coplillas que desafiaban el prestigio del Libertador, como la que sigue:
El Fusilico
Cuando de España las trabas
en Ayacucho rompimos,
otra cosa más no hicimos
que cambiar mocos por babas:
Nuestras provincias esclavas
quedaron de otra nación.
Mudamos de condición,
pero solo fue pasando
del poder de Don Fernando
al poder de Don Simón
(José Joaquin de Larriva)
Ni siquiera a sus propios cercanos colaboradores seducían los planes vitalicios, como a Gamarra, La Fuente y Andrés de Santa Cruz, quienes creían que después de la batalla de Ayacucho había llegado el turno para que los gobiernos locales respondieran más a la inmensa diversidad de pueblos y regiones que lo que podía una dictadura centralizada. Así que no bien salió Bolívar del Perú, sus adversarios se encargaron de dar rápida muerte al grandioso plan dictatorial. Este fue el principio de la desintegración de la Gran Colombia y el pesimismo que desde entonces se apoderó del Libertador.
Tales eran, pues, los imperios con los que soñaba Bolívar en la febrilidad contradictoria de su mente, pero con monarca ajeno, o quizás con él mismo como tal, apoyado por Inglaterra. Por ello, el ministro Hurtado, de Colombia, obrando por instrucciones de Santander, no presentó al ministro Canning de Inglaterra la propuesta completa de Bolívar, pues la que finalmente presentó, cuando lo hizo, fue recibida con franca indiferencia: Canning temía el rechazo de las otras naciones y, en particular, el de los Estados Unidos, «…a menos que algunos otros sucesos imprevistos la obliguen a otra cosa…», según escribió Santander a Bolívar.
Y así fue como se frustró el traspaso bolivariano de las tierras de España a su eterna enemiga, Inglaterra, porque, según él, «bajo la sombra de la Gran Bretaña [es donde] podemos crecer, hacernos hombres, instruirnos y fortalecernos para presentarnos entre las naciones en el grado de civilización y de poder que son necesarios a un gran pueblo…», de lo que se deduce que para el Libertador, nosotros no éramos siquiera hombres, sino poco más que animales bajo el glorioso cetro de nuestra madre España. No fueron pocos los libertadores que, junto con Bolívar, andaban buscando madrastra.
Franco y la unidad
Pedro González -Bueno Benítez
Una mayoría de españoles y el extranjero en general, creen que la democracia que ha regido España desde la promulgación de la Constitución en 1978, ha sido un régimen de gobierno semejante al de los países de nuestro entorno; y yo diría que en gran medida están en lo cierto, pues hemos gozado plenamente en esas décadas de lo que ese sistema lleva implícito: corrupción, pornografía, revueltas, fuerte endeudamiento, paro, libertinaje … y la estéril lucha de partidos. España ha alcanzado plenamente lo que fue la aspiración de la ambiciosa nueva clase política del siglo pasado y, salvando juramento, la del Rey Don Juan Carlos, así como la de otros (?) lograda con, parece ser, “un enorme esfuerzo”. ¡Ya estamos homologados como país europeo!, ¡nuestra monarquía es como la holandesa o la danesa!, y … España a punto de morir.
Pero el hábito no hace al monje. España tiene unas señas de identidad manifiestamente diferenciadas de los países de nuestro entorno, ¡España es diferente! La Historia, como libro abierto, nos confirma que España únicamente se encuentra a sí misma y alcanza sus momentos de esplendor cuando en ella reina la unidad, una unión lograda en la comunión de los españoles con unos principios, valores y creencias que le son propios, y que no son otros que los que han forjado al pueblo español a lo largo de siglos. Dicho de otro modo, una unión no de consensos si no de convicciones, parafraseando a Macarena Olona.
Así mismo, la nación española cuenta además con otro hecho diferencial, como es la existencia de un enemigo a nivel internacional, nacido con la Leyenda Negra; el que, utilizando la mentira como arma contra el poderío español, con distintos ropajes, pero con la misma munición, sigue vivo en nuestros días, y en consecuencia hay que seguir considerándolo en todo momento.
Y … España está a punto de morir.
En trance similar a la que hoy vive España, nace Franco; incluso en circunstancias bastante peores, pues su decadencia (vista con indiferencia, cuando no con satisfacción, por el resto del mundo), se prolongó mucho más tiempo que la que hoy sufrimos, a lo que hay que añadir un manifiesto menor nivel de España en todos los órdenes y, sobre todo el derrotismo reinante, al no parecer existía salida al manifiesto desastre nacional. Y el joven Franco, en esas circunstancias, cree en España, tiene fe en España, probando que en él no cabe ni la desmoralización, ni el derrotismo. Franco es el prototipo del español inasequible al desaliento, siendo esta la primera lección que da a los españoles que aman a España; lección de enorme importancia en los momentos que vivimos.
Que Franco es un ejemplo único en todos los sentidos, es un hecho reconocido y prueba de ello es el que se haya escrito más de él que de cualquier otro personaje del pasado siglo. Pero en esa inmensa bibliografía que se ha estudiado su figura como militar, como estadista, como católico, como patriota, etc., entiendo no se ha valorado suficientemente algo que tuvo presente a lo largo de toda su vida y que defendió e impuso, por saber de su trascendental importancia para España: LA UNIDAD.
En efecto, Franco ya en su infancia se hace defensor de la unidad familiar; como cadete, repudia la “novatada”, pues rompe la unidad de lo que entiende es el conjunto de estudiantes de una academia militar; la Legión -de la que fue alma-, respira por todos sus poros el concepto de unidad; como Caudillo al ser elegido Jefe de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, requiere la jefatura del Estado, es decir la unidad del mando; en el umbral de su muerte, -en un último acto de servicio-, ruega de forma especial a Don Juan Carlos velar por la unidad de España; en su testamento consta la siguiente petición: “Por el amor que siento por nuestra patria os pido que perseveréis en la unidad y en la paz … “; habla en numerosas ocasiones de la unidad de los hombres y las tierras de España, incluso llega a decir que prefiere una España roja a una España rota.
Pero nada mejor para conocer en qué fundamenta Franco las razones y trascendencia que para España tiene su Unidad, como leer lo que escucharon los españoles en el que yo diría preconstitucional discurso, por él pronunciado y trasmitido por la radio nacional, el 18 de abril de 1937, con motivo de la proclamación del Decreto de Unificación, cuyo texto íntegro se publicó en el Boletín del Movimiento, Año I, Núm 1, el 5 de Mayo de 1937, y en el que adelantó al pueblo español las bases fundacionales de lo que iba a ser el Movimiento Nacional, origen del Nuevo Estado:
“Con la conciencia clara y el sentimiento firme de mi mision ante España, en estos momentos, de acuerdo con la voluntad de los combatientes españoles pido a todos una sola cosa: “Unificación”.
Unificación para terminar la guerra. Para acometer la gran tarea de La Paz , cristalizando en el Estado nuevo el pensamiento y el estilo de nuestra Revolución Nacional.
Esta unificación que yo exijo en nombre de España y en el sagrado nombre de los caídos por ella, no quiere decir “conglomerado” de fuerzas, ni “concentraciones” gubernamentales, ni uniones más o menos patrióticas y sagradas. Nada de inorgánico fugaz, ni pasajero, es lo que yo pido.
Pido unificación en la marcha hacia un objetivo común. Tanto en lo interno como en lo externo. Tanto en la fe y en la doctrina, como en sus formas de manifestarse ante el mundo y ante nosotros mismos.
Para esta unificación sacra e imprescindible -ineludible-, que está en el corazón de todos y que ahoga esas minúsculas diferencias personales que el enemigo alienta con su habitual perfidia, me bastaría con invocar la urgencia de aquellas dos grandes tareas como acabo de hacerlo.
Pero es que también existen razones profundas e históricas para ello, en la marcha de nuestro movimiento nacional.
En este instante -en que Dios ha confiado la vida de nuestra Patria a nuestras manos para regirla- nosotros recogemos una larga cadena de esfuerzos, de sangre derramada y de sacrificios, que necesitamos incorporar para que sean fecundos y para que no puedan perderse en esterilidades cantonales o en rebeldías egoístas y soberbias, que nos llevarían a un terrible desastre, digno sólo de malditos traidores y que cubrirían de infamia a quienes lo provocaran.”
Una, grande y Libre, es el lema que Franco hace figurar en el escudo de España, y en ese orden, pues es consciente de que la unidad de España, es condición necesaria para ser grande y libre. Estudioso de la Historia, supo ver que la grandeza e independencia del Imperio Español, radicó en constituirse como una unidad, al ser la Nueva España parte integrante de la España centenaria, y que su caída se produce por su rotura, motivada por españoles traidores y por el enemigo internacional.
Y es así que, junto al inmenso legado de Franco, patente a lo largo y a lo ancho de la geografía española, y consistente como realidad cierta, en la ingente obra que hizo de España la 9ª potencia industrial, existe el legado que proviene de su gobernanza, gobernanza que dio lugar a lo que el mundo calificó como el milagro español y que no casualmente, se inicia y termina con un llamamiento a la Unidad de España.
Conocedores los enemigos de España, de que la figura de Franco, su ejemplo y su legado, son pilares para su defensa, -y que estos siguen gravitando sobre ese pueblo español, que bajo ningún concepto la dejará morir-, libran desde hace cuatro décadas una batalla, consistente en atacar y difamar ferozmente a Franco, con el objetivo de borrarle de la Historia. Es así como Franco, a los casi cuarenta años de su muerte, sigue siendo el enemigo a derribar por los que quieren la rotura y destrucción de España. Todos los españoles, sin excepción, conocen la magnitud de esta batalla contra Franco, muchos los que reconocen la vileza, injusticia y mentira que encierra y muy pocos los que además de conocer todo eso, son conscientes de la trascendencia de esta batalla, vital para la supervivencia de España. Dicho de otra forma, la victoria sobre la anti-España pasa por la aceptación de la enseñanza que nos ofrece la Historia, lo que supone la unión de los españoles en comunión de creencias, principios y valores sustánciales a la España tradicional, olvidando los pactos o coaliciones consensuadas entre partidos, tal y como Franco lo anunció en detalle y lo ejecutó con precisión, a lo largo de su mandato.
Mientras sigamos en lucha de partidos, de derechas, de izquierdas, de centro, … los enemigos de España tienen ganada la partida.
Españoles, sabemos que la unión generosa y desinteresada es el camino de salvación y de gloria, que España está en tus manos, y que… España está a punto de morir.
¡Dios salve a España!
www.latribunadelahistoria.es
Al que quiera ver
Jaime Alonso
Abogado
La historia es el camino que recorre un pueblo en el tiempo, uniendo su destino en los limites de un territorio, una lengua, unas creencias (cultura) y la defensa de todo ello frente a los enemigos exteriores o interiores. Cuando se habla del “fin de la historia” no se están refiriendo a un futuro caótico; sino a un futuro sin raíces, sin denominación de origen, sin un pasado compartido y, por consiguiente, aleccionador. Nos advierten, estos acertados agoreros, de que la historia, en el futuro, será inventada y a la carta, según lo que convenga a la directriz global. Así cesará la vinculación a nuestros ancestros y vagaremos sin mochila y sin rumbo, ni asidero posible.
¡Que ingenuos! ¡Que torpes! ¡Que necios! ¡Que ignorantes! ¡Que malvados! los que diseñaron, a la muerte de Franco, las autonomías, como formula descentralizadora de la administración pública española, buscando una mayor eficacia, proximidad con el administrado, eficiencia en los recursos o sensibilidad histórica son, con la fuerza de los hechos y el tiempo transcurrido, el paradigma de alguno de esos cinco epítetos, sino de todos. Ellos sentaron las bases, conscientes o no, del intento de destrucción de la Nación mas antigua de Europa, base y estandarte de la civilización europea. Resulta sencillo adivinar las razones que impulsaron ese “proyecto suicida”, en el fondo, no en las formas, de la llamada “transición política de la dictadura a la democracia”.
Los tintes empleados para enmascarar la realidad, aparecen, cada día, con mayor nitidez y crudeza. Desde aquel ditirambo de la transición, iniciado por algún deudo de que: “Franco era el problema”; hasta las actuales leyes memorialistas donde todas las trompetas del Jericó mediático, político, económico, social e histórico, tocan a rebato sobre el pasado como exordio de futuro. Ya está comprobándose lo contrario: “Franco fue, es y será la solución a todos los problemas ocasionados por la quiebra de la democracia o la desintegración de la nación”.
De ahí el odio iconoclasta hacía su figura y memoria del actual Gobierno, llamado, sin mucho ingenio retrospectivo, “frente popular”; conjunción perversa de la izquierda radical, terroristas y separatistas en busca de excluir del poder toda idea contraria a sus designios; controlar y pudrir todas las instituciones; y usurpar, en su provecho, todo el proyecto totalizador y degradante que sus ideas comportan, sobradamente experimentadas desde el siglo XIX hasta mediados del XX en España.
Con Franco ya hubo que enfrentarse al separatismo que había crecido como la yedra en el edificio patrio, alimentada por el odio, el etnicismo y la corrupción de unos; y la inhibición, tolerancia y cobardía de los otros. España mantuvo en todo el siglo XIX permanentes enfrentamientos civiles, guerras cantonales y dinásticas que sembraron de discordia nuestra tierra, contribuyendo al advenimiento de la I y II Republica. Ortega no sabiendo como enfrentar políticamente el problema separatista, propuso el que “había que sobrellevarlo. Ramiro de Maeztu sostuvo en ese momento histórico que: “España es una encina medio sofocada por la yedra. La yedra es tan frondosa, y se ve a la encina tan arrugada y encogida, que a ratos parece que el ser de España está en la trepadora, y no en el árbol. Pero la yedra no se puede sostener sobre si misma”.
Franco, revirtió radicalmente el signo de los tiempos, atacando el problema en su raíz: la enseñanza, la historia y la lengua. Sin quitar un ápice de la singularidad cultural que aportaron en la historia las distintas regiones hispanas como plural mosaico de unidad, convivencia y grandeza; impidió, desde la raíz, la manipulación política que transforma los hechos diferenciadores en antagónicos; imposibilitó que la lengua vernácula y materna fuera excluyente de la obligatoria y común de todos los españoles; anuló la recreación de una historia distinta, parcial e inventada, que se enfrentara a la historia común, veraz y contrastada; y suprimió la creación y mantenimiento de una administración paralela, fagocitando los recursos generales; sin control y abusiva en competencias y funciones.
El Estado era unitario y la enseñanza única, pública y respetuosa con las iniciativas paternas, en todo el territorio español. La descentralización administrativa no admitía la dispersión, duplicidad o enfrentamientos. La unidad rechazaba la uniformidad impuesta, buscando la pluralidad enriquecedora. Aquello funcionó y Cataluña y Vascongadas fueron el motor del desarrollo industrial español y de su mayor renta “per cápita”. Se educaba en la ciencia del saber y también en la del modo de ser; buscando el conocimiento se adquiría el respeto, tanto a las personas como a sus ideas y símbolos que nos representan.
Otro superior acierto de Franco fue preservar a España, mientras se reconstruía y ejerció su “mandato comisorio”, de la vieja partidocracia que, desde la Guerra de la Independencia, fue una de las causas de nuestra imparable decadencia, ruina económica, desvertebración política, corrupción institucional y mayoritarias masas obreras y campesinas de analfabetismo y exclusión social.
Hasta su llegada, durante casi dos siglos, fueron ensayados con idéntico resultado todas las formas de gobierno, todos los sistemas parlamentarios. Gobiernos conservadores seguían a gobiernos liberales; gobiernos de izquierda, siempre mal llamados, progresistas, sucedían a gobiernos de derechas; pronunciamientos militares de uno u otro signo; una primera restauración (1874) borbónica, la de Alfonso XII Y XIII, sin contar las de Fernando VII; dos republicas, la primera federal, luego cantonal para terminar en tres guerras civiles simultaneas (Cuba, Carlista y Cantonal), con la destrucción de vidas y hacienda que ello comporta; la segunda proclamada “de trabajadores de todas clases. Desde 1812 hasta 1931, ocho constituciones distintas pretendieron encajar el traje político en el cuerpo social de España, con escasa fortuna, por su ajenidad a la idiosincrasia patria; el escaso respeto en su cumplimiento por quienes las promulgaron; la corrupción generada por las castas gobernantes y el nulo propósito de orientar la política a la consecución del bien común, en lugar de dirigirla al clientelismo militante, o al adoctrinado votante.
También acertó Franco, en retrasar la implantación subsidiada de la vieja política liberal triunfadora en la II Guerra Mundial, lo que posibilitó nuestro eficaz, sostenido y general desarrollo económico, lo que se ha dado en llamar “Estado del Bienestar”. Nadie desconocía que el sistema de democracia orgánica implantado no iba a ser homologado a su fallecimiento y al no existir un partido único, la transición se suscribía a sus previsiones sucesorias y a un pueblo desarrollado, reconciliado con su pasado, estable por su clase media e integrado en su entorno geopolítico europeo. Gracias a esa previsión han tenido que pasar otros cuarenta y cinco años desde su fallecimiento para que los viejos demonios familiares vuelvan a aparecer en toda su extensión y crudeza.
Con estas breves reflexiones sólo aspiro a que no vuelvan a hacerse presentes las palabras de D. Manuel Ruiz Zorrilla, dirigidas a sus compatriotas parlamentarios al advenimiento de la 1ª República: “Protesto y protestaré, aunque me quede solo, contra aquellos diputados que habiendo venido al Congreso como monárquicos constitucionales se creen autorizados a tomar una determinación que de la noche a la mañana pueda hacer pasar a la nación de monárquica a republicana”. Tampoco que se cumpla el dictado del diputado D. Emilio Castelar, tan buen orador como incoherente político: “Señores, con Fernando VII murió la monarquía tradicional; con la fuga de Isabel II, la monarquía parlamentaria; con la renuncia de don Amadeo de Saboya, la monarquía democrática; nadie ha acabado con ella, ha muerto por sí misma; nadie trae la República, la traen todas las circunstancias, la trae una conjuración de la sociedad, de la naturaleza y de la Historia. Señores, saludémosla como el sol que se levanta por su propia fuerza en el cielo de nuestra Patria”. ¡Y vino el desastre y sigue vivo!
Rendición Incondicional
José Luís Jerez
Abogado y escritor
El mundo se encamina, a marchas forzadas y velocidad de vértigo, hacia la implantación del Nuevo Orden Mundial (NOM) -¿judío?-; esa es la gran incógnita que vamos a tratar de descifrar, tomando como referencia algunos de los signos externos que se aprecian en nuestro entorno, los objetivos que se pretenden y la pasividad de una humanidad zombi.
El Nuevo Orden Mundial es una obra aciaga de ingeniería política, social y económica, a nivel planetario, impulsada por opacas élites, de ámbito supranacional, estrechamente cohesionadas, con una doble meta, ansiada por su frenética e ilimitada codicia: por una parte, la pasividad y la servidumbre pastueña, completamente controlada y estrechamente vigilada, de la inmensa mayoría de los seres humanos que pueblan la faz de la tierra y, por otra, la implantación de un gobierno invisible mundial, de un poder absoluto y omnímodo, todopoderoso, calculador, agazapado en la sombra, remate y vértice de la plutocracia terráquea. Semejante proyecto ya estaba diseñado en las actas que integran el texto del célebre libro de “Los Protocolos de los Sabios de Sión”.
Para lograr los propósitos de dominio completo y control absoluto de los ingenuos y amilanados hombres de a pie, la primera medida es restringir, o anular, determinados derechos esenciales y convencerles, simultáneamente, con trucos de magia y prestidigitación propagandística, con lavados incesantes de cerebro colectivos, por medio de las redes sociales, radio, prensa y televisión, que son terminales o tentáculos de sus instrumentos de poder, que dichas privaciones de libertad, impuestas por la amenaza de sanciones inasumibles, en caso de incumplimiento, o por la criminalización de su mero ejercicio, es lo normal y rutinario, cuando, en realidad, es una auténtica monstruosidad intimidatoria y aterradora.
Está claro que el NOM aboga por la consolidación de Estados policiales, donde se suspenden, con el empleo de la coacción y de la fuerza, en definitiva, de la sin razón, todas las garantías constitucionales posibles de los ciudadanos, para su neutralización y sometimiento irremisible.
Estamos asistiendo, sin rechistar, a encierros forzosos en los domicilios particulares; a severas restricciones de movilidad, férreamente perimetradas, de viviendas, barrios, términos municipales, comunidades autónomas, espacios nacionales e incluso internacionales, con cierres de fronteras y cancelaciones del libre tránsito. Se trata de acostumbrar a las masas que esa es la “nueva normalidad” a la que se deben habituar, “normalizando” con ello aspectos inasumibles, por la coerción que tamaña violencia supone, al arrogarse los gobiernos, sumisos al Nuevo Orden Mundial, superpoderes de intromisión en la hasta ahora pacífica vida cotidiana de las personas.
Para ejercer el control, sobre el pensamiento y la expresión en la intercomunicación social, se establece una estricta vigilancia cibernética de conversaciones, un espionaje sistemático y concienzudo de las conferencias telefónicas, e-mails, mensajes, videos, fotografías, etc., eliminando la confidencialidad y la inviolabilidad del secreto de las comunicaciones, amparadas y teóricamente protegidas por las leyes, que se vulneran y conculcan, con total impunidad, por los anónimos manipuladores, los “grandes hermanos”, del monopolio de las multinacionales que detentan las grandes compañías que posibilitan las conexiones, quienes marcan, unilateralmente, la rigidez del pensamiento único, donde la disidencia está penalizada y el aislamiento asegurado, en caso de discrepar de sus postulados, dejando a los usuarios como náufragos en el abismo de la soledad y la impotencia. La censura inasumible de todos los medios cibernéticos, de las plataformas, de internet, beneficia en exclusiva, a los poderes misteriosos y perjudica seriamente a las víctimas que la padecen sin alternativas, por ser dóciles dependientes de sus censores y vigilantes perennes. Si alguien se atreve a denunciar tan anómala situación, se arriesga a ser bloqueado, a sufrir el apagón informativo, por los desconocidos inspectores de su pensamiento, conciencia y voluntad, quienes, con sus tecnologías, desarrolladas para intervenir en el control individual y social, a través de dichas herramientas tecnológicas, se apropian del conocimiento íntimo y privativo de las personas incautas de su privacidad.
Las redes sociales están controladas por ciertos personajes bien conocidos: Mark Zuckerber, de Facebook INC, presidente de Whatsapp e Instagram; Larry Page y Sergey Brin, director y presidente de “Alphabet INC”, propietaria de Google y Youtube; Leslig Berland, jefe de marketing de Twitter; Micheal Lybnton, presidente de Snapchat; Steven Newhouse, presidente de Reddit; David Kadir, fundador de Tumdir; Emmett Shedr, presidente ejecutivo de Twitch o Jason Citron, cofundador y presidente ejecutivo de Discord… Todos ellos tienen en común la pertenencia a una misma camada, a una misma etiqueta, a una misma creencia, a un mismo tronco, que no es difícil de adivinar, que es también compartida por William Henry Gates, más conocido por Bill Gates, el fundador de Microsoft, con una pesada mochila a sus costas.
Reducido el hombre a “detritus humano”, cautivo e impotente, que contempla como se destruyen, por la elite de los “globalistas” iconoclastas, a la que está vinculado el Club Bilderberg, las estructuras e instituciones sociales tradicionales -familia, religión, patria, valores dignificantes-, para sustituirlas por nuevos paradigmas tiránicos, ejercidos, con frialdad de páramo, por el poder oculto y tecnocrático, que degradan al hombre, súbdito o ciudadano de ayer, a la categoría de peón y esclavo, sometidos al control total y centralizado, de los designios del Nuevo Orden Mundial.
La agenda del Nuevo Orden es implacable y su hoja de ruta rígida e indeleble. Apunta al debilitamiento de los Estados nacionales, para dar paso a su depredación supranacional e universalista y fomenta, entre otras estrategias, la potenciación, ayuda y estímulo a los nacionalismos disolventes, para debilitar la fortaleza de las naciones. En relación a la política demográfica, apuesta por la minoración de la población mundial y establece planes, programas y desarrollos, de toda clase de iniciativas, para menguar los nacimientos y acelerar las defunciones, a fin de lograr, de una manera drástica, sus reducciones genocidas de acoplamiento y cálculo de los futuros siervos a su servicio. Caminamos, pues, hacia la despoblación del planeta, por intereses bastardos.
Se afana el NOM en crear sociedades insolidarias, individualistas, alejadas del afecto humano, robotizadas y conectadas a instrumentos tecnológicos, como aparatos de relación entre los seres humanos, encerrados en burbujas cibernéticas y con la nariz pegada a las pantallas de los ordenadores, cambiando la naturaleza por el mito de la caverna de las realidades virtuales.
La trampa está en crear una dependencia ineludible, de individuos debilitados y autistas, básica y casi exclusivamente, por medio de los procesos tecnológicos, de bases de datos, ordenadores, teléfonos móviles, plataformas digitales y redes sociales inalámbricas y adictivas, que atrapan al cepo de la inteligencia artificial, de conexión de todos los aparatos a la red 5-G o de la prisión digital, de la que es prácticamente imposible evadirse en los tiempos modernos.
Las personas deben separarse, aislarse, encerrarse en sí mismas, tratar a sus semejantes a través de videoconferencias, pero sin contactos físicos ni afectos. Hay que desarticular y desacreditar los núcleos familiares, los vínculos tradicionales, acabar con el apego a los lugares de origen y desfigurar, hasta llegar a perderse, la arraigada cultura local, anular la nostalgia y el cariño, perder cualquier seña de identidad, que refuerce la socialización. La separación alcanzará también en los lugares de trabajo, fomentando el teletrabajo, para que no se consoliden vínculos de afecto, ni siquiera, entre compañeros de labor.
Y aduciendo razones sanitarias, con mayor o menor criterios científicos, muchas veces cuestionados, se restringen los contactos interpersonales, se establecen cuarentenas, aislamientos forzosos y un sinfín de medidas de control que se convierten en demenciales, en multitud de ocasiones, se obliga al uso de mascarillas generalizadas, sin analizar los efectos secundarios del uso de las mismas, se monitorizan las temperaturas corporales y, sobre todo, se prohíben, con severidad y amenazas terribles, las reuniones familiares, alentando la “distancia social”, para crear un clima de aislamiento social y de enfrentamiento de todos contra todos, en la aplicación del antiguo criterio de la alocución latina del “homo hominis lupus”, en lugar de considerar al prójimo nuestro hermano.
Por cierto, y a modo de inciso, los propietarios de los grandes laboratorios farmacéuticos, fabricantes de las vacunas contra la actual pandemia del Covid-19, todos están hermanados, casualmente, en la consanguineidad de antiguas y milenarias tribus, como Albert Bourla, director general de Pfizer, por citar sólo la empresa pionera de estas campañas.
La legislación, al socaire de los postulados del NOM, sigue la pauta de moldear el criterio en aspectos abominables y se preocupa por cuestiones marginales, introduciendo primero la controversia y luego el castigo de quien discrepe de las banalidades y sandeces morbosas y atrabiliarias de los nuevos articulados, preocupados, entre otras materias, por la degeneración sexual, en los planes de enseñanza, más hedonista y aberrante que reproductora; la introducción de ideologías de género en las escuelas, que tiende a la destrucción de los fundamentos de la familia tradicional y al control demográfico, mediante la “perspectiva de género”, que no es otra cosa que la “lucha entre los sexos”; el debate soez y “contra natura” de la propia identidad sexual, la legalización y fomento del aborto, con leyes protectoras de las hecatombes colectivas, las exaltación de los invertidos de toda laya, que forman poderosos “lobbys”, perfectamente orquestados por una charanga estrafalaria, la reconversión de los “trans”, el blanqueo de las patologías de carácter sexual, las taras mentales en esta materia, la inversión de las pruebas, contra todo pronóstico jurídico, de presunción de inocencia, las leyes de “género”, los “empoderamientos” y “emponzoñamientos” por decreto, el enfrentamiento por sistema y el libertinaje, como depravación elevada a modelo de referencia…Esto parece ser lo único que importa, la “asexualización” de la población, las dudas de pertenencia natural, el sexo virtual, la pornografía, la pedofilia, cuando estas materias han sido consideradas, tradicionalmente, subproductos residuales y marginales, del submundo y considerados, desde antaño, por las religiones monoteístas predominantes en la cultura occidental, como los peores villanos y malvados de la especie. Es el fermento de la denominada “ideología de odio”, desatada contra los que muestran su desacuerdo contra los abusos y falsos orgullos.
El NOM quiere interferir en todos los ángulos, por recónditos que sean, de posible libertad e independencia de los individuos y por ello trata de eliminar hasta la circulación del dinero en efectivo y convertir las transacciones dinerarias en un mero apunte contable, a través del corralito bancario, todos los movimientos de disposición que pretenda realizar cualquier persona con sus propios fondos o con su patrimonio particular. Ello creará un clima de terror y desnudez al ser humano, que le abocará al sometimiento, a su entrega, en cuerpo y alma, al sistema, por una cuestión de miedo y pura supervivencia.
El NOM basa su labor corrosiva en un permanente estado de agresión y de enfrentamientos intestinos que debilitan y atemorizan a los hombres indefensos, quienes adoptan, consciente o inconscientemente, una actitud sumisa por el odio al prójimo larvado en sus mensajes autodestructivos, que divide y segrega en una metástasis social, de bandas aparentemente irreconciliables, de la ofensa y hostigamiento, contra instituciones consagradas y tradicionales, de guerras viles superadas, de disturbios raciales, de “brechas de género” irreconciliables, para crear un desasosiego continuo y en espiral.
Otra de las armas utilizadas por el NOM son las grandes migraciones, con movimientos estratégicos y planificados, para crear una sociedad debilitada e integrada por una amalgama de seres sin arraigos culturales, ni sociales, en un mundo “globalizado” de seres que van a la deriva, porque así lo han dispuesto, para sus planes futuros, los que se benefician hoy del trafico de sus futuros esclavos.
Los señuelos utilizados por los defensores de la cultura del dinero, de la civilización de la intolerancia y el dogmatismo, son, para fingir sus verdaderas intenciones, el argumentario cansino, repetido una y mil veces, como una letanía monocorde, de los “derechos humanos”, la polisémica “democracia”, la “comprensión”, la “tolerancia”, la “solidaridad”, la “igualdad”, la “fraternidad”, la “libertad”, etc., palabras fetiches, sonoras, falaces y engañosas, que suenan a huecas, podridas y manidas, cuando se emplean por mera inercia y rutina, para embaucar y servir de antídoto o engañabobos a los crédulos desprevenidos.
Este cuadro atroz, descrito con crudeza e hiperrealismo, que cualquiera puede constatar y comprobar, con tan sólo abrir los ojos y mirar a su alrededor, siempre que no se haga trampas en el solitario, escinde a la humanidad en dos categorías bien diferenciadas y antagónicas: los “elegidos”, a quien una voz autorizada bautizó para siempre como “los hijos del diablo”, minoritarios e insignificantes en número proporcional con respecto a los habitantes terrenales, pero que constituyen, infelizmente, el sádico poder mundial entre bastidores, los que auténticamente deciden lo que ocurre en el mundo, las grandes fortunas de la riqueza del planeta, que forman el dominio plutocrático invisible, pero real, de los magnates de las finanzas (George Soros, Rothschild, Rockefellert, Morgan, Kissinger, Dupont…), el comercio, los transportes y comunicaciones, las agencias y medios de información (la cadena CNN, está controlada, por ejemplo, por Ted Turner) y las empresas tecnológicas, que gobiernan el mundo al acaparar, con lujuriosa avaricia, el predominio, en los que se concentra, la producción y distribución de los bienes y servicios, las grandes corporaciones supra estatales y, frente a los opulentos, al otro lado de la balanza, la enorme masa de la “servidumbre”, de los desamparados, la inmensa mayoría silenciosa y cobarde, los cautivos y esclavos de los “elegidos” y del sistema del NOM, los híbridos sin personalidad definida, dóciles y sumisos, sin coraje ni carácter, a quienes les espera un porvenir dependiente de implorantes limosnas, subvenciones o racionamientos, demandadas por todos los parias de la Tierra y escasamente recibidas, con cicatería genética, de los detentadores del poder supremo, como migajas de su opulencia.
Ante esta disyuntiva sólo cabe, por lo decisivo que resulta para el porvenir, dos actitudes frente al NOM: o la rendición incondicional o la lucha a muerte. Ustedes decidirán entre reptar o alzar el vuelo.
El antecedente terrorista del maquis en España
José Luís Orella
Historiador y Profesor Universitario
El término maquis procede del nombre de la foresta en Francia, de donde sería adoptado por la guerrilla contraria al Estado erigido por el general Franco a partir de 1939. Inicialmente estuvo formado por combatientes republicanos que no se exiliaron o que, al salir de prisión, el rechazo social empujo algunos al monte. En el noroeste se organizaron en torno a la Federación de Guerrillas de León-Galicia, y del Comité de Guerrillas antifascistas (Asturias), que reunían a comunistas, socialistas y anarquistas. Las agrupaciones guerrilleras tendrán presencia en los núcleos montañosos del Bierzo, Maestrazgo, sistema central y serranías de Cádiz y Málaga. Sin embargo, el aumento de destacamentos de la Guardia Civil enviados contra ellos y el descenso del apoyo social hará declinar a los guerrilleros que irán entregándose o pasando la frontera al extranjero. La represión será fuerte al final de la guerra, el teniente coronel Manuel Gómez Cantos, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Caceres, fusilará el 8 de diciembre de 1940 en Logrosán a 28 personas, queriendo repetirlo en Castilblanco, donde la oposición del párroco, don Ambrosio Eransus Iribarren, antiguo capellán de requetés con grado de comandante, evito una nueva masacre.
No obstante, la Segunda Guerra Mundial con la glorificación de la resistencia propiciará una visión positiva sobre la insurrección armada de tipo guerrillero. La invasión de la URSS por los nazis alemanes causará la declaración de guerra de todos los comunistas del mundo. 10.000 españoles formarán en la resistencia francesa a las órdenes del Partido Comunista Francés. La liberación de Francia favorecerá que el PCE decida poner en marcha la Operación Reconquista de España, a través de la Unión Nacional, una plataforma controlada por ellos, que procedería en octubre de 1944 a invadir España desde el Pirineo, tomando el Valle de Arán, cuyo hecho provocaría una insurrección popular que derrocaría al gobierno nacional. Por supuesto aquello no se dio y la operación fue un fracaso. El jefe del Estado Mayor del Ejército, general García Valiño encomendó a los generales Moscardó y Yagüe el rechazo a Francia de las formaciones guerrilleras. Los 8.000 comunistas que cruzaron la frontera fueron expulsados, perdiendo 129 muertos y causando 32 a los militares. El coronel Vicente López Tovar ordenó la retirada de sus efectivos al país galo. Sin embargo, López Tovar como Jesús Monzón, quien se encontraba dirigiendo en el interior de España el maquis, fueron acusados de traidores por Santiago Carrillo, quien aprovechó la ocasión para desautorizarles y hacer una purga entre sus partidarios dentro del PCE. Santiago Carrillo se adueñó del PCE y mando asesinar a los lugartenientes de Monzón, al mando del maquis, Gabriel León Trilla, que fue asesinado en Madrid el 6 de septiembre de 1945; Alberto Pérez Ayala también en Madrid el 15 de octubre de 1945; y Pere Canals nada más llegar a Francia.
Jesús Monzón se refugió en Barcelona, donde cayó preso, al ser delatado por miembros del PSUC. En aquellos días acababan de asesinar a Camilo Morales Cortés, jefe local del movimiento de Reus. Será condenado a 30 años de cárcel, pero indultado en 1959, se exilió en México, de donde vendrá a España, durante el periodo del desarrollo, como profesor de mercadotecnia en el IESE.
Las operaciones del maquis comunista, se realizaron a través de las «agrupaciones guerrilleras»: la Agrupación Guerrillera de Asturias, Agrupación guerrillera de Levante y Aragón, Ejército Guerrillero de Galicia, Agrupación Guerrillera Asturias-Santander y Ejército Guerrillero de Centro. No obstante, a partir de 1948 Stalin dio orden de suspender sus operaciones junto a la guerrilla griega. Aunque esta última no acató la orden. Las guerrillas fueron feneciendo por el distanciamiento de Francia como base de aprovisionamiento, la ausencia de apoyo de la población española y el afianzamiento del régimen a partir de 1953 con el fin del aislamiento internacional. Las partidas van desapareciendo y el cerco se va estrechando, la supervivencia en el monte se hace duro, manteniéndose a través del secuestro, y el robo, que les ahuyenta el apoyo local. Los asesinatos de párrocos, guardias civiles, cargos municipales y ganaderos que se niegan a dejarse robar, los va convirtiendo en viles bandidos.
Uno de los casos más sangrientos será en 1946 en Gúdar, cuando por la detención y posterior suicidio de la mujer del guerrillero Florenci Guillén “el Pinchol”, quien había participado en el asesinato de seis personas, la partida guerrillera de “el Pinchol” asesinó en el pueblo a seis guardias civiles, a la esposa e hija de uno de los números y a ocho civiles, dos matrimonios y tres hijos de ambos, de siete, nueve y doce años de edad, más una anciana de sesenta y cuatro. En el mismo año hicieron descarrillar el tren de Guamer a Mora la Nueva, ocasionando cuarenta muertos y más de cien heridos.
Secundino Serrano en su obra «Maquis. La historia de la guerrilla antifranquista» habla de la terrible paradoja de los héroes en Francia transformados en bandoleros en España. El mejor historiador del fenómeno maquis, el clásico «El Maquis en España» de Francisco Aguado Sánchez, nos dice como de 1944 a 1952 el maquis asesinó a 953 y cometieron 845 secuestros, sabotajes y 5.963 atracos. Según datos del Ministerio de Interior, los 1.826 enfrentamientos entre los maquis y las fuerzas del orden provocaron 12 fallecidos del Cuerpo General de Policía, 11 de la Policía Armada, 27 del Ejército y 260 de la Guardia Civil. A su vez el maquis tuvo 2.173 muertos y otros 3.387 detenidos. Entre el armamento intervenido estaban 24 ametralladoras, 3.525 armas largas (fusiles, rifles y escopetas), 516 subfusiles, 3.075 armas cortas (pistolas y revólveres) y 7.804 artefactos explosivos. A estos hay que añadir los 953 civiles asesinados por el maquis, la mitad de sus 834 secuestros acabaron con el asesinato del retenido y 103 en sus atracos. Las fuerzas del orden detuvieron a 17.861 cómplices y enlaces del maquis, según Luis Suárez en su obra «Franco. Los años decisivos. 1931-1945. Barcelona, Ariel. p. 268». En total el maquis acabó con la vida de 1.260 personas.
Los últimos maquis serán el anarquista Francisco Sabater Llopart, “Quico”, quien murió en la noche de de enero de 1960 en Palol de Revardit (Gerona), después de matar al teniente de la GC Francisco de Fuentes; el también anarquista Ramon Vila Capdevila “Caracremada”, que murió el 7 de agosto de 1963 en una emboscada en Rajadell (Barcelona), y el comunista José Castro Veiga “O Piloto”, quien murió tiroteado el 10 de marzo de 1965, en la parroquia chantadina de San Fiz (Lugo), después de robar 15.000 pesetas a un vecino de Lamagrande. Será quien pase a la posteridad como el último bandolero del campo español, cuando entró en el como un maquis comunista.
Una represión con dos caras
Ángel David Martín Rubio Sacerdote, Historiador y Profesor Universitario
La abundante producción historiográfica en torno a la violencia en la España de los años treinta y cuarenta del pasado siglo nos permite precisar cómo durante ese periodo, las pérdidas humanas provocadas como consecuencia directa o indirecta de las operaciones militares de la Guerra Civil, no fueron las únicas. La honda brecha que se manifestó entre los españoles tuvo su incidencia en el elevado número de asesinatos y ejecuciones en cada una de las retaguardias, actuaciones represivas que se prolongaron durante los primeros años de la posguerra.
Ahora bien, no es solamente que las bajas a consecuencia de la represión se sitúen en el contexto más amplio de un enfrentamiento militar, sino que el recurso a la violencia es indicio de un conflicto de más largo alcance. Con la implantación de la República en 1931, inicia su fase culminante un proceso revolucionario cuyos orígenes remotos pueden ponerse en el inicio de la edad contemporánea. El panorama no es exclusivo de España. Sin ir más lejos, Francia conoció el empleo masivo del terror como instrumento revolucionario y se había recurrido a la violencia para dar por zanjados episodios como la Comuna. Y encontramos semejanzas con el caso español en sucesivas guerras civiles revolucionarias del siglo XX: Rusia y países limítrofes, Finlandia, Hungría, Yugoslavia y Grecia. También encontramos una represión mucho más sangrienta que la española en el entorno de la Segunda Guerra Mundial y la inmediata posguerra con un importante peso de las ejecuciones no judiciales.
Volviendo a España, desde 1931 las diversas facciones izquierdistas cultivaron sistemáticamente la violencia convencidos de que les abriría el camino al triunfo definitivo, sin renunciar siquiera a la guerra civil como declararon sin tapujos sus dirigentes. Así, para Largo Caballero, «Estamos en plena guerra civil. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aún los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee, no una bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución socialista» (“El Socialista”, Madrid, 9-noviembre-1933).
De la “lucha de clases” al “genocidio”: la izquierda nos explica la represión
A raíz del libro publicado por Ramón Salas Larrazábal en 1977 con el título “Pérdidas de la Guerra”, son numerosas las publicaciones que se han centrado en la represión durante la Guerra Civil Española y la posguerra.
En un primer momento, la historiografía militante de izquierdas se acogía a formas más o menos depauperadas del materialismo histórico. Al tiempo, se retomaba un argumento ya utilizado por la propaganda en los años de la guerra: la existencia de una diferencia notable entre lo ocurrido en las dos retaguardias, radicada en el carácter sistemático y ordenado desde arriba de la represión en zona nacional mientras que los republicanos habrían sufrido, todo lo más, el desbordamiento de una violencia espontánea y de carácter popular, fruto de la agresión previamente sufrida.
En realidad, la responsabilidad de la violencia en la retaguardia frentepopulista residió de manera directa en los poderes públicos que monopolizaron el poder. Es decir, el terror izquierdista se organizó desde el principio en su doble vertiente: la policial (puesta al servicio del Gobierno, los partidos y los sindicatos) y la militar (ejecutada en un primer momento por las milicias y, posteriormente, desde el propio Ejército Popular). El funcionamiento de las checas y otros organismos semejantes resulta imposible de interpretar si se olvida la existencia en paralelo de un Gobierno y de un proceso revolucionario, así como la pugna entre los protagonistas de éste para determinar cuál de las fuerzas implicadas lograría imponer su hegemonía al resto. Esta última circunstancia determina también un rasgo característico del terror en esta zona (sin parangón en la retaguardia nacional) que es la violencia sufrida por los propios miembros de las organizaciones izquierdistas. Los comunistas van a asesinar a numerosos anarquistas, miembros del POUM y socialistas menos radicalizados y van a sufrir, a su vez, represalias desde estas facciones. Cuestiones como la persecución religiosa iniciada por la República en 1931 y que supuso un porcentaje importante de las víctimas, merecería tratamiento aparte. Para todo lo dicho, remitimos al trabajo de José Javier Esparza, probablemente la mejor síntesis acerca de la represión en la retaguardia frentepopulista (“El terror rojo en España”, Barcelona: Áltera, 2007) y a la investigación de Manuel Aguilera Povedano sobre la violencia en el seno de las diversas facciones izquierdistas (“Compañeros y camaradas. Las luchas entre antifascistas en la Guerra Civil española”, Madrid: Actas, 2012).
Las cifras de víctimas: un falso debate
Los estudios más serios acerca de la cuestión que venimos abordando permiten establecer que las víctimas de la guerra se sitúan en torno a las 630.000, incluyendo las causadas por enfermedad, combates y ejecuciones. La sobremortalidad por enfermedad se establece con facilidad (unas 330.000 bajas) y corresponderían a muertes violentas el resto. Los caídos en acción de guerra han sido generalmente estimados en torno a los 160.000 y la represión habría costado unas 140.000 vidas entre los dos bandos y la posguerra. Es significativa la elevada proporción que representan las muertes violentas al margen de las operaciones militares: aproximadamente un 50% del total. Unas sesenta mil fueron las víctimas en la retaguardia frentepopulista mientras que el número de ejecutados por los sublevados y en la posguerra se situaría en el entorno de los ochenta mil. En el primer caso era menor el número de población considerado potencialmente hostil al quedar provincias enteras fuera del control de los frentepopulistas, por lo tanto, la represión en zona republicana causó menos víctimas en números absolutos pero la cifra resulta, proporcionalmente, mayor que la de la represión en zona nacional y posguerra.
Los revisionistas vinculados a la memoria histórica pretenden elevar la cifra de los represaliados por los alzados hasta valores que se sitúan muy por encima de los cien mil ejecutados. Para ello se prescinde de los datos aportados por las estadísticas demográficas y se utilizan estimaciones, misteriosos informes basados en recuerdos más o menos elaborados o se atribuyen a la represión causada por los sublevados numerosas víctimas que en realidad se deben a acción de guerra e incluso se trata de asesinados por los republicanos.
Las represalias que tuvieron lugar en la zona frentepopulista costaron la vida a miles de personas y conocieron un grado de crueldad difícilmente parangonable. No hay razón alguna para sostener, como se ha pretendido, que el terror en el campo republicano fuera infinitamente menos importante que el del campo nacional. Eso sí, los varios miles de personas fusiladas aquí como consecuencia de la aplicación de los bandos de guerra y de los procesos judiciales de naturaleza militar, así como manifestaciones de una represión irregular que se mantuvo en la posguerra son lo suficientemente expresivas para plantear con toda seriedad la cuestión. Más allá de las cifras, interesa subrayar ahora que la represión en zona nacional, y de manera particular en la posguerra, fue de manera predominante el resultado de una exigencia de responsabilidades por comportamientos durante el período de control revolucionario de los que se derivaban consecuencias penales, es decir, que se juzgaba por delitos concretos. Es cierto que no solo se consideraban los crímenes de guerra sino también la participación en las instituciones políticas y militares del bando revolucionario. Esto obliga a distinguir cuidadosamente entre los posibles inocentes, víctimas acaso de falsas delaciones, de los responsables de crímenes sin que quepa una posible equiparación.
El proceso es reversible
En una reciente revisión del panorama historiográfico acerca de la Guerra Civil española, el historiador Arnaud Imatz acaba concluyendo que gracias al trabajo de una minoría de historiadores independientes, la visión maniquea y falsamente progresista de la Segunda República y la Guerra Civil impuesta por la izquierda ha recibido un golpe mortal. La visión parcial, sin duda, sigue siendo predominante en los ámbitos estatales y en la propaganda, pero en muchos medios de comunicación y en sectores cada vez mayores de la opinión pública, la percepción de la historia española del siglo XX es muy diferente de los mitos sostenidos por la izquierda.
Es necesario ahora que el pasado de los españoles y su conocimiento histórico, vuelvan a formar parte del entramado de virtudes y valores aceptados y cordialmente vividos que nos unen como comunidad política. Sobre estos principios deben fundamentarse los llamados “usos públicos de la Historia”, y nunca desde la ignorancia o la falsificación del pasado, promovidos por el afán de hegemonía de un proyecto totalitario.
“En el Rosario está cifrada la salvación de tu Patria”
¡REZA POR ESPAÑA!
Por sus frutos los conoceréis
- Jesús Calvo
Sacerdote
La hipócrita propaganda de “la salvación de la democracia” por el ex rey Juan Carlos I, emitida el pasado 23-F en TVE, ha sido el teatro oficial del sistema liberal, mantenedor de puestos burocráticos de los dictadores del parasitismo, que engulle las reservas económicas de nuestra empobrecida y fragmentada Patria.
Han dado una lejana historia de la realidad de aquellos momentos recién estrenada la democracia, ensangrentada por el terrorismo diario contra las fuerzas del orden, especialmente la Guardia Civil, y el desorden generalizado, tanto callejero como en la moral pública.
Ocultaron el trasfondo que motivó aquel pronunciamiento militar (mal llamado golpe de estado), cuando solo se trataba de instaurar provisionalmente un gobierno militar para atajar aquella situación de anarquía en la que nos sumió la ausencia del providencial Caudillo de España, y la urgencia de eliminar tan gravísima sangría cívico-militar nacional del terrorismo revanchista, ausente de toda autoridad justiciera.
Los militares comprometidos, informado el Rey, entraron en el Congreso el 23-F. advirtiendo que iban en nombre del Rey (cosa que ocultaron en ese reportaje).
El Rey iba a poner de presidente del Gobierno a su amigo, el General Armada, luego… ¿quién daba el golpe, sin haber hecho referéndum nacional? Miláns del Bosch también era monárquico, no así Tejero.
Y cuando el patriota e incorruptible Tejero Molina (Teniente Coronel de la Guardia Civil), vio que en la lista de nuevos ministros iban a nombrarse a socialistas y comunistas, además de Fraga, en una ensalada de sujetos diversos, para dar gusto a la oficialidad democrática, era una tradición a lo acordado, negó rotundamente esa toma de posesión inmediata, dando un contragolpe, evitando todo acto de fuerza, con posible sangre innecesaria.
También rechazó la cuantioso suma de millones que se le ofrecieron en forma de soborno, para acceder al plan del Rey.
Solo un caballero español, amante de Dios, la Patria y la Justicia, podía actuar así con sumo honor y responsable del estado real de su agredido y cobarde gobierno…
¿Por qué no se dijo todo esto en esas programaciones televisadas…? ¿Y por qué el Rey tardó tantas horas en responder ante lo que pasaba en el Congreso? ¿Por qué no se hizo ya en su día un seguimiento paso por paso de los hechos de 1981 cuando vivían todos los personajes del pronunciamiento?
¿Y por qué entre los periodistas intervinientes no llamaron a don Luis F. Villamea, testigo de todo y director de Fuerza Nueva, así como al mejor documento viviente de don Antonio Tejero? ¿De qué tenían miedo esos traidores, cobardes y pasotas mandatarios?
El supuesto triunfo de la democracia lo que nos ha traído ha sido esta ciénaga de vergüenzas físicas y morales, arruinando a la nación, que de la octava potencia económica mundial a la que nos elevó el nacional catolicismo de Franco, ha quedado en la 14ª potencia, y seguimos retrocediendo, habiendo perdido el prestigio que en el mundo tuvo, traicionada por el perjuro del Rey (y el silencio cobarde de la jerarquía eclesiástica), auto destructora de su inmediato futuro en el holocausto del aborto, destrucción de la familia, corrupciones de partidos, políticos golpistas, destructor de identidades nacionales y a la dictadura mundial del judaísmo masónico.
Hasta el colmo de la anarquía práctica de vandálicas guerrillas urbanas, fruto del manejismo, la frustración, la incultura, el odio a las grandezas históricas patrias y como la Providencia pone a cada cuan en su sitio, el “emérito” huido de la Justicia como un vulgar delincuente, y don Antonio Tejero enaltecido con una apología de casi 600 páginas, titulada “DON ANTONIO TEJERO, UN HOMBRE DE HONOR”, publicada por la editorial SND.
Ahí están los frutos. Toda causa tiene sus efectos.
No tardando, tendremos que culpar a Tejero de no haber dado por su cuenta un golpe seco de Estado, y de no haber metido en la cárcel al Borbón con su mágica y “salvada democracia”. Pobre España, atracada por Judas, Pedros y Pilatos: Traidores, cobardes y pasotas.
Ya lo dijo Franco: “No se os puede dejar solos”.
GOBIERNO DE CONCENTRACIÓN DEL 23F
En Febrero de 1981 estos mimos políticos se manifestaron en contra del “Golpe”.
“Era el Rey y los partidos políticos los que habían organizado un golpe en el que nosotros éramos los malos y ellos los salvadores de la patria. Por ello tienen que tener guardada la parte oficial hasta que mueran los cabecillas, que tuvieron la desvergüenza de manifestarse al día siguiente”.
- Antonio Tejero Molina
Afán nº 25
Febrero de 2021
El Ángel de la Victoria, (pen)último asalto en Tenerife por eliminar a Franco del espacio público
La Junta Republicana de Canarias pide la retirada del conjunto de Ávalos, cuyo valor artístico defiende la Fundación Franco apoyada en informes de expertos
Andrés Bartolomé en la Razón el 04-03-2021
Tras la retirada del monumento a Franco en Melilla, el objetivo a erradicar se ha centrado en un conjunto escultórico ubicado en Santa Cruz de Tenerife. Sus detractores se basan en que la eliminación responde al mandato de la Ley de Memoria Histórica (LMH), y sus defensores alegan respecto al primero que se trata de una estatua que recuerda a Franco como comandante de la Legión -antes de la Guerra Civil- y en el caso del segundo, que es una obra artística que escapa al objeto de la ley, además de que el “Generalísimo” no está identificado como tal.
Situado en una de las principales calles de la ciudad, este último conjunto es comúnmente conocido como “monumento a Franco”, y está formado por una de las esculturas más llamativas de Santa Cruz de Tenerife, obra de Juan de Ávalos, el autor que dio forma al conjunto del Valle de los Caídos. Su nombre oficial es “El Ángel de la Victoria” o “El Monumento del Ángel”.
La Real Academia de Bellas Artes solicitó al Cabildo en 2019 que declarase el monumento Bien de Interés Cultural (BIC), pero se rechazó alegando que hay un procedimiento judicial en marcha en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
A la expectativa
El Ayuntamiento se mantiene mientras tanto a la expectativa de lo que pueda suceder, sin “interés” ni “prisa” por “proteger” el conjunto, “algo que nunca se ha planteado”, según la Consejería de Patrimonio Histórico del Cabildo. Por su parte, José Carlos Acha, concejal de Cultura del consistorio, habla de “una obra de arte” que “en todo caso hay que resignificar en algo que permita entender qué sucedió y ponerlo en contexto”.
En opinión de Arturo Armada, patrono en la isla de la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) desde 2005, “no hay nada que identifique con Franco al conjunto”, que forman “un ángel ascendente con un guerrero encima”, y, afirma, “nunca ha habido una placa” que identifique “el monumento más fotografiado en Santa Cruz”.
Defensa de la obra de Ávalos
La Fundación Franco basa la defensa de la obra de Ávalos en los dictámenes que han emitido entidades como la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel, la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel o la Fundación Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP), así como un documento de la Universidad San Pablo-CEU.
El informe jurídico establece que el conjunto escultórico está protegido por la propia Ley de Memoria Histórica en su punto 15.2, que afirma que la norma no es aplicable “cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley”. Según los expertos consultados, “es el caso”, ya que “poseer una obra de la categoría artística de la de Juan de Ávalos honra sin duda el patrimonio artístico de Santa Cruz de Tenerife”. De Ávalos se recuerda además su condición de Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1974) y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes (1880) y Gran Cruz de la Orden de Isabel La Católica.
Para la Fundación CICOP, “este conjunto arquitectónico constituye uno de los ejemplos en donde el pasado convive con el presente y el futuro”.
Obra emblemática
Arturo Armada no percibe animadversión entre los ciudadanos hacia la emblemática obra. “La gente lo tiene asimilado completamente”, dice. “Esto no tiene nada que ver con Melilla, que es una barbaridad, pero aquí no lo identifican con nada, es un conjunto escultórico que nadie se propone quitar, salvo los que se mueven con ese odio que uno no se explica…”.
Ese rechazo viene expresado en la recogida de 21.000 firmas que la Junta Republicana de Canarias dice haber recogido para apoyar su solicitud de que se retire el monumento y toda la simbología de exaltación del franquismo en la ciudad, y en una nota de prensa donde se calificaba a Franco de “genocida”.
“Esas firmas… Para que tengan un valor tienen que ir acompañadas de documentos, y dudo que hayan seguido esos cánones”, critica el patrono de la Fundación Franco. “Lo que sí hay son cientos de miles de personas que se adhirieron por suscripción popular a la construcción del conjunto en 1966”, apoyos “de todos los pueblos de la provincia”, desde donde contribuyeron “con una peseta, cinco, diez… Eso sí es un plebiscito de la voluntad del pueblo”.
Símbolo del triunfo de la paz
El informe de la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel señala que la obra fue levantada “en símbolo del triunfo de la paz entre españoles y no respondiendo a un motivo de exaltación de ninguno de los tipos” a los que hace referencia la LMH.
Sobre su autor, se recuerda que Juan de Ávalos fue “un escultor depurado por Franco por ser activo militante socialista y republicano, con carnet número 7 del PSOE de Mérida”.
Los expertos abogan por alcanzar, por medio de una resignificación, una solución que permita al monumento, en palabras del propio CICOP, “adquirir el rol que le corresponde y que su conservación trabaje para el futuro y no el pasado, ya superado por la mayoría de la sociedad”.
Su recomendación es “colocar una placa para que el monumento pudiera contextualizarse” y permitiera “no solo admirar el valor de la obra sino entender su verdadero significado”. Proponen como ejemplos del texto para esa placa dos inscripciones: “Monumento a la victoria de la Paz” o “Monumento a la victoria de la Paz erigido por suscripción popular”.
Preguntado acerca de un desenlace, Arturo Armada se muestra escéptico: “En estos tiempos convulsos puede pasar cualquier cosa, pero si el buen criterio y la capacidad de razonar triunfan, debería dejarse la obra como está”.
ENFRENTANDO A LA SERPIENTE (por Rostroazul)
Nos cuenta el libro del génesis (que trata de explicar los orígenes del problema humano) que los hombres, que habían sido creados en un estado magnífico y vivían en un paraíso donde no conocían el hambre, ni la necesidad, ni la enfermedad, ni la muerte; fueron tentados por la serpiente bajo el engaño de usar su libertad para ser absolutamente dueños de su destino sin necesidad del Creador. Sucedió, según nos relata el episodio bíblico, que el hombre cayó en la tentación propuesta por la serpiente, de querer vivir según su propio orden moral y descubierta su trama fue expulsado del paraíso, entrando en un destierro donde se nos señalan como desventajas principales, el ganar el pan con el sudor de la propia frente. El parir con dolor, y tener que sufrir la enfermedad y la muerte.
Una vez en el destierro, el hombre se olvidó del creador y viviendo bajo los postulados de su propia conciencia, formó sociedades donde se adoraban a deidades, que representaban la muerte, la fecundidad, los fenómenos naturales o los astros…y por supuesto fruto de su ruptura con la moral del paraíso, en aquellas sociedades pretéritas, se daban situaciones de indigencia y orfandad antropológica. Principalmente la antropofagia o canibalismo; la esclavitud…el ofrecimiento de sacrificios humanos …. las prácticas homosexuales…. El suicidio…. y todas estas conductas, que expoliaban al ser humano haciéndolo profundamente infeliz, tenían su base en la misteriosa serpiente.
Los tratados de angelología cristiana nos dieron cuenta, que la serpiente no era sino un poderoso ser creado (un ángel caído), que habiendo perdido su sitio en el cielo, vivía por y para arruinar los planes del creador sobre el género humano, impidiendo que este obrara el bien y sufriera un altísimo costo, privado de alcanzar la gloria divina.
Hasta que un día Dios, intervino en la historia para tratar de revertir la situación de aquellas criaturas desterradas, que andaban en las tinieblas de este mundo, y lo hizo sacando un pueblo nuevo de la nada, de un precursor (Abraham) con una moral nueva con su código de conducta. Este pueblo se caracterizó por recibir de Dios directamente las nuevas normas morales a seguir (los mandamientos), que implicaban una total ruptura con las seguidas por otros pueblos, pero que básicamente propugnaban el amor y la adoración al único Dios, el respeto por el semejante; la sustitución de los sacrificios humanos por los de animales; el enaltecimiento de las familias y patriarcas y una estricta moral sexual……también el respeto por el individuo y la propiedad. Se llamó a esto la primera alianza.
El pueblo elegido fue advertido por los profetas de que en su seno aparecería un “salvador” que redimiría al hombre posibilitándole la reconciliación con Dios y su regreso final a la casa del padre.
Al cumplirse la profecía de la venida de El salvador al mundo y al inicio de su vida pública, se produjo un hecho inaudito, recogido en los textos evangélicos como “las tentaciones”. El Salvador y la Serpiente se vieron las caras en este mundo. Fue en el desierto del Jordan. En su entrevista, la serpiente le dejó muy claro al Salvador, que ella mandaba en la tierra. Básicamente que, si se plegaba a sus designios, lo trataría como a buen chico; Si lo adoraba y hacía que las piedras fueran pan entonces habría premio, pero que sino…. le iría muy mal porque el poder de este mundo se confabularía contra él. El salvador rechazó las propuestas de la serpiente y le explicó que tenía una misión que cumplir: Salvar al mundo …de la serpiente.
El Salvador se enfrentó contra los perversos designios del mundo que habían arraigado en el propio pueblo de Israel a través de la cultura griega y fue ejecutado por las fuerzas malignas, pero resucitado en su gloria, infundió a sus discípulos la misión de cambiar el mundo al amparo de su iglesia. A esto se le llamó la segunda alianza. Pero ojo su evangelio fue un desafío al hombre …. sin conversión no habrá salvación. Sin arrepentimiento el pecado original se impone y la redención no surge efecto.
Veinte siglos después, los logros y la expansión de la nueva moral cristiana se convirtieron en un relativo éxito, siendo difundida la fe por todo el mundo. Desapareciendo en general el politeísmo, la esclavitud, el aborto, …… estando mal vistas las relaciones homosexuales o el suicidio…. siendo impensable la eutanasia y la eugenesia…. era residual y restringida la pornografía considerada letal para los niños …. no se concebía la pederastia…. Y así un largo etc. Se puede decir, que occidente colonizó el mundo esparciendo el cristianismo y sus valores por todas las fronteras, cumpliéndose el designio evangélico de predicar a todas las naciones en un fuerte impulso misionero.
Sucedió a principios del siglo XX, que la nación mas grande de la tierra (Rusia) se convirtió a los postulados de la Serpiente a través de una nueva ideología, el comunismo, que profería como esencia espiritual a inculcar a los hombres, el odio a su gran rival Dios. El comunismo engendraba todos los valores de la Serpiente negando la redención y convirtiendo al hombre a una nueva esclavitud …la del Estado. En su nombre se propugnó el ateísmo como valor esencial, y el aborto y el divorcio institucional como ejes liberadores de la persona…. se abolió la propiedad, se persiguió al cristianismo y en general a la religión como enemigo directo…… Se limitaron derechos esenciales como la libertad de movimientos…. se ejecutó o reeducó a los disidentes. El comunismo personifica el triunfo de la Serpiente un asalto al poder para esclavizar y mitigar con furia el hecho de que el hombre pueda aprovechar la oportunidad de su redención. Es la inquisición al revés más oprobiosa de la tierra.
El asunto no pasó inadvertido en el cielo, pues el mismo año de la victoria comunista en Rusia (1917) en el otro extremo de Europa la Virgen María se apareció en Portugal (Fátima) y advirtió que la situación era grave, y que se requería del Papa católico la consagración de Rusia a su inmaculado corazón en unión con todos los obispos del mundo, sino de otra manera Rusia extendería sus errores por el mundo……inexplicablemente la sugerencia de la Virgen apoyada por un milagro público visto por mas de 50.000 personas no fue cumplida por la iglesia por temor a mas represalias del gigante Europeo y ….. Rusia extendió el comunismo por el mundo alcanzando a la nación más habitada del planeta. De esta manera la nación mas grande y la más habitada del planeta se hizo comunistas.
El comunismo se fijó en España como país idóneo para su implantación en nuestra tierra ocasionando la mayor persecución religiosa desde Diocleciano, con el asesinato de mas de siete mil religiosos…. por el hecho de serlo (capitulo ausente de la memoria histórica). La serpiente fue momentáneamente derrotada en cruenta guerra civil ganada por los buenos, de ahí el odio histérico de sus esbirros por todo lo que recuerde a su fallido proyecto.
En los momentos actuales la Serpiente, que ha visto la imposibilidad de derrotar militar y económicamente a occidente ha mutado para implantar sus ideas del plano económico al plano moral directamente…. Se trata de una jugada maestra …se trata de hacer pensar al hombre que en su desobediencia al creador obtendrá el éxtasis de su libertad plena emancipado de perjuicios. Resumiendo, volvemos al inicio de este trabajo antropológico…. Se difunde que nos sintamos orgullosos del pecado original…. para de esta manera hacer inútil la obra salvadora del enviado de Dios.
El Vehículo es la exaltación en occidente, que no en Rusia ni en China de una ideología proclamada satánica por la vaticana congregación para la doctrina de la fe. La LGTBI, que bajo la burda astucia de que somos iguales (los hombres y mujeres no somos iguales) se disuelve el género fomentando todo lo reprobado por el creador, la homosexualidad, la inversión sexual, la transexualidad, la pederastia cada vez mas reconocida y toda la basura que pueda destruir la institución natural de la familia…. y como te opongas … serás depurado por los tribunales públicos de la nueva inquisición.
En este escatológico capitulo de la historia de la humanidad nos encontramos a inicios de 2021. No es una batalla de derechas e izquierdas. Tampoco es una batalla social. Esta en juego los cimientos de la civilización …los matrimonios …. las familias…los clanes…los lugares donde el hombre encuentra cobijo en su infancia y en su vejez. Para los primeros abortos, para los últimos eutanasia, para los del medio disgregación…. para los que se opongan…la hoguera.
Revelaciones Privadas, Fátima y el Fin de los Tiempos. II
José María Manrique
La verdad os hará libres (Jn 8, 32).
La verdad padece, pero no perece (Santa Teresa).
Foto de LIFE de 3 de enero de 1949 que demuestra el
universal interés por los Mensajes de Fátima: D. José Alves Correia da Silva, Obispo de Leiría (Fátima) entre 1920 y 1957 y depositario del “Tercer Secreto”, el cual está en el sobre que aparece delante y en el que escribió: “Este sobre y su contenido será confiado a su Eminencia el Cardenal Don Manuel (Gonçalvez Cerejeira), Patriarca de Lisboa, después de mi muerte. Leiría, 8 de diciembre de 1945, José, Obispo de Leiría. El mismo fue enviado al Vaticano en 1957./Octubre de 1949: Franco en Fátima.
Recientemente Monseñor Athanasius Schneider ha impartido una muy recomendable conferencia titulada Fátima y los últimos tiempos, por medio de internet (ejercitoremanente.com/2021/03/05) y en español. En ella destaca que, fundamentalmente, Nuestra Señora vino a Fátima a pedir que se hiciera penitencia y reparación por los pecados y así evitar el castigo divino en este Mundo y en el Infierno.
Coincide en ello con lo supuestamente manifestado por Sor Lucía al Padre Fuentes, postulador de las causas de Jacinta y Francisco, en diciembre de 1957: “Los dos medios para salvar al Mundo son la oración (especialmente el rosario) y el sacrificio”.
Eso es lo medular, siendo lo demás advertencias para recalcarlo. Pero unos y otras se ha buscado ignorarlas, por lo que, como veremos, la tercera parte del “Secreto de Fátima” ha sido largo tiempo ocultada y, aterrador es decirlo, desvelada parcial y engañosamente según los hechos, indicios y revelaciones posteriores. Entre ellas, las más explícitas son las comunicadas irlandesa “Maria Divine Mercy” (MDM, Mary Carberry de soltera, Mary McGovern; no reconocida y muy perseguida), que la web Ejército Remanente acompaña a las palabras de Schneider; como ejemplo de su probable veracidad, me consta que Mary comunicó la forzada renuncia de Benedicto XVI en febrero de 2013, tiempo antes de producirse (junio 2011).
Veamos ahora esos hechos e indicios.
Las Jerarquías Eclesiásticas (Pío XI y Pío XII).
Recordemos que en 1926 y 1929 las apariciones reiteraron la Consagración de Rusia por el Papa en unión con todos los Obispos del Mundo, que en 1930 el Obispo de Leiría (José Alves Correia da Silva) reconoció al fin las apariciones; y que el Papa Pío XI (1922-1939) supo de las peticiones en aquel 1930. Que Sor Lucía escribió sus Memorias en 1934, 1937 y 1941 (las dos últimas); solo en la 4ª se incluyó, al final de los dos primeros secretos, la frase: “en Portugal se conservará siempre la doctrina de la Fe, etc; esto no se lo digáis a nadie; a Francisco, si podéis decírselo”. También en ella puso que había escrito todo “a excepción de aquella parte del secreto que actualmente no tengo permiso de revelar…”. Para muchos, ya desde 1941, las palabras de la Santísima Virgen interrumpidas con el etcétera deberían continuar en lo que se denominó “Tercer Secreto”.
Pero, al parecer, Pío XI, que recibía las peticiones trasmitidas por Lucía a través de sus directores espirituales, nunca quiso oír habla der Fátima (según escribió Marco Tosatti, en el Il segreto non svelato, a quien se lo dijo el secretario papal Carlo Conalonieri, luego cardenal). Concretamente, Lucía dijo al 3 de febrero de 1946 al sacerdote montfortiano holandés Hubert Jongen: “El padre José Bernardo Gonçalves (mi confesor) … informó a Su Gracia el obispo de Leiría sobre todo y logró que el pedido llegara al conocimiento de S. S. Pío XI”. Mientras, la más feroz persecución religiosa se había enseñoreado de Rusia, Méjico y España, y la anunciada guerra mundial estaba en ciernes.
Pío XII (1939-1958), que había sido consagrado obispo el mismo día de la 1ª aparición en Portugal, gustaba definirse como el Papa de Fátima, sin duda por estar mal informado, tampoco hizo nada antes del estallido de la guerra. Lucía, aconsejada por sus confesores, obtuvo autorización del Cielo para que se obviara la políticamente temida, y por algunos diplomáticos y “teólogos” vaticanos desaconsejada, “consagración de Rusia”, y lo que podía suponer de crítica al régimen de la URSS, y se hiciera una consagración del Mundo con especial mención de Rusia, lo cual transmitió, con bastantes alteraciones, el Obispo Correia da Silva. Aquella “consagración de la Iglesia y el Mundo al Inmaculado Corazón de María” se hizo el 31 de octubre de 1942. Lucía manifestó que fue un acto incompleto respecto a la voluntad divina, por lo que quedaba pendiente, hasta que se atendiera completamente la petición de la Virgen, la conversión de Rusia y la paz verdadera, con la consecuente anunciada derivada de que Rusia seguiría “esparciendo sus errores por el Mundo, (y) promoviendo guerras y persecuciones”.
El 4 de mayo de 1943, Sor Lucía escribió: «Nuestro Señor “promete el pronto final de la guerra, habida cuenta del acto que se ha dignado hacer Su Santidad. Pero, como fue incompleto, la conversión de Rusia será para más tarde”». Así mismo escribió una carta (recogida en el libro El futuro de España en los Documentos de Fátima del P. Martins S.J.) donde transmitió un recado de parte de Nuestro Señor para los Obispos de España: «“El Señor desea que los Obispos de España se reúnan en retiro y determinen una reforma en el pueblo, en el clero y en las órdenes religiosas” … “si los Señores Obispos de España no atienden sus deseos, ella (Rusia, sus ideas) será una vez más el azote con que Dios los castigue».
Ya conocen la respuesta. Y, respecto a las ideas dispersadas por el comunismo ruso, recordemos que fue fruto de “la revolución”, financiada en los países sajones por los plutócratas, que, ya con Marx y Engels en el siglo XIX, siempre ha querido “derribar el trono y el altar”, y también la familia y la moral natural, antes incluso que Gramsci y la Escuela de Frankfurt
El 15 de julio de 1946 Sor Lucía dijo al hispanista William Thomas Walsh (autor de Our Lady of Fátima) que: “Lo que nuestra Señora quiere es que el Papa y todos los obispos del Mundo consagren Rusia a su Inmaculado Corazón en un día especia… ¡No el Mundo!, ¡Rusia!, ¡Rusia”.
A partir de entonces las cosas se oscurecieron aún más. El 13 de mayo de 1948 abandonó España y, con 41 años, ingresó en las Carmelitas de Coimbra con el nombre de Sor Maria Lúcia de Jesus y do Corasão Inmaculado. Como mero apunte, hay que decir que con este nombre, según fuentes de internet, hubo una inscripción el carmelitano Secretriatus Generalis pro Monialibus O.C.D. (Moniales defuntae; Nº. 265) que la dio por muerta el 31 de mayo de 1949, fecha que oficialmente corresponde a sus votos solemenes; este registro se modificó posteriormente a la fecha oficial de defunción (13-II-2005). En todo caso, como se detallará, en Coimbra tuvo prácticamente prohibidas las visitas y el hablar del 3er Secreto, y a partir de entonces las muy llamativas discrepancias físicas que aparecen en las fotografías (no es muy creíble que Sor Lucía se hiciera una ortodoncia completa) han hecho florecer los estudios de su supuesta suplantación por una doble (o varias), bien ya entonces, bien a finales de los años 50.
Pío XII, en vísperas la proclamación del Dogma de la Asunción, el 31 de ocubre de 1950, vio en los jardines vaticanos el “Milagro del Sol”.
Este mismo Papa, consciente de no haber cumplido enteramente el mandato celestial por falta de “comunión” entre los obispos y “teólogos”, el 7 de julio de 1952, mediante la carta apostólica Sacro Vergente Anno dirigida a los pueblos de Rusia, realizó la consagración exclusiva de Rusia. Pero, una vez más, de forma incompleta e imperfecta.
En otoño de 1952 Pío XII envió a Coimbra al jesuita austríaco P. Joseph Schweigl. A su vuelta dijo que el Tercer Secreto completo consistía en dos partes, una se refería al Papa y la otra la continuación de las palabras dichas por la Virgen en el 2º Secreto, concordando con las memorias de Lucía que terminan con: “En Portugal se conservará siempre la doctrina de la Fe, etc”.
El Padre Augustín Fuentes Anguino, mejicano, postulador romano de las causas de beatificación de Francisco y Jacinta, consecuente con esta obligación tuvo una conversación con Sor Lucía el 26 de diciembre de 1957. El 22 de mayo de 1958, ya en a Méjico, dió una conferencia sobre ello y posteriormente la publicó aquel mismo año con el Imprimatur y aprobación del Obispo de Leiría-Fátima, Mons. João Pereira Venâncio (nombrado el 13 de septiembre de 1958), así como el de su Arzobispo, Monseñor Manuel Pío López Estrada (Jalapa-Veracruz, Méjico) y, según el P. Grüner, con el apoyo del Cardenal Arzobispo de Guadalajara. El P. Fuentes testimonió que Lucía le había dicho:
«La Santísima Virgen está muy triste, porque nadie hace caso a su Mensaje, ni los buenos ni los malos. … Pero, créame, Dios va a castigar al mundo, y lo va a castigar de una manera tremenda. El castigo del cielo es inminente … ¿Qué falta, Padre, para 1960; y qué sucederá entonces? Será una cosa muy triste para todos … No puedo detallar más, ya que es aún secreto … “Es la tercera parte del Mensaje de Nuestra Señora, que aún permanece secreto hasta esa fecha de 1960”. … Que “muchas naciones de la tierra desaparecerán sobre la faz de la misma”, que Rusia será el instrumento del castigo del Cielo para todo el mundo, si antes no alcanzábamos la conversión de ese pobrecita Nación … Nunca (Ella) se sonrió con nosotros, y esa tristeza y angustia que notábamos en la Santísima Virgen, a causa de las ofensas a Dios y de los castigos que amenazaban a los pecadores, nos llegaban al alma … No es mi misión indicarle al mundo “los castigos materiales que ciertamente vendrán” sobre la Tierra si el Mundo antes no hace oración y penitencia. No. Mi misión es indicarles el inminente peligro en que estamos de perder para siempre nuestra alma si seguimos aferrados al pecado … No esperemos que venga de Roma una llamada a la penitencia, de parte del Santo Padre, para todo el Mundo; ni esperemos tampoco que venga de parte de los señores Obispos, cada uno en su diócesis; ni siquiera tampoco de parte de las Congregaciones Religiosas. No; ya Nuestro Señor usó muchas veces estos medios, y el Mundo no Le ha hecho caso … La Santísima Virgen no me dijo que nos encontramos en los ultimos tiempos del mundo, pero me lo dió a demostrar por tres motivos: el primero, porque me dijo que el demonio está librando una batalla decisiva con la Virgen y una batalla decisiva, es una batalla final … así que ahora, o somos de Dios, o somos del demonio; no hay término medio. Lo segundo, porque me dijo … que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo; el Santo Rosario y la devoción al Inmaculado Corazón de María; y, al ser los últimos remedios, quiere decir que son los últimos, que ya no va a haber otros. Y tercero, porque siempre, en los planes de la Divina Providencia, cuando Dios va a castigar al mundo, agota antes todos los demás medios … Dos son los medios para salvar al Mundo: la oración y el sacrificio … Y luego, el Santo Rosario … la Santísima Virgen, en estos ultimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario … Esta es la primera parte del Mensaje referente a Nuestra Señora de Fátima; y la segunda parte, que, aunque es más breve, no es menos importante, se refiere al Santo Padre».
Una de las muchas fotos trucada (fotomontajes) que circulan de la visita de Pablo VI a Fátima, que muestra una Lucía distinta a los rasgos de la de antes de entrar en El Carmelo, y con una dentadura de ortodoncia perfecta. Cofre “Barbarigo” del dormitorio de Pío XII conteniendo el Tercer Secreto (foto tomada el 14-V-1957).
Las consecuencias del relato del Padre Fuentes
Pío XII falleció el 9 de octubre de 1958 y fue relevado por Juan XXIII el 25 de aquel mes.
El 2 de julio de 1959 la Curia diocesana de Coimbra publicó, sin firma, una nota de condena clara y rotunda al escrito del P. Fuentes, con una fuerte carga de autoridad y desmentido hacia Sor Lucía. En la misma insertó estas supuestas palabras de la Hermana Lucia: “El padre Fuentes habló conmigo por ser el postulador de Beatificación de los siervos de Dios, Jacinta y Francisca Marto; tratamos únicamente de cosas relacionadas con este asunto, por lo que todo lo demás a que él se refiere no es exacto ni verdadero”.
El P. Fuentes fue depuesto como promotor de la causa de beatificación y se le prohibió hablar de estos temas.
El P. Joaquín María Alonso, durante muchos años archivista oficial de Fátima, inicialmente creyó el desmentido oficial de las declaraciones de Lucía, pero, tras años de estudio, rectificó y dijo:
… «El texto genuino de su conferencia (la del P. Fuentes) a la comunidad religiosa mejicana en diciembre de 1957 responde en lo esencial a lo oído de la hermana Lucía en su visita. Porque, aunque esté mezclado con consideraciones oratorias del predicador, aunque esté arreglado literariamente, esos textos no dicen nada que Lucía no ha dicho en sus numerosos escritos hechos públicos. Tal vez el defecto principal consiste en haber presentado esos textos literalmente en boca de Lucía, y expresarlo formalmente como un “mensaje suyo” al mundo».
El P. Alonso fue autor de 24 tomos sobre las apariciones, con 5.396 documentos, pero solo se publicó una pequeña parte porque en 1975 Mons. do Amaral, el nuevo obispo de Fátima, los vetó y archivó.
En cualquier caso, el Vaticano había ya reclamado en 1957 los escritos relativos al Tercer Mensaje, hasta el punto que la revista Paris-Match publicó, por dos veces (1957 y 1958), la fotografía de un pequeño cofre de madera situado en el dormitorio del Papa, con la inscripción Secretum Sancti Officii, donde se le dijo al periodista que “ahí está el Tercer Secreto de Fátima”.
También impuso a Sor Lucía un draconiano confinamiento solo comparable al de Rudolf Hess: no podría hacer declaraciones ni, prácticamente, relacionarse con el exterior del convento, porque el permiso para cualquier comunicación debía ser otorgado por el mismo Papa ó por el Cardenal Prefecto del Santo Oficio. Y ese permiso se negó incluso a sus anteriores confesores, restringiéndose, prácticamente, a sus ya muy excasos familiares, a través de la reja/celosía conventual y con la preencia de otras dos religiosas. Sor Lucía no volvió a aparecer en público ni hacer declaraciones hasta 1967, y eso, repetimos, muy cambiada físicamente y llamativamente recuperada de su mala salud.
Queda, pues, gran parte de esta historia por contar.
Nuevo Orden
Jesús Villanueva Jiménez
Santiago dirige el índice hacia la tecla intro, duda un instante y al fin le da el toque a modo de picotazo de escorpión. Su comentario, ilustrado con una foto del famoso lienzo El grito, de Edvard Munch, se ha hecho público en Facebook. Se pone el sol. La tarde es gris. El silencio fuera es atronador.
«¿A qué te metes en estos follones?», se dice. Emitiendo un largo suspiro se asoma al exterior y observa el edificio de enfrente. Muchas caras también se asoman tras los vidrios de los anchos ventanales cerrados. Como Santiago, miran a un lado, a otro, al frente y hacia abajo, a la calle desierta. Desierta como todos los primeros viernes, sábados y domingos de cada mes, durante los cuales la población permanece confinada en sus casas, como parte de las prácticas obligadas en la prevención de futuras pandemias. El Gobierno del Nuevo Estado europeo vela por la salud de la ciudadanía, y la ciudadanía lo agradece, genuflexa, obediente, acrítica. La ciudadanía es feliz.
Este domingo 4 de marzo de 2040 se ha celebrado el décimo aniversario de la ejecución de la Agenda 2030. No hubo televisión, radio, medio digital que no dedicara extensos espacios en los que se alabase las virtudes de aquel programa prodigioso que había salvado a la humanidad, al controlar estrictamente los nacimientos; flexibilizar el derecho a morir dignamente, cuando así, a partir de los 16 años, se solicitase por escrito; como a esterilizar a varones y hembras que así lo decidieran, a partir de los 12, con el apoyo del Estado, aún en contra del criterio de los progenitores, que no padres, término obsoleto. Cualquier persona con capacidad de engendrar puede interrumpir el embarazo hasta minutos antes de dar a luz, circunstancia que también contribuye al equilibrio poblacional. Otro éxito ha sido el abrir los ojos a la ciudadanía en cuanto a lo beneficioso para la sociedad de la formación de familias —mejor, grupos de convivencia— multigénero, fluidas, con el natural intercambio de roles: de progenitor varón a progenitor hembra o transgénero y de éste al otro o a la otra, de hijos e hijas a progenitor o progenitora y viceversa. En suma, la fluidez en la diversidad de actuaciones según qué toca ser: si progenitora o hija, progenitor o progenitora, de la familia de arriba o la de abajo. Todo ha contribuido notablemente a la abundancia de mentes abiertas y no encasilladas en lo primitivo. Hubo primero cierta resistencia, no muy beligerante, por parte del Vaticano. Se incrementaron los impuestos a los católicos por practicar su fe y aumentaron los impedimentos a las parroquias donde se oficiaba misa, que si el aforo; que si ofensa a la población musulmana mayoritaria en el barrio. La Iglesia cesó en su crítica.
Sin duda, también ha contribuido a salvar el planeta las medidas tomadas para frenar el terrible calentamiento global, el cambio climático provocado por la mala cabeza de los europeos, principales causantes del evitado desastre. Especialmente la distribución de filetes y hamburguesas de carne sintética, muy sabrosa. Más sabrosa y proteica aún la procedente de enormes granjas de larvas de insectos variopintos. No sólo los vehículos con motor de explosión contaminaban la atmósfera con la emisión desenfrenada de CO2, también lo hacían las vacas, especialmente, con sus abundantes flatulencias y la consiguiente expulsión de metano. Horrible. Acabando con las vacas también se acabó con el sufrimiento de éstas y de sus terneros, separados sin piedad al poco de ver la luz. Desgraciadamente los gallos siguen violando a las gallinas. Marruecos es hoy el principal suministrador de huevos de gallina del Nuevo Estado europeo. Marruecos es el estado africano más rico, no por la venta de huevos, que también, sino por la explotación de los suelos submarinos riquísimos en telurio, cobalto, vanadio, níquel e itrio, en las antiguas aguas del que fue Archipiélago español de las Canarias.
«El nuevo orden mundial nos ha robado la libertad. Sólo los descerebrados son felices», recordó Santiago la primera afirmación de su publicación en Facebook. Pensó en eliminarla. ¿Estaba a tiempo? Por menos le habían suspendido la cuenta durante tres meses. «¡Que les den!», musitó.
A sus cincuenta y ocho años, Santiago, en paro desde los cuarenta, vive de una subvención que le otorga el Nuevo Estado europeo, en un piso de alquiler propiedad de un emporio multinacional que controla el 50% de las viviendas en suelo europeo. Están éstas mejor dotadas y amuebladas que las del otro 50%, propiedad de la República Popular China, que desde hace 10 años es la primera potencia económica y militar del planeta. Sólo el 0’001% de la ciudadanía dispone de inmuebles en propiedad, dirigentes políticos y clanes familiares millonarios que vienen de muy atrás.
«La propiedad privada es un derecho, como lo es el uso del dinero en efectivo. ¡Sin estos no hay libertad!», recuerda Santiago la segunda afirmación de su publicación en Facebook. Suspiró de nuevo, ahora con una punzada de ansiedad en el pecho. La supresión del papel moneda le enervaba. El único dispositivo electrónico de pago se bloquea en cuanto el ciudadano tenga el mínimo desencuentro con la administración del Estado, antes de poder decir esta boca es mía. El fiado está prohibido. El uso de un dispositivo electrónico de pago de un tercero está penado por la ley. Los hábitos y lugares de compra están al pelo registrados, asignados al titular del dispositivo. Una variante debe ser muy bien justificada, y de no serlo el titular es sancionado hasta con penas de cárcel.
Santiago echa de menos a su esposa y a su hija. A su ex esposa. Aún no lo ha asimilado. Pone hielo en un vaso, luego ron hasta la mitad. Da un trago. Se acerca a la ventana y observa de nuevo a los vecinos del edificio de enfrente, que siguen con la nariz pegada al cristal. Desde la 6ª planta tiene una visión amplia. Dirige el mando hacia el televisor.
«En la plaza vacía nada vendía el vendedor/ y aunque nadie compraba, /no se apagaba nunca su voz…», suena una canción de Mocedades, aquel grupo que tanto gustaba a los padres de Santiago. Aún se encuentran en YouTube algunas de sus actuaciones de hace 60 y 70 años. Aquellos conciertos multitudinarios ahora están prohibidos, por resguardar la salud de los ciudadanos.
Ya se ha puesto el sol. Santiago ve luces de azul añil, destellos parpadeantes que se reflejan en el edificio de enfrente. Se llenan los balcones. La gente señala hacia la calle. No hay una ventana ni balcón vacío. Caras de zombis parecen.
Escucha bloquearse la cerradura electrónica de la puerta de la calle. Va en el contrato que es potestad de la Administración hacerlo a distancia, condición sine qua non; o eso o la calle. De inmediato deja de sonar la canción, la pantalla del televisor se oscurece, la lamparilla de la mesa se apaga, la reducida vivienda se queda sin suministro eléctrico. Apenas entra luz del exterior que no sean los destellos azules, ahora más abundantes. Durante los estados de alarma, queda y confinamientos, que son necesarios de vez en cuando para preservar la salud de la ciudadanía, se reduce la intensidad de las farolas urbanas. A Santiago se le doblan las rodillas. La ansiedad apenas le deja respirar. Es entonces cuando se ilumina la pantalla del móvil que descansa sobre la mesita frente al tresillo. Santiago clava los ojos en el mensaje que acaba de recibir. Es de la Dirección Europea de Seguridad, que después de indicar su nombre completo, número de identificación y dirección, dice: «Ha cometido usted un grave delito de alteración del orden público. Manténgase en su domicilio, abandonarlo agravaría el mismo».
«¡Abajo la tiranía del Nuevo Orden Mundial! ¡Viva la libertad!», musita Santiago el último párrafo de su publicación en Facebook. Del pasillo exterior llega el sonido inconfundible de pasos acelerados, muchos pasos a la carrera, ya muy cerca de su puerta.
El derecho a descansar en paz
Pablo Linares Clemente
Presidente de la Asociación para la defensa del Valle de los Caídos
Recientemente hemos conocido que el Gobierno del Reino de España ha suscrito un contrato de 18.000 euros con la Universidad de Barcelona para la recopilación de información sobre las personas que se encuentran enterradas en el Valle de los Caídos cuyos familiares pretender recuperar sus restos de los osarios de la Basílica del Valle de los Caídos. Los medios de comunicación que se han hecho eco de la noticia aseguran que se trata de un “proceso previo a la futura exhumación de los cuerpos”
La polémica suscitada con las intenciones de algunas familias de proceder a la exhumación de los restos cadavéricos de sus familiares fallecidos en la guerra civil española y que presuponen que se encuentran en el Valle de los Caídos viene de lejos. Concretamente de 2016 cuando un juez interino de San Lorenzo de El Escorial emitió un auto (112/2016) en el que:
“se reconoce el derecho a la digna sepultura de D. Manuel Lapeña Altabás y D. Ramiro Lapeña Altabás, una vez se ha determinado que existe una alta probabilidad de que sus restos cadavéricos se encuentran en el Valle”.
No puede existir afirmación más contraria a la verdad y tan temeraria al mismo tiempo por mucho que se trate de un auto judicial.
Los dos hermanos Lapeña Altabás, nacidos en 1892 y 1897 pertenecían en 1936 a la C.N.T. Presuntamente fueron fusilados por tropas nacionales, uno, Manuel en el denominado barranco de “La Bartolina”, a las afueras de Calatayud y Antonio Ramiro junto a las tapias del cementerio municipal de Calatayud. Los dos hermanos murieron a varios kilómetros de distancia uno del otro y con varios meses de diferencia.
Nos situamos ahora a abril de 1959. El día 8 de ese mes fueron inhumados en el osario sito en el tercer piso de la capilla del Santo Sepulcro 9 cajas colectivas, que procedentes de Calatayud, contenían un total de 81 restos cadavéricos NO IDENTIFICADOS. Por esto, la documentación que acompañaba la expedición con las cajas no incluía a los dos hermanos Lapeña, ni a ningún otro.
Volvemos a nuestros días y volvemos al Barranco de la Bartolina. Según publicó la asociación memorialista, “Arico Memoria Aragonesa” en su página web oficial el 2 de agosto de 2009, el número de cuerpos que se podrían encontrar en el Barranco de la Bartolina “podrían llegar hasta los 2700”. Uno de los responsables esta asociación “memorialista”, una de las más subvencionadas de España y ese listón es un listón muy alto, reconoció que, “La gente mayor recuerda que cuando había riadas el agua arrastraba huesos”, aseguró.
La misma asociación, en declaraciones a “El periódico de Aragón” reconocía dos años más tarde, 12 de abril de 2011 que no habían encontrado “ni un solo resto de los aproximadamente 2700 restos que se calcula podían estar enterrados allí” y ponían de manifiesto sus sospechas ante el movimiento de 200.000 metros cúbicos de tierra del Barranco para proceder al sellado del vertedero de Calatayud, “llevándose gran cantidad de los restos, si no todos”
Teniendo en cuenta esto y volviendo a los que nos preocupa -el Valle- no podemos dejar de formular varias preguntas:
-¿Por qué tiene Purificación Lapeña Garrido, peticionaria de la exhumación de los dos hermanos Lapeña (su abuelo y tío abuelo) del Valle de los Caídos la determinante seguridad que los restos de sus dos antepasados se encuentran en el Valle de los Caídos?, donde NO se encuentra de modo alguno acreditada tal presencia. Como ya hemos visto, los dos anarquistas murieron con varios meses de diferencia y a varios kilómetros de distancia uno del otro, y por tanto no compartieron, en ningún momento, lugar de enterramiento. Suponiendo que hipotéticamente aceptáramos lo anterior: Si la peticionaria y ARICO Memoria Aragonesa reconocen que en la zona de la Bartolina pudo haber restos de hasta 2.700 ejecutados, – ¿Por qué no podrían estar entre ellos los de los hermanos Lapeña? ¿Qué hace pensar que no estén entre esos 2.700, y que presuntamente fueron removidos en los movimientos de tierras del lugar en 1999 para el sellado del vertedero, sino precisamente entre los 81 que llegaron al Valle de los Caídos en 1959? Faltando datos concluyentes en un sentido o en otro, ¿no sería más razonable pensar que estén entre los 2.700 de la Bartolina que entre los 81 del Valle?
INVIABILIDAD DE EXHUMACIÓN
Una vez más vamos a ser generosos y vamos a creer, solo por un momento y únicamente para poner al lector en situación, que los dos hermanos llegaron juntos al Valle en 1959 entre los 81 restos procedentes de Calatayud. Las 9 cajas colectivas que contenían los restos de esos 81 “desconocidos” fueron numeradas del 2061 al 2069 en los registros oficiales de columbarios del Valle y fueron depositadas en el osario sito en el tercer piso de la Capilla del Santo Sepulcro, “Cripta Derecha” como se le cita en los libros de registros, el 8 de abril de 1959.
Recordemos que los restos de los caídos que llegaban de todas las provincias de España se iban depositando en los osarios construidos para tal cometido a medida que ingresaban en la Basílica y eran convenientemente contabilizados en los libros de registro. El primer caído que fue inhumado en la basílica fue José Hernández Molina, inscrito con el numero 2, (el 1 se reservó para José Antonio Primo de Rivera). Sus restos procedían del cementerio de la Almudena de Madrid, todavía conocido entonces como “Cementerio del Este”. Su caja fue depositada en el primer piso de la Cripta derecha. Era el 17 de marzo de 1959.
A medida que los osarios iban llenándose de columbarios, estos se cerraban, se sellaban y se pasaba al inmediato superior. De este modo el primer piso se cerró el 26 de marzo conteniendo un total de 4283 caídos en su interior. El mismo día 26 de marzo, siempre de 1959, se procedió a la apertura del segundo piso. El primer columbario que se depositó en este osario fue el perteneciente a Ginés Serrano Martínez, procedente del cementerio de Arganda del Rey, Madrid. Fue el mismo 26 de marzo de 1959. El ultimo columbario que se depositó en este osario fue el numero 1612 que contenía los restos de 12 caídos procedentes de Peñamellera Baja (Oviedo). Fueron 3848 los caídos que recibieron sepultura en este osario desde el 26 al 30 de marzo de 1959.
Se procedió a la apertura del osario perteneciente al tercer piso de la misma Cripta “derecha”. Desde el día de la apertura del osario (30 de marzo) y hasta que fueron depositados en el mismo las 9 cajas colectivas con los restos procedentes de Calatayud (8 de abril), fueron 1329 los restos que se depositaron en el osario que nos ocupa, procedentes en su mayoría de Teruel, Asturias, Granada y Zaragoza capital. Posteriormente, y ya con los 81 de Calatayud en el osario, aún fueron 1780 los restos que tuvieron cabida en el osario y que se iban depositando a modo de “pared de cajas” fila tras fila desde el fondo hasta la entrada del osario. Esto quiere decir, lisa y llanamente, que para acceder a las cajas que contienen los 81 restos habría que profanar los restos de al menos 1780 caídos, sacándolos de su ubicación a saber en que condiciones de seguridad y respeto, máxime cuando nunca se ha podido peritar el estado de integridad de esos columbarios ante lo inaccesible de su ubicación.
Para terminar, recurro al texto del auto del juez de San Lorenzo de El Escorial antes citado en el que se advierte que:
“El derecho reconocido no es ilimitado, ya que la situación en la que parece encontrarse el cementerio del Valle de los Caídos determina que las medidas que deben ser adoptadas sean proporcionales, sin perjuicio de respetar el derecho reconocido a la digna sepultura de los familiares de la solicitante, de forma qué se permita realizar todas las acciones necesarias para la entrega de restos, adecuadas a la referida proporcionalidad. Además, en todo momento debe garantizarse la integridad de los restos cadavéricos tanto en las pruebas, traslados, etc., el respeto a la memoria de los difuntos del propio cementerio, el respeto a la consideración debida a la Basílica donde se encuentran depositados”
Por último, recordar, que la Asociación Para la Defensa del Valle de los Caídos presentó en su día, tanto a Patrimonio Nacional como a la Abadía Benedictina del Valle de los Caídos un numero más que significativo de escritos de familiares de caídos que se encuentran inhumados en este y en la totalidad de osarios del Valle, prohibiendo cualquier actuación, exhumación y desde luego sometimiento a pruebas de identificación forense por ADN a los restos de sus deudos.
La Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos recurrirá a cuantos estamentos judiciales sea necesario, españoles e internacionales, para garantizar el descanso al que, sin duda, tienen derecho los caídos (de uno y otro bando) cuyos familiares representamos y que viven esta situación con especial desasosiego.
Un mártir de la Cruzada Nacional muy poco conocido en Barcelona
Javier Navascués
Periodista
Hay personas, testimonios de fe, que han dejado huella en el pasado, pero cuando haces turismo, esas huellas son invisibles para nosotros. Por ejemplo, bajando por las Ramblas de Barcelona, poco antes de llegar a la plaza de Colón, junto al puerto y las Atarazanas, a mano derecha, se puede ver un edificio moderno que es una iglesia dedicada a Santa Mónica.
José María Batlle, estudiante de humanidades y miembro de la Asociación de Guías y Scouts de Europa quiere compartir con nosotros una de esas historias.
Al comienzo de las populares Ramblas barcelonesas hubo un histórico testimonio de fe, ¿Sobre quien nos quiere hablar?
Quiero hablaros de don Fernando Molins Orra, sacerdote católico que ejerció de párroco en la parroquia de San José-Santa Mónica de las Ramblas entre 1921 y 1936. Destacó durante esta etapa por su inigualable caridad, se convirtió para la gente del barrio en un padre, el padre Fernando y, finalmente, fue martirizado por su fe en Jesucristo la tarde del 19 de julio de 1936.
Un testimonio que pasa desapercibido e invisible no solo a los turistas sino a los propios barceloneses…
En efecto, don Fernando Molins ha permanecido oculto durante décadas. Su recuerdo quedó archivado en algunos documentos oficiales del Estado, de la Diócesis de Barcelona y en el libro de Ramón Rucabado Santa Mónica de la Rambla (1959). Después de este último documento no se volvió a saber nada más.
Los hechos sucedieron en una iglesia antigua, la actual parroquia es de diseño moderno ¿qué podría decir del mismo?
Bajando la Rambla de Santa Mónica, poco antes de llegar a la estatua de Colón a mano derecha, está ubicada la actual parroquia de San José-Santa Mónica. Se trata de una reconstrucción, realizada en los años 80, de estilo moderno. Al pasar por delante hay que poner atención, no es fácil de identificar, porque no es el estilo de iglesia al que estamos acostumbrados. La parroquia está unida al centro de arte Santa Mónica. La iglesia perteneció a los agustinos a principios del siglo XVI, después en el XIX pasó a ser de la diócesis de Barcelona y fue destruida el 19 de julio de 1936. Actualmente está dedicada al culto greco-católico ucraniano.
¿Cómo empezó el interés por la figura de Fernando Molins Orra?
El párroco de Sant Celoni, amigo mío, me habló de él: estaba convencido de que su vida podía ser un gran provecho espiritual para sus feligreses. Don Fernando era natural de este pueblo del Montseny, su recuerdo permanece vivo entre algunos allegados y conocidos suyos. Don Fernando Molins vivió en Sant Celoni 12 años, desde su nacimiento, el 3 de agosto de 1875, hasta que marchó al Seminario de Barcelona en 1887.
¿Qué le atrajo de este sacerdote?
El martirio en sí me impresiona profundamente: se trata de un don de Dios extraordinario, y a la vez sobrecogedor. Al conocer un poco más a don Fernando me cautivó su corazón ardiente y bondadoso que se preocupaba especialmente de los más necesitados: los pobres y los enfermos. Otra cosa que me sorprendió fue descubrir que don Fernando era el capellán de la tropa de scouts y lobatos de Barcelona. Para mí fue un regalo, ya que yo también soy scout y llevo un grupo de lobatos en la parroquia de Santa Maria del Remei.
¿Cómo era el barrio de don Fernando?
El distrito de Atarazanas era un barrio marginal, integrado mayoritariamente por inmigrantes, donde predominaba la clase obrera. El clima de pobreza y de corrupción moral era extremo. Enfermedades infecciosas como la tuberculosis eran muy comunes. Además, era lugar de encuentro de comités revolucionarios y hasta grupos de pistoleros, donde se promovía la doctrina del marxismo.
Y en medio de ese ambiente el padre Fernando ayudó a muchas de estas personas, ¿verdad?
Sin duda, don Fernando siempre extendía su mano pródiga para ayudar al que llamaba a su puerta. Me encanta releer estas líneas que escribió un allegado suyo, y que aparece en el libro de Santa Mónica de las Ramblas de Rucabado: «Fue divulgándose la fama que en el Padre Fernando hallaban acogimiento los humildes, los náufragos morales… Cuando peligraban los hijos, o la miseria incitaba al pecado, o los enfermos quedaban sin asistencia, o las carnes desnudas temblaban de frío y no había ni pan en la casa, la negrura del cielo dejaba siempre un claro a la esperanza. Se consolaban diciendo: “Iremos a ver al Padre Fernando”».
¿Cómo era la actividad de don Fernando?
Era un sacerdote que no paraba quieto, su apostolado era infatigable: celebraba los sacramentos, preparaba cuidadosamente las fiestas litúrgicas, dirigía procesiones eucarísticas o populares, organizaba misiones para niños y ancianos, promovía ejercicios espirituales y peregrinaciones a santuarios marianos, ayudaba a los pobres, visitaba a los enfermos (y alguna vez se los llevaba a Lourdes), consolaba a las viudas… Me contó una sobrina nieta cómo consiguió trabajo a sus padres cuando llegaron a la ciudad de Barcelona. Y así hizo con muchas otras personas.
No tendría casi tiempo para él…
Además, colaboraba con muchas entidades públicas: dirigía la Asociación de Portantes del Palio y el Apostolado del Mar, promovía actividades en el Hospital Sant Joan de Déu; cooperaba con el Instituto Catalán de Sordomudos, el Instituto Pro Obreros sin Trabajo, el Instituto Nipológico de San Francisco Xavier…Estas solo son algunas, he mencionado las que encontré publicadas en la hemeroteca de La Vanguardia.
¿Qué virtud querría destacar de don Fernando?
Su piedad a la Virgen María. Son numerosas las peregrinaciones que organizó para visitar a su madre la Virgen María: Montserrat, la Virgen de la Misericordia (Canet de Mar), la Merced, el Pilar y Lourdes. También es admirable la dedicación y cariño con la que preparaba la fiesta del patrón de su parroquia: San José.
¿Algún momento de su vida que quiera recordar?
Me emociona profundamente el modo en que murió. Algunos vieron a don Fernando, ya muerto, con el brazo desgarrado y la mano ensangrentada, con el crucifijo en la mano. El mismo crucifijo que él daba a besar en sus visitas a enfermos. Ese crucifijo revela el modo admirable como había muerto el buen párroco.
¿Le ha concedido alguna gracia o favor?
La mayor gracia para mí ha sido conocerlo. Normalmente, en el día a día le pido que me ayude en tareas cotidianas: con la universidad, o lo que pueda surgir. Siempre me siento acompañado. Hace poco escribí una sencilla novena y se la mandé a una prima, porque tiene a una amiga con cáncer. Así que esta podría ser una oportunidad para don Fernando para conceder un favor más grande.
¿Cómo va su proceso de canonización y el de su ayudante?
Se trata de un proceso muy lento, detrás del cual hay un equipo de personas muy buenas. Sin duda, hay que agradecer el valioso trabajo que estas personas realizan por amor a los mártires y a la Santa Iglesia, de modo absolutamente gratuito. Por otro lado, está don Javier Nogueras, que era coadjutor de don Fernando Molins Orra, y que murió junto a él, a los pies de la iglesia de San José-Santa Mónica. Espero que el proceso de don Fernando impulse también el de don Javier y el de muchos otros que fueron martirizados.
¿Hay algún día al año donde se conmemora su memoria o se hace algún acto?
Don Fernando no es todavía público ni oficial en la Santa Iglesia. Ni mártir, ni beato, ni siervo de Dios, aunque espero que en unos pocos años podamos verle en los altares. De modo que no hay nada por el momento. Quizás se podría hacer una oración especial el 19 de julio, ya que fue el día de su defunción, o quizás también el 6 de noviembre, día en que se celebran los mártires españoles del siglo XX.
Don Fernando destacó por su vida ejemplar, por su carácter amable y pacífico, por su caridad incansable y su empeño por practicar las obras de misericordia, porque ante las contrariedades supo mantenerse firme en la fe hasta el final, dando un heroico testimonio para la Iglesia. ¿Podría llegar a ser un santo patrono para las Ramblas?
Sería fantástico, don Fernando frecuentaba mucho las Ramblas. Supo llevar la presencia del Señor en medio de sus calles: realizaba múltiples procesiones eucarísticas para llevar el viático a los enfermos y para que la Santa Eucaristía fuera venerada. También sacaba en procesión al Santo Cristo de la Parroquia, y toda esta actividad de piedad fue transformando aquel barrio del distrito de Atarazanas. Así lo describen algunos testimonios de su época.
Parece que fue una vida fecunda…
Así es y todo el mundo lo quería mucho. Además, entre las 898 víctimas del clero secular (o 930 según los cómputos) fue el primer mártir de la ciudad de Barcelona. Hubo otro sacerdote asesinado durante la madrugada, pero vivía en las afueras. Sin embargo, pienso que don Fernando podría ser hoy un patrón especial dentro de la Iglesia, porque se dedicó a los pobres, a los enfermos y, también, a los que no tenían trabajo.
¿Por qué es bueno visitar esta parroquia, fuera de los circuitos turísticos, como una ruta con alma?
Porque a través de ella podemos recordar los sucesos que tuvieron lugar. Su historia sobrecoge y evoca unos hechos heroicos. La valentía del martirio es ejemplo y fuerza para nosotros y hace que nos cuestionemos nuestra fe: ¿qué valor tiene realmente para mí? La parroquia de San José-Santa Mónica tiene que despertar y recuperar este inmenso patrimonio que la Providencia le ha regalado: los mártires que entregaron su sangre por amor a Jesucristo.
Nota: Cuando se utiliza la palabra mártir en esta entrevista siempre es condicionalmente, con sumisión siempre al superior fallo de la Iglesia.
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Don Leocadio
José A. Armada Sarria
General de Estado Mayor
Uno de los mártires claretianos del Santuario del Corazón de María en Madrid fue el Padre Leocadio Lorenzo Ventosa que nació el 9 de diciembre de 1892 en Ventosa de la Cuesta (Valladolid).
Acudió a los seminarios claretianos de Segovia, Cervera y Alagón y cuando fue ordenado sacerdote volvió a Segovia como profesor. Allí empieza su vocación de escritor y periodista. En 1911 ya en la casa del Buen Suceso en Madrid fue redactor jefe y luego director de la revista “Iris de la Paz “.
El Padre Leocadio intervino frecuentemente en Radio España y por su gran valentía fue objetivo de gran parte de los insultos y ataques de la prensa antirreligiosa.
Desde el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936 el ambiente religioso se fue cargando de nubes de tormenta e inquietud. El uno de julio se publicó el último número de la revista “Iris de la Paz”
El estallido del 18 de julio produjo una desatada furia de asalto a las iglesias y persecución de sacerdotes y religiosos. La comunidad claretiana inició su dispersión el día 20 y el Padre Leocadio se refugió en casa de su hermana Cecilia, en la calle del Norte.
El día 25 acudió al número 2 de la calle Marqués de Urquijo para actualizar junto a su superior la lista de direcciones de refugios en los que se repartían los miembros de la comunidad y organizar las ayudas posibles. El asalto de un grupo de milicianos no le dejó escape. Correrá la misma suerte que los demás: esa misma tarde será asesinado tras los barracones militares de Retamares en Carabanchel.
“Queremos un Estado donde:
el Trabajo sea una Norma
la Justicia una Conciencia
y España un Afán”
2 | Luís Fernández-Villamea
Después de la resaca.
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4 | Pablo Victoria
Cómo se frustró la entrega de América a Inglaterra
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7 | Pedro González -Bueno Benítez
Franco y la unidad
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11 | Jaime Alonso
Al que quiera ver
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14 | José Luis Jerez
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El antecedente terrorista del maquis en España
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22
26
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33 |
P. Ángel David Martín Rubio
Una represión con dos caras
P. Calvo Por sus frutos los conoceréis
El ángel de la Victoria (Pen) último asalto en Tenerife para eliminar a Franco del espacio público
Enfrentado a la Serpiente
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36
42
45 |
José María Manrique
Revelaciones Privadas, Fátima y el Fin de los Tiempos II
Jesús Villanueva Nuevo Orden
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Un Mártir de la Cruzada Nacional muy poco conocido en Barcelona
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54 | José Ángel Armada
Don Leocadio |